Un eurodiputado francés y dos italianos han apoyado las ideas del extremista de derecha que mató a 76 personas en Oslo. El galo fue suspendido y otro de ellos está siendo investigado. Escándalo por sus declaraciones
Tanta simpatía por un extremista como Anders Bheiring Breivik sentó mal hasta en su partido, que lo suspendió de inmediato. Pero ideas de este porte pueden encontrarse también en otros países de europeos. Dos eurodiputados, que representan a Italia en el poder legislativo de la Unión Europea, expresaron en estos días su comprensión por la ideología de Breivik, un radical cristiano islamófobo de extremaderecha.
Uno de ellos se llama Mario Borghezio y está afiliado a partido antiinmigrante Lega Nord, fuerza integrante del Gobierno de coalición de Silvio Berlusconi. Es también un abierto admirador de la periodista italiana Oriana Fallaci, conocida por su aberración al Islam y por difundir el término Eurabia, y por eso condenó que "esta masacre sirviera para condenar posiciones como la de Fallaci", una escritora que, antes de mutar a un odio extremo contra los musulmanes, fue guerrillera partisana durante la II Guerra Mundial.
Borghezio también indicó que le parecía sospechoso el hecho de que a pesar de sus ideas, Breivik hubiera podido girar libremente. Aunque "inestable", consideró que Breivik no debía ser tan criticado ante la opinión pública. "Los cristianos no deberían ser animales para sacrificar".
Por si no había quedado claro: la ideología del noruego de 32 años que causó una masacre el pasado viernes en la capital noruega es la misma que "la de Oriana Fallaci, la misma que yo he propugnado siempre", indicó en una entrevista radial. "Tengo el temor de que de esta execrable matanza sólo se aprovechen aquellos que están a favor de proyectos mundialistas y de la inmigración salvaje. Digo «no» a la criminalización de estas ideas. Otros tambien lo piensan, pero no les oigo decirlo".
Mientras la oposición de centroizquierda italiana pedía la dimisión de Borghezio a gritos, ha saltado en escena otro eurodiputado a defenderlo: Francesco Speroni, que fue ex ministro del primer gobierno de Silvio Berlusconi (1994-1995), no tardó en mostrar su apoyo a su compañero de partido. "Estoy con Borghezio. No creo que deba dimitir: he hecho afirmaciones que han sido instrumentalizadas".
No lo ha pensado así ni siquiera la misma Lega Nord, que ha pedido públicamente perdón a Noruega y a los parientes de las víctimas por los "delirios" de dos de sus miembros. La fiscalía de Milán, además, ha decidido abrir una investigación sobre Berghozio por sus afirmaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario