Respecto a la situación de violencia y violaciones a los derechos humanos e infracciones al DIH, que sufren nuestros hermanos y hermanas indígenas en el departamento del Cauca, Colombia.
En el marco del III Congreso de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), conformado por organizaciones representativas de seis (6) países de la región, a saber: La Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa, Ecuador (Ecuarunari); el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu, Bolivia (Conamaq); La Confederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería, Perú (CONACAMI); la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC); La Identidad Territorial Lafkenche (Chile); y la Organización de Naciones y Pueblos Indígenas de Argentina (ONPIA), a través de la presente resolución expresamos nuestra posición sobre la situación de violencia y violaciones a los derechos humanos e infracciones al DIH que sufren nuestros hermanos y hermanas indígenas del departamento del Cauca,
CONSIDERANDO
Que los pueblos indígenas de América Latina, en especial los pueblos de la región andina hemos mantenido un proceso de reivindicación y de defensa de la vida, del territorio, de la identidad cultural y de la autonomía de los pueblos indígenas al interior de nuestros Estados.
Que los pueblos indígenas de Colombia viven una de las peores crisis humanitarias, debido a la profundización del conflicto armado, el irrespeto a sus sitios sagrados, las graves violaciones a los DDHH y al DIH, lo que ha generado cientos de muertos y heridos, daños a sus bienes civiles, culturales y espirituales; irrespeto al principio de distinción y un riesgo cierto e inminente de desaparición física y cultural; causado por factores estructurales y preexistentes como la pobreza, el abandono estatal y la implementación de un modelo de desarrollo económico ajeno a nuestra concepción de buen vivir.
Que los pueblos indígenas del departamento del Cauca han reivindicado y defendido históricamente su derecho al territorio, a la autonomía y a vivir en Paz, con propuestas y apuestas políticas que le han aportado a la construcción del movimiento indígena, en el nivel nacional e internacional.
Que los pueblos indígenas de Colombia y del departamento del Cauca, representados en la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y en su organización regional filial, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), son autónomos ante todos los actores del conflicto armado y en ese marco exigimos la desmilitarización de sus territorios como una estrategia de pervivencia y de continuidad cultural.
FUNDAMENTOS
Con fundamento en nuestras leyes de origen, en los mandatos de paz y convivencia establecidos en nuestras asambleas y congresos nacionales e internacionales, en las Constituciones políticas, multiculturales y plurinacionales de nuestros países, en el Convenio 169 de la OIT, en la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (artículo 30), en las sentencias e informes de la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos y en los pronunciamientos del Relator Especial de Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los Pueblos Indígenas,
RESUELVE
1. Respaldar y solidarizarse con las reivindicaciones y luchas de los hermanos indígenas del departamento del Cauca, en especial, la desmilitarización inmediata de sus territorios.
2. Exigir a todos los actores del conflicto armado colombiano respetar la vida, la cultura y el derecho a la libre determinación de los hermanos indígenas de Colombia, en especial, los del departamento del Cauca.
3. Convocar a la comunidad internacional y nacional a que acompañen humanitariamente a los hermanos indígenas del Cauca, que en la actualidad se encuentran en medio del fuego cruzado, con graves consecuencias en su vida física y cultural.
4. Reconocer y reiterar el papel de la guardia indígena como una “fuerza de paz”, y en ese sentido, recordamos al Gobierno colombiano que durante su visita a Colombia, el Relator Especial de Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas “pudo apreciar como otra buena práctica la figura de la guardia indígena”, y vio en ellos, “una instancia de vigilancia y protección tradicional de los pueblos indígenas de Colombia. Al respecto consideró que, “[e]s necesario, en general, que el Gobierno respete, apoye y legitime su actuación, asegurando el funcionamiento efectivo de estas instancias”.
5. Reconocer y respaldar a las autoridades indígenas de Colombia como autoridades públicas de carácter especial y como verdaderas instituciones representativas de nuestros pueblos.
6. Hacemos un llamamiento a todos los actores del conflicto a acatar las normas del DIH y a que se instalen mecanismos de dialogo que permitan una salida negociada al conflicto armado interno que vive la hermana república de Colombia.
7. Urgimos al Estado Colombiano, buscar una salida negociada al conflicto armado en la que se incluya a la sociedad civil, y en especial, a las autoridades indígenas para la construcción de una paz verdadera y duradera en Colombia.
8. Instamos a los diferentes Estados latinoamericanos a respetar la autonomía, los territorios y las Instituciones propias de los pueblos indígenas.
Congreso de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, CAOI:
Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa, Ecuador (Ecuarunari)
Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu, Bolivia (Conamaq)
Confederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería, Perú (CONACAMI);
Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC)
Alianza Territorial Mapuche ATM (Chile)
Organización de Naciones y Pueblos Indígenas de Argentina (ONPIA)
Chinauta, Cundinamarca, Colombia.
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