Polonia culminó una de las carreras por la presidencia más reñidas de sus 21 años de democracia. Según los resultados oficiales, publicados a la 2.15 y con un 95% de los votos escrutados, el candidato de la derecha liberal, Bronislaw Komorowski, fue el ganador de la segunda vuelta de las elecciones de ayer. Obtuvo un 52.63% de los sufragios. Su rival, el ex primer ministro conservador Jaroslaw Kaczynski, se situó a poca distancia (47.37%), pero no logró adelantar a su adversario.
La participación, del 54%, fue similar a la de la primera vuelta
A pesar de que se preveían unas elecciones muy reñidas, Kaczysnki decidió felicitar a su adversario con los datos de los sondeos a pie de urna, que también vaticinaban un recuento de infarto. "Tengo que empezar felicitando al ganador", dijo Kaczysnki, de 61 años, que agradeció el apoyo de sus simpatizantes en su lucha por la "vuelta de los valores y del patriotismo" poco después de difundirse las encuestas.
A la espera de los resultados finales, todo indica que Komorowski, de 58 años y candidato de la Plataforma Cívica (PO, derecha liberal), será el jefe de Estado de Polonia durante los próximos cinco años. Las encuestas le daban entre el 51% y el 53% de los votos, mientras el aspirante de Ley y Justicia (PIS, derecha conservadora) conseguía entre un 47% y un 49%. Jaroslaw Kaczynski es el hermano del último presidente, Lech Kaczynski, que falleció en un accidente de avión en abril pasado.
"Ha ganado la democracia polaca", señaló Komorowski tras conocer los primeros sondeos, en referencia a la participación registrada en la jornada electoral, que superó el 54,82%, una cifra similar a la registrada en la primera vuelta.
La victoria de Komorowski, de confirmarse, allanaría el camino al Gobierno actual, liderado también por su partido, para acelerar las reformas estructurales que, a su juicio, necesita el país, y que afectan a la sanidad, las pensiones, la administración pública y algunos sectores económicos. Además, el Ejecutivo necesita poner en marcha medidas de austeridad para reducir su déficit público por debajo del 3% (terminará el año en el 6,9%, según las previsiones) si quiere entrar en la zona euro. Polonia fue el único país de la UE que logró escapar de la recesión económica el año pasado.
Con un jefe de Estado de su parte, el Gobierno cuenta con un aliado teórico. La Constitución polaca establece un papel más representativo que ejecutivo para el presidente, cuyo poder reside en el derecho de veto de las leyes que aprueba el Parlamento, lo que en la práctica suele paralizar o ralentizar la acción del Gobierno. El anterior presidente, Lech Kaczynski, utilizó este poder o amenazó con utilizarlo en más de una ocasión y los analistas temían que su hermano siguiera sus pasos.
La batalla entre Komorowski y Kaczynski durante las últimas semanas ha sido complicada. El candidato liberal se había mantenido como favorito, pero la tendencia ha ido cambiando a favor de su adversario, que consiguió forzar una segunda vuelta. Los analistas consideran que, mientras Komorowski ha resultado ser un candidato más flojo de lo esperado y poco atractivo para los más jóvenes, Kaczynski ha cambiado su habitual tono agresivo y ha hecho una campaña mucho más moderada que en anteriores ocasiones, prometiendo que intentaría ser un buen presidente para todos los polacos.
"He votado a Kaczynski, porque él es mejor para la gente de la calle, los trabajadores y los agricultores", dijo ayer Stanislaw Przybysz, que vende miel en las calles de Varsovia, informa Reuters. "Yo he votado por Komorowski porque creo que su programa es mejor para el desarrollo económico de Polonia y la gente joven", dijo Agnieszka Kranz, secretaria de 20 años.
Tanto Kaczysnki como Komorowski participaron en la lucha del sindicato Solidaridad, que propició la caída de la dictadura comunista en 1989, y comparten los valores conservadores, pero representan a dos Polonias diferentes. El candidato de la Plataforma tiene la mayoría de sus apoyos en los jóvenes profesionales y las ciudades; el candidato de Ley y Justicia, en los mayores, el campo y los defensores de la tradición. Sus estilos son también diferentes: Komorowski, actual presidente del Parlamento, es más proeuropeísta y partidario de las políticas orientadas al mercado, mientras Kaczynski, que fue primer ministro entre 2006 y 2007, cuenta con un mayor apoyo en la Iglesia, se opone a los recortes del gasto público y a las privatizaciones, y recela de las grandes empresas y de la Unión Europea.
La campaña electoral ha estado marcada por la sombra del accidente aéreo que el 10 de abril pasado acabó con la vida del presidente, su esposa y otros 94 pasajeros, muchos de ellos altos cargos políticos y militares, en la localidad rusa de Smolensk. Ayer, Jaroslaw Kaczynski se emocionó cuando recordó la tragedia que acabó con la vida de su hermano, lo que no impidió que cerrase su intervención con un "Polonia es lo más importante", que arrancó los aplausos de sus partidarios.
"Ahora hay que movilizarse y prepararnos para las Parlamentarias [en la segunda mitad de 2011]", dijo. Aunque se confirme su derrota, lo cierto que es que el ascenso del político ultraconservador en las encuestas le refuerza como futuro candidato en las elecciones legislativas del año que viene.
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