Human Right Watch pidió la liberación de seis miembros de la oposición malasia que fueron arrestados durante las protestas en Kuala Lumpur el pasado 9 de julio, donde murió una persona y fueron detenidas otras 1.700.
"Es hora de que el Gobierno de Malasia reconozca que la democracia supone un compromiso con la oposición en lugar de enviarlos a la cárcel", afirmó Phil Robertson, subdirector para Asia de esta organización no gubernamental, a través de un comunicado.
Los seis detenidos, uno de ellos parlamentario, están acusados de distribuir material e instigar las protestas en favor de la reforma electoral.
El primer ministro malasio, Najib Razak, justificó las masivas detenciones de manifestantes, que luego fueron puestos en libertad, en que la protesta era "ilegal" porque ponía en peligro la seguridad y la convivencia en el país.
La legislación actual en Malasia concede a la Policía el derecho de detener indefinidamente sin juicio a cualquier persona que considere una amenaza para la seguridad nacional.
Se estima que 20.000 personas salieron a la calle en Kuala Lumpur para exigir una mayor transparencia en las leyes electorales el pasado 9 de julio.
Malasia lleva gobernada por la misma coalición de partidos desde la independencia, en 1965.
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