jueves, 5 de noviembre de 2009

La aprobación a Correa bajó 28 puntos en lo que va del régimen


En dos años y nueve meses, la aprobación a la gestión del mandatario Rafael Correa cayó 28 puntos: pasó del 73% que tenía en enero del 2007 al 45% de octubre pasado, señala la última encuesta de Cedatos, que entrevistó a 1.668 personas en Costa, Sierra y Amazonía.

A lo largo de ese periodo, la cifra experimentó altos y bajos, según la coyuntura nacional.

Así, por ejemplo, la aprobación del Presidente llegó a su “pico” más alto en marzo del 2007, cuando se realizó la consulta popular que dio paso a la Asamblea Constituyente. En esa ocasión, el sí obtuvo el 80% de los votos válidos.

Tras una baja sostenida, la cifra repuntó durante la campaña para la elección de asambleístas en el 2007. Correa promocionó personalmente a los candidatos de su movimiento PAIS, tanto en las piezas publicitarias como en sus recorridos y mítines

El director de Cedatos, Polibio Córdova, explica que la publicidad de la campaña situó la aprobación al Presidente en niveles superiores al 70%, pero luego volvió a descender.

La tendencia se revirtió, sin embargo, luego del ataque del Ejército colombiano a un campamento clandestino de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Angostura. En ese incidente murió el líder del grupo insurgente Raúl Reyes.

“Correa llevó adelante una protesta nacional e internacional para defender la soberanía”, recuerda Córdova.

Más adelante, otra campaña electoral colaboró con el repunte de la popularidad del Mandatario: la del referéndum constitucional. El sí obtuvo el 72% de la votación.

Los momentos más difíciles de la gestión del Presidente comenzaron a generarse, según las mediciones de Cedatos, a principios del 2009.

El primer conflicto surgió con la noticia de una vinculación del ex subsecretario de Gobierno, José Ignacio Chauvin, con la red de supuestos narcotraficantes liderada por los hermanos Ostaiza y las denuncias de un presunto aporte a la campaña presidencial del 2006 por parte de las FARC.

En abril de ese año, no obstante, se produjo la elección presidencial. El Mandatario ganó en primera vuelta con el 45% de la votación.

Las denuncias de corrupción contra su círculo de colaboradores efectuadas por su hermano Fabricio y las protestas de los maestros, el movimiento indígena y las universidades también afectaron su aceptación.

Córdova advierte que las campañas electorales permiten al Gobierno mejorar la puntuación de su imagen; de ahí que necesite una nueva para revertir la tendencia de descenso que experimenta hace meses.

El ex diputado socialcristiano Luis Fernando Torres opina que, en vista de que no hay una elección en los próximos cuatro años, “hay que tener mucho cuidado con promover una campaña de revocatoria del mandato, porque la usará como instrumento para reactivar a sus bases políticas y ganar más adeptos a su gobierno”.

Hace dos semanas, en la presentación de su libro ¡Nunca mordaza!, el periodista Carlos Vera planteó la idea de recoger un millón de firmas para pedir la revocatoria del mandato.

En un artículo de opinión publicado en este Diario el pasado 29 de octubre, el analista Manuel Gómez indicó que es mejor que el Presidente “se desgaste solito”. “Si se empeña en distribuir antes que en producir; en el manejo burocrático por encima del manejo privado; en limitar libertades antes que garantizarlas; en fin, en caminar hacia un enterrado modelo cubano-venezolano; su fracaso –y tristemente el del país– llegará tarde o temprano”, dijo.

Según Cedatos, el 35% de los encuestados está de acuerdo con revocar el mandato al Jefe de Estado. El 58% no lo acepta porque considera que los cambios de presidentes han sido negativos para el país.


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