El presidente de la República, Rafael Correa, se refirió a la decisión de revertir el comodato que el Estado ecuatoriano mantenía con la Conaie respecto de un edificio, sede de la rganización indígena, en el norte de Quito.
Con duros términos el mandatario criticó
que, según el comodato suscrito en 1991, la Conaie debía utilizar el
edificio para actividades socio-organizativas, sin embargo, a su criterio, se utilizó para hacer política y oposición al gobierno, lo cual está expresamente prohibido por la Ley de Bienes Públicos.
Reconoció la lealtad de la secretaria de Estado, Betty Tola,
que pese a su cercanía a la Conaie asumió la decisión de revertir el
comodato. El presidente comentó que esa es una decisión que la quería
tomar desde 2011, sin embargo el sector de “izquierda romántica” que hay en el gobierno le persuadió de no hacerlo.
Ante las declaraciones de la asambleísta Lourdes Tibán,
por las cuales afirmaba que miembros del bloque legislativo de Alianza
País se acercaron donde ella a expresarle solidaridad ante la decisión
de revertir el comodato, el presidente Correa expresó que “no sería la primera ni la última puñalada”.
Recordó que durante el 30S muchos asambleístas de su movimiento no le
expresaron la solidaridad, como presuntamente lo han hecho con Tibán.
Reiteró que la Conaie ya no representa a
los indígenas pues, en las regiones con mayor presencia indígena ha
ganado el movimiento oficialista. “Se ponen un poncho y están por encima del bien y del mal”,
manifestó el mandatario en contra de las declaraciones de Nina Pacari
expresando que el movimiento indígena tiene derecho sobre el edificio.
Matizó, sin embargo, sus criticas diciendo que si bien la Conaie ha
destrozado el comodato “hay dirigentes indígenas que son referentes de vida para mí”.
El presidente aprovechó su enlace para
criticar, además, al bufete de abogados Pérez, Bustamante & Ponce
por defender a las petroleras y emitir reportes sobre libertades y
facilidades para hacer negocios en el Ecuador, a los que Correa no da
crédito ni credibilidad. Incluso comentó que los abogados de ese bufete podrían ser traidores a la patria y le haberle hecho mucho daño al país.
En relación a lo que expresó la semana
pasada sobre el ex canciller y ex alto comisionado de las Naciones
Unidas sobre Derechos Humanos, José Ayala Lasso, a
quién acusó de haber firmado el acuerdo de la base de Manta, Correa
rectificó diciendo que no fue él el canciller que suscribió ese convenio
internacional sino Benjamín Ortiz. Sin embargo, dijo que a diferencia
de Ayala Lasso, que condecoró al dictador argentino Videla,
el actual Ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, fue
condecorado por el gobierno argentino por su apoyo a la tesis argentina
de soberanía sobre las islas Malvinas y por el caso de los fondos
buitres.
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