Por Ángel Román Real
Oaxaca de Juárez, 21 de octubre. Cuando escuchamos en la televisión o leemos en los periódicos que: veintinueve mil niños menores de cinco años han muerto en Somalia y seiscientos cuarenta mil niños están gravemente desnutridos; setecientos cincuenta mil personas necesitan urgentemente alimentos en Etiopia; tres punto cinco millones de Keniano(a)s padecen de inanición y malnutrición, mil doscientos millones de personas alrededor del mundo están siendo azotadas por la hambruna, la peste del siglo XXI como algunos la califican; nos hace pensar y exclamar como los caritativos, nobles y piadosos mexicanos que somos: !pobres africanos que están muriendo de hambre¡ mas nunca pensamos o reflexionamos que no sólo en el África las personas están muriendo por la escasez de alimentos.
En México y específicamente en el estado de Oaxaca diariamente mueren personas a causa del hambre, la miseria y la pobreza en la que viven, pero como no es Lolita Ayala, López Dóriga o Adela Micha quien dice que la condición de vida de algunos mexicanos es muy similar a la de los africanos, tenemos la falsa idea que sólo en el África las personas están muriendo.
Según el CONEVAL, en el dos mil ocho había cuarenta y ocho punto ocho millones de pobres en México, para el dos mil diez el número de pobres aumento a cincuenta y dos millones, es decir, entre el dos mil ocho y el dos mil diez en México, hubo un aumento de tres punto dos millones de pobres. Lo cual pone en evidencia la crisis actual del capitalismo y la voracidad con la que flagela a los miles de pobres en México y en el mundo, aunque haya “intelectuales orgánicos” que traten de hacer que las cosas no parezcan tan precarias y digan que a pesar de que aumentó la pobreza en México, los mexicanos estamos “fregados, pero no tanto”, porque según el aumento de la pobreza fue menor al esperado.
En México son diez los municipios que son catalogados como de muy alta marginación (Metlatonoc, Guerrero; Coicoyan de las Flores, Oaxaca; Tehuipango y Mixtla de Altamirano, Veracruz; San Simón Zahuatlan, Oaxaca; Sitala, Chiapas; Santa Lucia Miahuatlán, Oaxaca; Santiago El Pinar, Chiapas; Santa María La Asunción, Oaxaca y Aldama, Chiapas) de los cuales cuatro se encuentran en Oaxaca, tres en Chiapas, dos en Veracruz y uno en Guerrero.
Metlatonoc es el primero y Coicoyan de las flores el segundo municipio más pobre y marginado de México, el cual se encuentra a ocho horas de la capital oaxaqueña; entre un “estrecho camino que bordea los cerros de la región mixteca se asciende al municipio de Coicoyán de las Flores, tierra que parece tocar el cielo, pero donde pocos se atreven a hablar del futuro. […] los niños mueren de enfermedades previsibles o abandonan a temprana edad la escuela. Familias completas no logran subsistir con sus magras cosechas y huyen para probar suerte en los campos agrícolas de Sinaloa, Baja California y Estados Unidos, en una travesía que pocas veces tiene retorno. En el "País de las Nubes", como bautizó Fernando Benítez a esta región, la situación de la gente está peor que hace un siglo. Los registros de la presidencia municipal indican que en 1913, 70 por ciento de la población no sabía leer y escribir y hoy este índice es de casi 80 por ciento” (La Jornada).
La vida de las personas que viven en Coicoyan no es tan distinta a la de áfrica, la pobreza, la miseria y el hambre es una realidad que viven todos los días. El hambre y la mal nutrición son hoy por hoy las peores calamidades que azotan salvajemente al orbe. La pobreza y la hambruna no es un problema exclusivo de África, sino es un fenómeno social que afecta al mundo entero, solo que a veces por nuestra falta de conocimiento sobre la situación social de nuestros paisanos, creemos que solo en el África se están muriendo (literalmente) de hambre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario