sábado, 11 de junio de 2011

Despiste, ignorancia, desprecio o exclusión


Quiero
saludar y agradecer en primer lugar la iniciativa de la Cátedra Unesco de la UPNA por organizar unas jornadas Raíces de la violencia de género y claves para su erradicación los días 14, 15 y 16 de junio. En segundo lugar, mostrar mi admiración por las personas que van a tomar parte en la misma, a las que en su gran mayoría conozco personalmente y soy testigo de su bien hacer en cuanto a análisis y trabajo práctico.

En tercer lugar, mostrar mi asombro al leer los objetivos programa y ponentes y comprobar que no aparece nada ni nadie del movimiento feminista de Navarra (desde el año 1980 ha sido pionero con sus análisis y práctica en el tema de violencia de género, motivo por el cual Navarra es considerada una comunidad con más sensibilidad y recursos). Y tampoco del rico y variado movimiento específico contra la violencia de género: Lunes lilas, Plataforma contra la Violencia sexista, Andrea, Aprodem, Argitxu, Colectivo por los Buenos Tratos, grupos de mujeres en barrios y pueblos, además de experiencias ligadas a ayuntamientos. Mucho menos se ve la voz de las afectadas directamente y sus familiares, que insisten en dejar de ser víctimas para pasar a ser supervivientes y ciudadanas con sus propios análisis, exigencias y recursos. Por cierto, ellas, junto al movimiento creado y la sensibilidad de algunas políticas, fueron las que consiguieron que Navarra tuviera una casa de acogida y centro de atención pionero en el Estado español en el año 1982.

En el programa se dice: "En la actualidad existe un cierto consenso acerca de la gravedad que entraña esta violencia pero, a pesar de la sensibilidad social -deudora de las luchas feministas- y de los recursos institucionales activados en torno a ella, afinar asimismo nuestro diagnóstico sobre la actualidad, prestando atención a la valoración de lo que se ha venido realizando estos últimos años; por último, conocer o proponer estrategias de prevención e intervención concretas". Y mi pregunta es ¿cómo se va a hacer esto, sin escuchar la voz y análisis de los movimientos de aquí? Voz que conoce bien nuestra realidad y lleva años denunciando las carencias, empujando el desarrollo de las leyes de 2002 y 2004 que van poco a poco guardando cuestiones en los cajones cuando no retrocediendo y/o haciendo actuaciones electorales y prepotentes como el centro integral de Estella-Lizarra. ¿Cómo se va a hacer sin oír las propuestas y análisis de las más afectadas? Cierto que esto último probablemente se intente analizar desde la ponencia del centro integral de atención a la mujer del Ayuntamiento de Tudela y desde el SAM pero no es suficiente si de verdad queremos valorar lo que se ha venido haciendo y proponer estrategias de prevención e intervención concretas. Y ello, escuchar lo nuestro, no excluye, al contrario, los magníficos análisis de otras personas, también expertas en la materia como son quienes participan en las jornadas.

En cuarto lugar, considero que el resultado de esa exclusión conlleva inconscientemente avalar la idea de que nadie es profeta en su tierra y no creo que ese sea el deseo de la cátedra Unesco de la UPNA ya que sería un erróneo planteamiento pedagógico y pone en entredicho las palabras expresadas por su rector Julio Lafuente: "La UPNA continuará tratando de mejorar en docencia, en investigación, en transferencia, pero también en compromiso social aquí".

En quinto lugar, lo que me parece muy preocupante es el resultado, o sea, que estos análisis no van a estar en la formación de las personas que van a acudir, muchas de ellas influyentes por su cargo o trabajo profesional en el desarrollo de una política integral en materia de violencia de género con vías de interlocución para todos los agentes sociales de Navarra. Debatir, reflexionar y no ser complacientes con lo existente es un objetivo que seguro persiguen quienes organizan estas jornadas pero difícil de conseguir ignorando o excluyendo.

Tere Sáez

Técnica de Igualdad

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