jueves, 22 de marzo de 2012

Se renueva la tensión en África: militares tomaron el poder en Malí y cerraron fronteras

Los militares de Mali se rebelaron y declararon el golpe de Estado.









Al menos 50 miembros de la guardia presidencial en los combates entre militares leales al jefe de Estado de Mali, Amadou Toumani Touré, quien se encuentra refugiado en la embajada de Estados Unidos, y golpistas, en los alrededores del palacio presidencial, según fuentes de la protección civil.

El golpe de Estado fue llevado a cabo por soldados con rangos máximos de capitán y, de ser exitoso, podría elevar la inestabilidad en la región del Sahara que lucha contra insurgentes vinculados a Al Qaeda y con el flujo de armadas traficadas desde Libia tras la caída de Muamar al Gadafi.

El máximo órgano golpista, el Comité Nacional por la Recuperación de la Democracia y la Restauración del Estado (CNRDRE), presidido por el capitán Amadou Haya Sanogo, anunció la derogación de la Constitución y la disolución de todas las instituciones del Estado.

No obstante, ha mostrado su intención no es hacerse con el poder, así como de entablar un diálogo con los partidos de la oposición. El golpe de estado comenzó con un motín en el cuartel de Kati, situado a 15 kilómetros de la capital y que ya había sido testigo de disturbios anteriores el pasado febrero.

Los reclutas rechazaban ser movilizados para participar en los enfrentamientos entre el Ejército y las fuerzas independentistas tuareg en el norte de Mali, que se levantaron en armas el pasado 17 de enero para reclamar la autodeterminación de la parte septentrional del país.

Los amotinados se dirigieron a la capital donde tomaron la sede de la radio y la televisión estatales y, donde, después de sumar fuerzas, detuvieron a varios ministros, tomaron el palacio presidencial y anunciaron su victoria.

Toure, que se encuentra refugiado en la embajada de Estados Unidos, es un exlíder golpista de 63 años que debía dejar el poder tras unas elecciones previstas para abril. Su Gobierno de una década ha sido en su mayoría estable en la región, pero la nación productora de algodón y oro ha tenido problemas para contener la rebelión en el norte que ha dejado decenas de muertos y casi 200.000 civiles desplazados.

La Unión Africana (UA) y la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO) condenaron el golpe de Estado y exigieron el respeto del orden constitucional. En un comunicado emitido, el presidente de la Comisión del organismo continental, Jean Ping, expresó "la rotunda condena de la UA de cualquier intento de tomar el poder por la fuerza".

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