lunes, 24 de febrero de 2014

El Gobierno egipcio dimite y abre la puerta a la candidatura de Sisi

El Gobierno egipcio respaldado por el Ejército presentó su dimisión el lunes, una medida que podría allanar el camino para que el jefe de las Fuerzas Armadas, general Abdel Fattah al Sisi, anuncie su candidatura a la presidencia del turbulento país del norte de África, un aliado estratégico de Estados Unidos sumido en la crisis.

"(El Gobierno) ha hecho todos los esfuerzos por sacar a Egipto del estrecho túnel en términos de seguridad, presiones económicas y confusión política", afirmó el primer ministro. Hazem el Beblawi, en un discurso a la nación emitido en directo.

El primer ministro, que fue designado por el presidente interino Adly Mansur para lidiar con la gestión de Gobierno hasta los comicios, no explicó los motivos de la decisión.

Para que Sisi pueda presentarse como candidato a presidente, primero debía renunciar a su puesto como ministro de Defensa.

"Esta (renuncia del Gobierno) fue llevada a cabo como una medida necesaria de cara al anuncio de Sisi de que se presentará como candidato a presidente", dijo a Reuters un responsable egipcio, quien agregó que el Gabinete renunció en masa porque Sisi no quería que pareciera que actuaba solo.

El portavoz del Gobierno, Hany Salah, se limitó a decir: "Este Gobierno siente que hizo lo que tenía que hacer en este período crítico, y quizá es momento de un cambio".

Democracia truncada

El máximo comandante militar dio a conocer una hoja de ruta política para celebrar elecciones, tras derrocar al presidente islamista Mohamed Mursi, del poderoso movimiento de los Hermanos Musulmanes, en julio de 2013, después de una serie de protestas masivas contra su Gobierno.

Las promesas de democracia no han logrado dar frutos en la nación más poblada del mundo árabe, donde en 2011 cientos de miles de personas participaron en una revuelta respaldada por los militares para derrocar a Mubarak y donde se forjó la esperanza de un nuevo devenir político.

Los comicios están previstos para dentro de unos meses en este país de un país de enorme importancia geoestratégica, debido a su tratado de paz con Israel y al control que ejerce sobre el canal de Suez, una vía comercial vital para el mundo dado que es la forma más corta de conectar a Asia con Europa.

El derrocamiento de Mursi generó la crisis política más sangrienta de la historia moderna de Egipto. Las fuerzas de seguridad mataron a cientos de seguidores de Mursi y encarcelaron a otros miles, además de llevar a juicio a los máximos líderes de los Hermanos Musulmanes.
Los Hermanos Musulmanes acusaron a Sisi de planificar un golpe y grupos de derechos humanos afirman que los abusos durante su mandato aumentan diariamente, acusaciones que el Gobierno respaldado por el Ejército niega.

El Gobierno también ha reprimido a algunos activistas laicos que fueron cruciales en el levantamiento que derrocó a Mubarak y que respaldaron el cese de Mursi. Esos activistas se encuentran en prisión y a la espera de juicio.

El Ministro de Vivienda, Ibrahim Mahlab, un ex funcionario del Partido Nacional Democrático de Mubarak, sería nombrado primer ministro del nuevo Gobierno, dijo una fuente de seguridad.

Las autoridades egipcias probablemente seguirán preocupadas en su esfuerzo por debilitar aún más y aislar a los Hermanos Musulmanes y combatir la insurgencia islamista.
Militantes islamistas en la península de Sinaí han incrementado sus ataques contra policías y soldados, matando a cientos de ellos.

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