El presidente francés y candidato a la reelección, Nicolas Sarkozy, propuso hoy una profunda reforma de Europa, en particular del tratado de Schengen y del proteccionismo económico, durante el mitin más concurrido de su campaña electoral, con el que aspiraba a relanzar sus opciones a seguir en el Elíseo.
Ante más de 50.000 simpatizantes (80.000 según la UMP) reunidos en Villepinte, a las afueras de París, Sarkozy amenazó con abandonar el Tratado de Schengen de libre circulación, si en un año no se inicia una reforma para que todos los países apliquen los mismos criterios en el control de las fronteras.
El presidente francés aseguró que, como se ha hecho con el euro en el tratado firmado el pasado 1 de marzo, los países deberán armonizar el control de sus fronteras, y pidió sanciones para aquellos que no lo hagan.
"Los acuerdos de Schengen no permiten ya responder a la gravedad de la situación", afirmó Sarkozy, quien agregó que "si en la situación económica y social actual Europa no controla las entradas en su territorio, no podrá acoger dignamente a los que llegan y no podrá financiar su protección social".
"Como en la economía, hacen falta instrumentos de convergencia reforzada en materia de derecho de extranjeros y de derecho de asilo", indicó el candidato, que también pidió "instrumentos de gestión de crisis que permitan asistir a los países que afronten circunstancias excepcionales y un frente común para luchar contra la inmigración clandestina".
Durante la campaña, Sarkozy ha criticado duramente a su principal rival, el socialista François Hollande, quien ha expresado su deseo de revisar el tratado firmado el pasado día 1.
La otra gran reforma que propuso Sarkzoy prevé introducir una dosis de proteccionismo en la economía europea, como ya aplica Estados Unidos, "el país -dijo- más liberal del mundo".
Sarkozy propuso una cláusula en Europa que favorezca el consumo de productos locales y que reserve una parte de todos los contratos públicos a pequeñas y medianas empresas del Viejo Continente.
"Europa ha abierto todos sus mercados y los otros no han abierto ninguno", dijo el candidato, que aseguró que si en un año "no hay avances en la reciprocidad entre Estados", aplicará esas medidas de forma unilateral en Francia.
Europa centró las principales propuestas del mitin de Sarkozy, el mayor de su campaña electoral, con el que el presidente saliente pretende dar la vuelta a los sondeos que hasta ahora le sitúan por detrás de Hollande.
En una puesta en escena muy cuidada, Sarkozy fue presentado como una estrella de rock ante el entregado público que clamó: "Sarkozy presidente" o "Vamos a ganar".
Su intervención estuvo precedida de la de representantes de corrientes políticas que apoyan su reelección, de miembros del Gobierno, como el primer ministro, François Fillon, y de la ex primera dama Bernadette Chirac.
Todos ellos pidieron el voto para Sarkozy, al igual que figuras de la música o el cine, como los actores Gérard Depardieu y Christian Clavier, la actriz Emmanuel Seigner, esposa de Roman Polanski, o el cantante de origen argelino Enrico Macias.
También asistieron al mitin su esposa, Carla Bruni, y tres de sus hijos.
Sarkozy, que jalonó su discurso de constantes "he aprendido", destacó el balance internacional de su mandato y puso como ejemplo las intervenciones en Georgia o en Libia.
Aseguró que será "intransigente con la seguridad de Israel, que es un milagro de libertad y de democracia", pero también "con la creación de un Estado para el pueblo palestino".
También repasó su actuación para "salvar a Europa del hundimiento", durante la reciente crisis del euro, que aseguró que fue superada "gracias a la voluntad de Francia".
Sarkozy acabó su mitin tratando de levantar la moral de sus seguidores.
"Nos quedan dos meses. Ayudadme a construir esta formidable aventura, a derribar las certidumbres, a superarnos y hacer triunfar la verdad", indicó.
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