MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, ha comparado el movimiento 15M con el proceso de cambios que se ha desarrollado en esa nación sudamericana, al recordar que los indígenas también fueron unos "indignados" que comenzaron su lucha contra el "neoliberalismo" y la "discriminación" en "plazas" hasta lograr llegar al gobierno en 2006, cuando Evo Morales asumió el poder.
En una conferencia ofrecida este martes en el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid, García Linera habló de los "otros indignados que tuvieron la capacidad de convertir su indignación en indignación general y esa indignación general en poder", al referirse a los indígenas, que representan el 62 por ciento de la población boliviana.
Así, hizo un repaso por los hechos más destacados de la historia boliviana relacionados con el "proceso de sublevación, insurgencia y movilización social", el cual se afianzó a partir del año 2000 cuando miles de personas en el departamento de Cochabamba (centro de Bolivia) protestaron contra el proyecto de privatización del agua. "Ese fue el detonante para la visibilización potente del movimiento indígena campesino", ha enfatizado.
A partir de entonces "se armó un bloque especial que deliberaba en las plazas", donde insistían en que "no iban a permitir la privatización del agua", un movimiento que, según el vicepresidente, "nunca se había visto" en Bolivia porque los indígenas y los sectores más pobres eran blanco de "una especie de apartheid", producto de la "exclusión política, social y cultural". "Ellos eran vistos como ciudadanos de segunda", ha afirmado.
Entre los años 2000 y 2003, "lo que fue un brote local encuentra eco en otros departamentos y otros sectores" en Bolivia. "Hubo una irradiación territorial de la indignación" que puso en evidencia la "crisis de las ideas dominantes", así como la "crisis de institucionalidad estatal", ha recordado.
En ese período "cuatro leyes son detenidas y sustituidas por proyectos promovidos por los sectores alternos", ha asegurado García Linera, quien ha denominado esta etapa como el "empate catastrófico" porque fue cuando emergieron "dos bloques de poder (el gobierno y los "indignados") con capacidad territorial y de organización pero, sobre todo, con voluntad de poder".
Sin embargo, la "revolución más profunda" tuvo lugar en diciembre de 2005 cuando Morales resultó electo presidente porque se produjo una "modificación de las élites del gobierno", a pesar de que todavía "muchos no aceptan que un indígena gobierne en Bolivia", debido a que el "neoliberalismo representa la falta de lazos".
"CREAN FUTURO"
En su discurso, García Linera ha aplaudido las iniciativas que han tenido lugar en España y que se han extendido en Europa porque considera que "los indignados y rebeldes crean futuro" y es "el salto del sin futuro a un futuro real la clave de la dominación pasiva a la insurgencia, al quiebre de la hegemonía".
"La gente lucha porque cree que tiene un futuro", ha manifestado el vicepresidente, al subrayar que lo importante es "saber que se puede cambiar las cosas, que se puede cambiar el orden aparente del mundo".
En este sentido, García Linera ha enfatizado que en estos movimientos suele predominar una "voluntad de poder" que no puede confundirse con la "lucha de poder" con fines electorales. "Es sentir que uno puede hablar de tú a tú con el dominante y plantear cosas mejores para la sociedad", ha precisado.
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