viernes, 10 de febrero de 2012

Indígenas panameños tomaron las oficinas de la Autoridad Nacional del Ambiente


Indígenas de la etnia Emberá-Wounaan ocuparon las oficinas de la Autoridad Nacional del Ambiente, en el distrito de Chepo, unos 60 kilómetros al este de la capital panameña, para denunciar la destrucción de selvas.

Elida Burgará, integrante del movimiento que dirigió la acción de fuerza, manifestó que "los indígenas estamos cansados" de que los taladores ingresen con motosierras a la selva y derriben árboles de cocobolo (Dalbergia retusa), para abastecer a la industria maderera.

La denuncia de Burgará surgió en medio de intensas protestas de los indígenas en Panamá para reivindicar los derechos ancestrales sobre la tierra y la protección de los recursos naturales, reseñó la agencia de noticias DPA.

Cada árbol maduro de cocobolo tiene un precio de 15.000 dólares, pero para llegar al tronco, que provee una madera selecta de uso en ebanistería, se destruyen otras especies. Además de cocobolo, ha sido denunciada la tala ilegal de árboles de caoba.

La penetración en áreas selváticas de colonos (grupos humanos desplazados de las provincias occidentales) provocó en los últimos meses incidentes con los Emberá-Wounaan, quienes exigen al gobierno la demarcación de territorios.

Tras los reclamos de los Emberá-Wounaan, autoridades de la ANAM decidieron crear una comisión para inspeccionar los embarques de madera y ordenaron la suspensión de los permisos de tala.



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