martes, 12 de junio de 2012

Asesinatos, amenazas y racismo forman parte de la realidad indígena, demuestra un informe publicado hoy

Natasha Pitts
Periodista de Adital
Adital

Mañana (13), el Consejo Indigenista Misionero (Cimi) lanza otra edición de su Informe Anual de Violencia contra los Pueblos Indígenas en Brasil, documento que relata el sufrimiento y las situaciones extremas que enfrentan varias etnias en relación con la falta de atención en las áreas de salud, educación y demarcación de tierras, entre otras. El lanzamiento se realizará a las 9h30 en el auditorio Don Helder Cámara de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), en Brasilia, Distrito Federal.

Estarán presentes el secretario general de la CNBB, Don Leonardo Steiner, el presidente del Cimi, Don Erwin Kräutler, Lúcia Helena Rangel, antropóloga coordinadora del Informe y Deborah Duprat, Vice-Procuradora General de la República, además del cacique Nailton Pataxó Hã-Hã-Hãe, de Bahía, y Jader Marubo, presidente de la Unión de Pueblos Indígenas del Valle de Javari (Unijava), del Amazonas. Los líderes van a hacer sus declaraciones e ilustrar las violaciones denunciadas por el Consejo Indigenista.

Según Cleber Buzatto, secretario ejecutivo del Cimi, el informe es una importante acción estratégica realizada con los pueblos indígenas para mostrar la realidad de estos pueblos.

"El informe es un instrumento de denuncia y quiere llamar la atención sobre la realidad que los indígenas enfrentan en Brasil, donde se aprecia una violencia constante. Pero no sólo llamar la atención; queremos que esta denuncia sirva para generar iniciativa en el Estado y para que las autoridades combatan esta violencia”.

El informe contiene datos de 2011 sobre casos de asesinatos, amenazas, racismo, morosidad en la regularización de tierras, conflictos, invasiones de territorios indígenas, suicidios, falta de asistencia en el área de salud, mortalidad infantil y violencia contra pueblos indígenas aislados.

Datos ya liberados por el Cimi señalan que los daños ambientales en tierras indígenas crecieron de 2010 a 2011; además, el año pasado se registraron 42 invasiones posesorias y explotaciones ilegales de recursos naturales, contra 33 casos registrados en 2010.

Según Cleber, las invasiones por parte de madereros y apropiadores ileales de tierras indígenas ya demarcadas son un problema que ocurre en todo Brasil. En Bahía, sólo por medio de una decisión del Supremo Tribunal Federal (STF) el pueblo Pataxó Hã-Hã-Hãe consiguió reocupar la tierra indígena Caramuru-Paraguasu. En Maranhão, la reducida etnia Awá Guajá también lucha para permanecer en su territorio, ocupado por madereros ilegales que están diezmando a la población indígena local.

El secretario ejecutivo del Cimi señala la morosidad en los procedimientos de demarcación como factor que deja las tierras indígenas expuestas y agrega que esta morosidad también potencia los conflictos. En 2011, el año terminó sin providencia alguna del gobierno federal para el caso de 342 tierras indígenas. Sólo tres fueron homologadas por la presidenta Dilma Rousseff, resultado evaluado como el peor para un primer año de gobierno desde José Sarney.

Otro problema grave que vienen enfrentando los pueblos indígenas es la falta de atención en el área de salud. No es difícil encontrar comunidades con altas tasas de mortalidad infantil. Aun hoy, niños y niñas indígenas mueren por desnutrición, diarreas y vómitos, enfermedades fácilmente tratables se hubiera puestos de salud, equipos médicos y medicamentos adecuados. Las deficiencias en la atención de la salud llevaron a la muerte a 44 indígenas en 2011, número bastante elevado si se compara con el de 2010, cuando 25 fallecieron por falta de atención médica.

Para ayudar a la población indígena en esta lucha contra el abandono y apoyar el trabajo de organizaciones que luchan por los derechos de esta parte de la población, Cleber pide la adhesión de la sociedad civil. "El reclamo a los órganos gubernamentales puede realizarse por teléfono, por e-mail o hasta por las redes sociales. Es importante que la población se involucre para que el gobierno sienta la presión y se sensibilice”, dice.

Números de la violencia

El Cimi revela que entre los años 2003 y 2011 el promedio de asesinatos fue de 55, sumando un total de 503 muertes en ese período. En 2011 las víctimas fueron 51.

Los suicidios también han presentado cifras cada vez más altas. Entre los años 2000 y 2011, sólo en Mato Grosso do Sul, estado donde se localiza la mayor etnia del país -Guarani Kaiowá- se registraron 555 suicidios de indios. El año pasado se registraron 45 casos, mientras que en 2010 hubo 42. El perfil de los indígenas es de jóvenes de entre 14 y 18 años y adultos de entre 21 y 30 años.

Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com

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