La ciudad de Madrid fue escogida por el millonario estadounidense Sheldon Adelson para implantar un gigantesco complejo de casinos y hoteles, inspirado en Las Vegas, pero el proyecto pende de la resolución de la situación económica de España, al borde del rescate financiero.
"Barcelona es un destino turístico excepcional y escoger Madrid antes que Barcelona no fue una decisión fácil", dijo Adelson, presidente del grupo Las Vegas Sands, en un comunicado difundido el viernes.
El grupo estadounidense, que pospuso varios meses su decisión, reconoció no obstante que el proyecto, bautizado "Eurovegas", pende en parte de la evolución de la situación económica en Europa, y en particular de España, uno de los eslabones frágiles de la zona euro.
"El proceso está aún en gran parte en una fase inicial, y los progresos que se puedan realizar para resolver las actuales dificultades en Europa serán un elemento de reflexión importante", precisó Las Vegas Sands.
La empresa explicó que finalizó sus estudios de viabilidad y ahora se prepara para determinar el tamaño, la ubicación y las opciones de financiamiento.
El presidente del grupo, Sheldon Adelson, se congratuló de que el gobierno regional de Madrid haya sido un "firme defensor" del proyecto y apreció "la energía" para impulsarlo.
Tras meses de rumores, la presidenta de esta región, Esperanza Aguirre, y el de su competidora, el presidente de Cataluña, Artur Mas, dieron a entender ambos que Madrid había sido escogida.
Cataluña ya anunció el viernes, poco antes de que se oficializara la noticia, un proyecto alternativo para Barcelona que comprende seis parques temáticos que también incluirán, con una inversión de unos 4.700 millones de euros.
Los promotores de "Eurovegas" han seducido a los españoles anunciando la construcción en un periodo de 10 a 15 años de 12 hoteles, nueve teatros, tres campos de golf, salas de congresos y la creación de hasta 250.000 empleos.
Las Vegas Sands propuso financiar sólo el 35% de los fondos de la primera fase de 6.800 millones de euros, aspirando a obtener beneficios de 20%. El grupo, que multiplicó los contactos con los bancos, reconoció a fines de junio que tenía problemas para hallar el resto del financiamiento.
El proyecto fue muy apoyado por el Partido Popular (en el poder) y las organizaciones patronales, pero la oposición de izquierda y varias asociaciones lo denuncian y critican su "opacidad".
"Todos los proyectos que puedan permitir que se generen puestos de trabajo son muy bienvenidos", afirmó la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, dijo que el proyecto "reactivará notablemente" la economía de un país en recesión.
En la oposición, el jefe del partido de izquierda Izquierda Unida denunció un plan que "no tiene nada que ver con la economía productiva y honesta" y que sólo vendrá a "usurpar recursos para potenciar una fábrica de ludópatas".
El grupo "Eurovegas No", que lanzó en internet una campaña para recoger testimonios de personalidades opuestas al proyecto, fustigó los "impactos económicos, sociales y medioambientales" del complejo, si alguna vez se concreta.
Los oponentes al proyecto afirman además que Las Vegas Sands exige para avanzar en la propuesta una revisión de la ley española, especialmente aquella destinada a evitar el blanqueo de capitales.
Temen asimismo que esto sea una puerta abierta a las mafias de la prostitución y denuncian un retorno a los peores excesos de la burbuja inmobiliaria, que precipitó la crisis en el país en 2008.
Las Vegas Sands es propietaria de los hoteles y casinos The Venetian y Palazzo en Las Vegas (este de Estados Unidos), así como de casinos en Macao y Singapur.
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