Este colectivo ha remitido un
comunicado en el que valora de manera muy positiva una jornada que «fue
un punto de inflexión, miles de mujeres, algunas organizadas y muchas
miles sin organizar vieron claro que salir a la calle, reivindicar en
colectivo, caminar juntas, y alzar nuestras voces contra el sistema
heteropatriarcal que nos oprime y nos ahoga es necesario para que esto
dé la vuelta».
Una de las movilizaciones del pasado 8 de marzo, en este caso en Bilbo. (Luis JAUREGIALTZO / ARGAZKI PRESS)
«Hemos demostrado que somos un movimiento que tiene fuerza y músculo para defender lo que nos corresponde. Hemos dejado bien claro que lo queremos todo y lo queremos ya, que no vamos a seguir esperando», añade.
El Movimiento Feminista de Euskal Herria apunta que «hasta ahora no nos han hecho caso y nos han acusado de ser una minoría, pero ya no van a poder seguir haciéndolo».
«Hay muchas cosas que pueden hacer ya, empezando por poner fin a la subcontratación y la precariedad en los sectores feminizados. Les decimos que a nosotras más que el techo de cristal nos preocupan los suelos pegajosos donde están las más precarizadas, las migrantes, las empleadas de hogar. Y aquí también pueden hacer algo ya, como controlar a quienes desde Lanbide tratan a las perceptoras de la RGI como si fueran delincuentes, en vez de garantizar derechos», remarca.
El colectivo feminista ha criticado «la tibieza« del PNV por haberse limitado a «concentrarse durante 15 minutos mientras apela a la responsabilidad de la sociedad», cuando «poner los medios para conseguir la igualdad y el fin de la violencia contra las mujeres es responsabilidad de quien gobierna».
«Queríamos una huelga que desbordara y lo hemos conseguido. Hemos hecho realidad una huelga feminista, que ha ido mucho más allá de lo laboral, y que ha servido para volver a convertir el 8 de marzo en un día reivindicativo y combativo», ha sentenciado.
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