Durante una masiva movilización en apoyo a la
revolución bolivariana, la primera desde la del miércoles pasado en la
que tres manifestantes fueron asesinados, el presidente Nicolás Maduro
pidió a Leopoldo López, el dirigente opositor con pedido de captura por
esos hechos, "que se entregue". "Cobarde, fascista, te estamos
buscando", exclamó el mandatario, quien además acusó al expresidente
Colombiano Álvaro Uribe ser un de los que está detrás, "financiando y
dirigiendo" un intento de derrocamiento en Venezuela.
En
una concentración convocada por el oficialismo contra el "fascismo",
Maduro reiteró que los recientes hechos de violencia en Caracas fueron
provocados por los grupos de oposición que buscan derrocarlo y "llenar
al país de violencia" y calificó a Uribe como "enemigo de Venezuela" que
"financia y dirige estos movimientos".
"Pretendían a través de un canal de televisión antivenezolano hacer lo mismo que hicieron el 11 de abril de 2002 (cuando el fallecido presidente Hugo Chávez fue sacado del poder) y comenzar a generar zozobra, miedo y odio en Venezuela", señaló y aseguró que con las imágenes se pretendía "justificar lo injustificable" y llevar "a nuestro país a un escenario de desestabilización que justifique un golpe de Estado contra el pueblo".
"Decidió sacarlo (de la programación). Que se vaya con su veneno al diablo. A Venezuela no lo van a venir a desestabilizar, a llenar de violencia un canal antivenezolano, antibolivariano, fascistoide, que se vaya con su fascismo al carajo y deje tranquilo al pueblo", indicó.
Maduro dijo que con la marcha oficialista se buscaba repudiar las acciones de violencia que la oposición generó, "convocando públicamente a fórmulas inconstitucionales para derrocar al gobierno legítimo que presido". Asimismo, recalcó su acusación contra el dirigente opositor Leopoldo López de haber instigado el brotes de violencia y ahora "muy cobardemente".
La manifestación de varias miles de personas estuvo acompañada por actividades deportivas y musicales avanzó hacia la céntrica avenida Bolívar. El gobierno invitó a marchar después que el miércoles una manifestación de estudiantes opositores degeneró en violencia, dejando tres muertos y 66 heridos, mientras el gobierno acusó a la oposición de promover los hechos con el propósito de derrocarlo.
La movilización salió de la Plaza Venezuela, en el este de la ciudad, donde se vieron carteles de apoyo al gobierno y de repudió a los "fascistas" de la oposición, entre ellos al dirigente Leopoldo López, quien fue acusado de instigar la violencia política. El vicepresidente Jorge Arreaza destacó que se trató de una manifestación por la paz y contra los violentos.
"El pueblo de Simón Bolívar y Hugo Chávez marcha por la paz, el trabajo, el estudio, nuestro futuro de igualdad y patria", dijo el funcionario, en tanto que el ministro para Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina, señaló que la fuerza revolucionaria salió a la calle para mostrar la solidaridad y la paz que quieren para Venezuela.
El canciller Elías Jaua dijo que en el país hay garantías para manifestarse en paz, pero recalcó que el Estado está obligado a actuar contra los brotes de violencia de "grupos fascistas" que debe ser respondida por el Estado.
El líder opositor Henrique Capriles insistió en que para promover la paz en Venezuela se deben "desarmar los grupos a los que el mismo gobierno les dio las armas". "Venezuela necesita un gobierno que actúe de forma seria y responsable. Aquí reina la irresponsabilidad, la mentira. Para acabar con la impunidad, lo que tienen que hacer es dejar de obligar a los jueces a actuar como militantes de un partido político", dijo.
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