Marcelo Gullo
A partir del fin de la Guerra de Secesión (1865) existió, en los Estados Unidos, una perfecta armonía entre los intereses del estado norteamericano y los de la alta burguesía norteamericana. Una alianza que, luego de la Guerra de Secesión, puso en marcha un gran proceso de industrialización impulsado por el Estado y protegido de la competencia externa por fuertes restricciones tarifarias, pararancelarias y subsidios, tanto encubiertos como desembozados . Este proceso de industrialización generó una enorme inmigración europea hacia los Estados Unidos, retroalimentando un mercado interno en creación y crecimiento permanentes y generando un verdadero “círculo virtuoso de crecimiento” cosa que, a su vez, consolidó, aún más, la originaria unión de intereses entre la alta burguesía y el propio estado norteamericano. Aquello que era bueno para la alta burguesía norteamericana era, también, bueno, para el propio estado norteamericano.
Seguir leyendo...
*
Seguir leyendo...
*
No hay comentarios:
Publicar un comentario