martes, 8 de noviembre de 2011

Pakistán: Alegato por la libertad de Asia Bibi


Todos los que conocen a Asia Bibi hablan de su entereza pese a la difícil situación en la que se ha visto envuelta. La presión tampoco ha podido con ella: «No soy una criminal, no hice nada malo. He sido juzgada por ser cristiana. Creo en Dios y en su enorme amor. Si el juez me ha condenado a muerte por amar a Dios, estaré orgullosa de sacrificar mi vida por Él».


Las tres hijas de Asia Bibi posan con una foto de su madre

LAHORE- Desde hace un año, Asia Bibi aguarda en el corredor de la muerte de una cárcel paquistaní a que se cumpla su injusta sentencia a la horca. Hasta la fecha, su condena a muerte, dictada por un juez de distrito, continúa pendiente de apelación en los despachos del Tribunal Superior de Lahore .

Esta cristiana, madre de tres hijas, podría convertirse en la primera mujer en Pakistán que es ejecutada por ahorcamiento. La vida de Bibi corre peligro, tanto dentro como fuera de prisión, ya que podría ser asesinada en cualquier momento por radicales islamistas.

El destino de la familia de Bibi no es más alentador: están condenados a vivir entre sombras, como fugitivos, sin dirección, mudándose de casa en casa, de barrio en barrio, de ciudad en ciudad, siempre alertas ante un posible ataque de los islamistas.

«Es desgarrador que Asia siga encerrada en una celda, esperando un año a que se revise su sentencia a muerte», declara a LA RAZÓN Ashiq Sidiqqi, el esposo de Asia Bibi, a quien encontramos en las oficinas de Sharing Life Ministry Pakistan, en el barrio cristiano de Lahore. Esta ONG se encarga de buscar refugio y ayuda económica a esta familia cristiana.

Con motivo del primer aniversario de su sentencia a muerte, este periódico ha reunido algunas voces destacadas del país asiático que están implicadas con la causa y claman por su libertad. De algún modo, salvar a Asia Bibi es salvar a Pakistán de las garras del fundamentalismo.

«Mis niñas temen perder a su madre»

«El amor de Dios es más grande, y con su ayuda, Asia no será ejecutada», dice esperanzado Ashiq. «Mis niñas están aterradas, tienen mucho miedo de perder a su madre. Todas las semanas me preguntan si tengo alguna noticia. Lo único que puedo decirles es que no sé cuánto tiempo más se tomará el Tribunal para empezar con la revisión del caso», explica el esposo de Bibi. Hace tres semanas, Asia fue agredida por una guardia de prisión, a quién las autoridades carcelarias suspendieron de sus funciones por tres meses. «Agradezco la cooperación que muestran las autoridades para proteger a mi mujer», subraya Ashiq, que reconoce que no hubiera sido posible sin la presión internacional.

Ahora, la familia de Bibi se ha mudado a Lahore, porque “ya no nos sentíamos seguros en Sheikhupura”, confiesa el marido.

“Asia Bibi es un símbolo para la comunidad cristiana de Pakistán”, declara Joseph Francis, director del Centro para Ayuda legal y Resoluciones (CLAAS) a cristianos acusados de Blasfemia.

Según Francis, Bibi y su familia “no tienen futuro en Pakistán”. “Para sobrevivir deberán abandonar el país”, lamenta este abogado cristiano, que mantiene las esperanzas de que el nuevo juez del Tribunal Superior de Lahore, Azmatula Sahid, “que es un hombre bueno” acelere el recurso de apelación de Bibi.

“Desgraciadamente, en Pakistán los cristianos no tenemos derechos”, denuncia Francis.

«Es un símbolo para los cristianos»

Joseph Francis, director del Centro para Ayuda Legal y Resoluciones (CLAAS, en sus siglas en inglés), atiende a cristianos acusados de blasfemia en Pakistán. De acuerdo con Francis, Bibi y su familia «no tienen futuro en este país asiático». «Para sobrevivir deberán abandonar Pakistán», lamenta este abogado cristiano, que, sin embargo, mantiene las esperanzas de que el nuevo juez del Tribunal Superior de Lahore, Azmatula Sahid, «que es un hombre bueno» –apunta– acelere el recurso de apelación de Asia Bibi. «Desgraciadamente, en Pakistán los cristianos no tenemos derechos», denuncia Francis que ha decidido dedicar su vida a defender los derechos de una minoría religiosa cada vez más perseguida en esa parte geográfica del mundo.

«Su salvación impediría que el país se hunda en el islamismo»

«La salvación de Bibi es necesaria para que el país no se hunda en manos de los islamistas», alerta una fuente diplomática del Vaticano. «Valoro mucho el apoyo internacional, en España, especialmente el del periódico de LA RAZÓN, para pedir la liberación de Asia Bibi», agradece la fuente. «Asia Bibi ha sido torturada en la cárcel. No puede seguir más tiempo allí. La única opción para mantenerla con vida es sacarla del país. De lo contrario, se expone a que alguien pueda asesinarla a la salida de la prisión», advierte la misma fuente de la Santa Sede. A su juicio, «el principal problema fue que su condena llegó en el peor momento. Ya había voces en el Parlamento paquistaní que pedían la derogación de la ley de la blasfemia. Esto intranquilizó a los islamistas y utilizaron la pena de muerte a Asia Bibi para instrumentalizar su causa».

«Si está viva, hay esperanza»

Peter Jacob, secretario general de la Comisión Nacional para la Justicia y Paz, con sede en Lahore, considera que la única solución para liberar a Bibi «está en manos del poder judicial». «Su caso ha adquirido una dimensión política, por lo que la fiscalía va tener que demostrar mucho coraje para solicitar una audiencia, debido a la sensibilidad del caso», continúa, antes de agregar que la muerte del gobernador de Punjab y el ministro de Minorías no ha sido en vano.

«La causa requiere más presión internacional»

El abogado paquistaní, Shahzad Karman reitera, resignado, que «hay que esperar a la resolución de la Corte de Lahore». «No hay ninguna otra opción», insiste Karman, que recuerda que el gobernador de Punjab, Salman Taseer fue asesinado por haber solicitado el perdón presidencial para Asia Bibi, antes de que la pena de muerte fuera revisada por el Tribunal Superior de Lahore. Shahzad propone convocar una plegaria mundial para salvar la vida de Bibi.

«Se merece el respeto de los musulmanes»

John Malek, arzobispo de Lahore, dice que «si el islam es una religión de amor y de paz, no es precisamente amor y respeto lo que está recibiendo Asia Bibi de sus compatriotas musulmanes». «Nunca antes en la historia de Pakistán las minorías han estado en una situación tan mala», manifiesta el pontífice paquistaní. «Desgraciadamente, Bibi se ha convertido en la punta de lanza con la que arremeten los extremistas. Estoy muy preocupado por el aumento del radicalismo. Los islamistas están usando la desinformación y la falta de educación para explotar el sentimiento antiamericano y anticristiano», denuncia.

«Es urgente un juicio justo»

Syed Liaqad Banuri, presidente de la Comisión por los Derechos Humanos y Ayuda a los Presos, lamenta que la justicia paquistaní no esté preparada para defender a los cristianos. También denuncia que «hay peticiones de revisión de sentencia por acusación de blasfemia acumuladas durante más de 8 años». Para este activista, «su caso va más allá de la justicia; es una cuestión religiosa y por eso, el Gobierno tiene las manos atadas. Teme la reacción de los integristas». «Bibi se merece un juicio justo; una defensa competente en el Supremo. Un juez de distrito no puede dictar la pena capital, asevera. «O hay más presión o Asia pasará años en la cárcel».

«La ley de la blasfemia es abusiva»

«¿Dónde está escrito que un musulmán no pueda beber agua del vaso de un cristiano?», se pregunta Sohail Johnson, director de Sharing Life Ministry Pakistán. Cree que la condena a Bibi ha sido «un error de interpretación del Islam, generado por la falta de conocimiento». Según este cristiano, hay expertos en Sharia (ley islámica) que critican la sentencia de Bibi, «pero ningún musulmán osaría realizar críticas en voz alta, porque saben que esto se paga con la muerte». «La ley de la blasfemia es abusiva e injusta», continua Johson, que no tiene esperanzas de que la ley pueda ser modificada.


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