El presidente de Filipinas y el dirigente del principal movimiento
separatista musulmán firmaron el jueves en Manila un acuerdo de paz
histórico para poner fin a uno de los conflictos más largos y
sangrientos de Asia.
"Este acuerdo detallado sobre (la región de) Bangsamoro corona
nuestro combate", declaró Murad Ebrahim, jefe del Frente Moro Islámico
de Liberación (MILF). Bangsamoro es un término que designa un territorio
musulmán en esta región.
El MILF se comprometió a deponer las armas a cambio de la creación de
una región autónoma en el sur del archipiélago, en la isla de Mindanao,
un territorio musulmán en un país con un 80% de católicos.
Esta ceremonia oficial es el colofón de meses de negociaciones entre
el movimiento rebelde y una delegación gubernamental, impulsadas por el
presidente Benigno Aquino.
"Ahora tenemos ante nosotros un camino que puede llevar a un cambio
permanente en la isla musulmana de Mindanao", declaró el presidente en
la ceremonia ante miles de personas.
Los cinco millones de musulmanes filipinos (sobre una población que
ronda los 100 millones) consideran el sur del país como su tierra
ancestral desde la llegada de mercaderes procedentes de Arabia en el
siglo XIII. El MILF luchó por su independencia pero al final aceptó la
creación de una región autónoma.
Las negociaciones entre representantes del gobierno y el MILF
concluyeron con éxito en enero pasado. La rebelión comenzó en los años
70 y se cobró unas 150.000 vidas, convirtiéndose en una de las más
largas y sangrientas de Asia.
El movimiento rebelde se comprometió a desarmar a sus aproximadamente
10.000 hombres, siguiendo el modelo aplicado en Irlanda del Norte.
La región autónoma, que abarcará un 10% del territorio filipino,
contará con su propia policía, con un parlamento regional y con potestad
para recaudar impuestos. Los temas de defensa quedarán, por el
contrario, bajo control del gobierno central.
Los dirigentes de MILF estarán al frente de una autoridad provisional
en la región, antes de la celebración de elecciones regionales en 2016.
Será un gobierno laico.
Pero tanto el MILF como el gobierno y los observadores independientes
coinciden en que el acuerdo no garantiza de por sí una paz duradera y
prevén numerosos obstáculos en el camino antes de mediados de 2016,
cuando termina el mandato de Benigno Aquino.
Entre estos escollos destaca la existencia de otros grupos
guerrilleros, como los Combatientes Islámicos para la Libertad de
Bangsamoro (BIFF), que podrían intentar echar abajo los acuerdos
lanzando ataques en el sur del país.
"Seguiremos luchando contra el gobierno porque queremos la
independencia y nada más", declaró por teléfono a la AFP Abu Misry Mama,
portavoz del grupo.
Otro grupo disidente rebelde, el MNLF, rival del MILF, había
concluido un acuerdo con el gobierno central en 1996 que se ha saldado
en un fracaso.
Además la aplicación del acuerdo necesita previamente que el Congreso vote una "ley fundamental".
Pero los políticos católicos del sur del país se oponen a este
acuerdo de paz, que podría marginarlos. Según los analistas harán todo
lo posible para postergar la ley en el parlamento.
Y todo apunta a que presentarán un recurso ante el Tribunal Supremo.
Esta corte ya retocó en 2008 un acuerdo anterior. Los jueces estimaron
inconstitucional colocar bajo control del MILF amplias porciones del
territorio nacional.
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