Washington, 22 mar (PL) Acceder a fuentes de agua podría generar inestabilidad en el sur de Asia, el norte de Africa y el Medio Oriente en la próxima década, reveló hoy un informe del Consejo Nacional de Inteligencia de Estados Unidos.
En los próximos 10 años resulta poco probable que las naciones utilicen el vital líquido como moneda de cambio entre sí, aseguró el documento.
Sin embargo, para 2022 la escasez cada vez más aguda del recurso en las cuencas compartidas podría llevar a Estados y grupos terroristas a adoptar el agua como un arma, advirtió el estudio.
Podrían planearse ataques a infraestructuras como reservas y presas, al tiempo que el miedo a las inundaciones masivas, alarmaría a la población y llevará a los gobiernos a tomar medidas costosas para proteger las infraestructuras, agregó.
De manera general, la escasez del líquido constituirá un problema grave para naciones empobrecidas, con tensiones sociales, problemas de liderazgo o gobiernos débiles que, combinados con inundaciones y sequías, pueden agotar la voluntad de los Estados para negociar soluciones pacíficas, prevé el informe.
Estas amenazas son reales y plantean serias preocupaciones para la seguridad nacional, consideró la secretaria de Estado, Hillary Clinton, durante un discurso en el Departamento de Estado con motivo del Día Mundial del Agua.
Dicho departamento solicitó ese informe hace un año y fue elaborado a partir de una estimación nacional de inteligencia clasificada, reportó el sitio digital Bloomberg.
La pesquisa hace un énfasis especial en la comunidad de inteligencia acerca de cómo las cuestiones ambientales, tales como la escasez de agua, los desastres naturales y el cambio climático puede afectar los intereses de seguridad estadounidenses, comentó.
Para 2030, las necesidades anuales de agua a nivel mundial serán 40 por ciento superior a los actuales suministros, según un informe de 2009 del Grupo de Recursos Mundiales de Agua 2030.
mgt/lr
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