- EL MERCURIO DIGITAL -
Las
condenas de prisión impuestas este miércoles en Túnez a tres activistas
de FEMEN, movimiento feminista internacional, conocido por sus actos de
protesta en toples, son una restricción inaceptable de la libertad de
expresión, ha manifestado Amnistía Internacional.
Las tres
mujeres –las francesas Marguerite Stern y Pauline Hillier y la alemana
Josephine Markmann– fueron detenidas el 29 de mayo, cuando protestaban
con los pechos desnudos antes la sede del Tribunal de Túnez capital para
pedir que se dejara en libertad a una tunecina, activista también
FEMEN, detenida días antes.
Fueron declaradas culpables de
indecencia pública, menoscabo de la moral pública y alteración del
orden con ruido, y condenadas a cuatro meses y un día de prisión. Las
tres van a apelar contra la sentencia.
"Encarcelar a
alguien por expresarse es de por sí desproporcionado”, ha señalado
Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa de Amnistía
Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
El
derecho internacional de los derechos humanos permite poner limitaciones
al derecho a la libertad de expresión, pero sólo con un fin legítimo y
por los medios menos restrictivos posibles.
"Incluso si
cupiera considerar la protesta de estas tres mujeres ofensiva o
contraproducente para alguien, no por ello estaría justificado su
encarcelamiento”, ha explicado Hadj Sahraoui.
“Si las
autoridades tunecinas están realmente dispuestas a cumplir con las
obligaciones internacionales que han contraído en materia de derechos
humanos, deben dejar a las activistas en libertad.”
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