Las aportaciones empiezan a 'fugarse' hacia África y Asia.
Agencias
MÉXICO, D.F.- Las organizaciones no gubernamentales (ONG) viven aprietos financieros porque, aunque las causas contra las que tienen qué lidiar están al alza, las contribuciones para financiarlas se encuentran a la baja.
"La cooperación internacional se está yendo de México y América Latina hacia las zonas más empobrecidas y con fuertes conflictos en Asia y África", señaló la experta Susana Cruickshank, coordinadora de Desarrollo Institucional y Procuración de Fondos del azteca Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde), publica ANSA Latina.
"Cada vez hay menos recursos, pues los grandes fondos como los de Rockefeller o Gates prefieren invertir (en empresas) y los recursos de la filantropía se dirigen cada vez más a África y menos a América", dijo Laura Calleros, del Centro para Emprendedores de la Universidad Anáhuac Sur.
"Las ONG necesitan explorar cómo generar sus propios ingresos", alertó la investigadora al sitio digital Expansión.
Las donaciones, en efecto, tanto nacionales como extranjeras, han descendido drásticamente, en especial en el caso de las ONGs que aglutinan a las víctimas del crimen o luchan a favor de una mayor seguridad.
La situación es especialmente preocupante en un país que cumple casi siete años de una espiral de violencia que ha arrojado casi 100,000 muertos, 27,000 desaparecidos y unos 250,000 desplazados, según cifras oficiales e independientes.
Especialistas reunidos en el panel "seguridad ciudadana en la agenda de la cooperación internacional y de filantropía cooperativa en México" pusieron esta semana el dedo en la llaga sobre la dramática disminución de la ayuda doméstica y foránea a las organizaciones de la sociedad civil.
Según los participantes en el encuentro auspiciado por el Insyde, las empresas nacionales no invierten en filantropía orientada a la seguridad ciudadana.
El Foundation Center, que reúne información de filantropía a nivel mundial, reveló que hace una década México figuraban en el lugar número siete entre los receptores de más donativos, pero ahora sitúa en el número 10, después de China, India y Suecia.
"El brinco es dramático en términos de dinero", dijo Guadalupe Mendoza, de la Fundación William y Flora Hwelett.
Cruickshank afirmó que los países desarrollados "aún tienen una responsabilidad de cooperación internacional con países de ingresos medios" como Colombia, Brasil o México.
Ante este panorama, organizaciones civiles han comenzado a buscar modelos que les permitan no sólo sobrevivir, sino obtener fondos para sacar adelante sus proyectos y seguir ayudando.
Lo importante es que esta microfinanciera, la primera en el mundo en convertirse en empresa pública, era 17 años antes una ONG sin fines de lucro que nadie quería tomar en serio.
Otras organizaciones similares, como Échale a tu casa, Fundación Vigas, Unidos, Echery Pottery, Ojos que sienten y el Instituto Mexicano de Investigación de Familia y Población, siguieron el mismo esquema adoptando un "modelo de negocio" para obtener los recursos que les permitan crecer.
Julio Salazar, director de la consultora Cirklo, afirmó que el número de ONG que crearán una empresa o un proyecto rentable en su interior crecerá en el futuro aunque el 85% siguen "en su zona de confort" trabajando con donativos.
Se calcula que en México, hay alrededor de 35,500 organizaciones de la sociedad civil, pero sólo una minoría considera generar sus propios ingresos.
MÉXICO, D.F.- Las organizaciones no gubernamentales (ONG) viven aprietos financieros porque, aunque las causas contra las que tienen qué lidiar están al alza, las contribuciones para financiarlas se encuentran a la baja.
"La cooperación internacional se está yendo de México y América Latina hacia las zonas más empobrecidas y con fuertes conflictos en Asia y África", señaló la experta Susana Cruickshank, coordinadora de Desarrollo Institucional y Procuración de Fondos del azteca Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde), publica ANSA Latina.
"Cada vez hay menos recursos, pues los grandes fondos como los de Rockefeller o Gates prefieren invertir (en empresas) y los recursos de la filantropía se dirigen cada vez más a África y menos a América", dijo Laura Calleros, del Centro para Emprendedores de la Universidad Anáhuac Sur.
"Las ONG necesitan explorar cómo generar sus propios ingresos", alertó la investigadora al sitio digital Expansión.
Las donaciones, en efecto, tanto nacionales como extranjeras, han descendido drásticamente, en especial en el caso de las ONGs que aglutinan a las víctimas del crimen o luchan a favor de una mayor seguridad.
La situación es especialmente preocupante en un país que cumple casi siete años de una espiral de violencia que ha arrojado casi 100,000 muertos, 27,000 desaparecidos y unos 250,000 desplazados, según cifras oficiales e independientes.
Especialistas reunidos en el panel "seguridad ciudadana en la agenda de la cooperación internacional y de filantropía cooperativa en México" pusieron esta semana el dedo en la llaga sobre la dramática disminución de la ayuda doméstica y foránea a las organizaciones de la sociedad civil.
Según los participantes en el encuentro auspiciado por el Insyde, las empresas nacionales no invierten en filantropía orientada a la seguridad ciudadana.
¿Donativos de caridad?
El problema es que "la filantropía cooperativa" en México cree que hace "donativos de caridad" cuando se trata de actos de "responsabilidad social", dijo Cruickshank.El Foundation Center, que reúne información de filantropía a nivel mundial, reveló que hace una década México figuraban en el lugar número siete entre los receptores de más donativos, pero ahora sitúa en el número 10, después de China, India y Suecia.
"El brinco es dramático en términos de dinero", dijo Guadalupe Mendoza, de la Fundación William y Flora Hwelett.
Cruickshank afirmó que los países desarrollados "aún tienen una responsabilidad de cooperación internacional con países de ingresos medios" como Colombia, Brasil o México.
Ante este panorama, organizaciones civiles han comenzado a buscar modelos que les permitan no sólo sobrevivir, sino obtener fondos para sacar adelante sus proyectos y seguir ayudando.
De ONG a empresa pública
Por ejemplo, en 2007, el Banco Compartamos realizó una oferta pública inicial (OPI) de acciones en la Bolsa Mexicana de Valores.Lo importante es que esta microfinanciera, la primera en el mundo en convertirse en empresa pública, era 17 años antes una ONG sin fines de lucro que nadie quería tomar en serio.
Otras organizaciones similares, como Échale a tu casa, Fundación Vigas, Unidos, Echery Pottery, Ojos que sienten y el Instituto Mexicano de Investigación de Familia y Población, siguieron el mismo esquema adoptando un "modelo de negocio" para obtener los recursos que les permitan crecer.
Julio Salazar, director de la consultora Cirklo, afirmó que el número de ONG que crearán una empresa o un proyecto rentable en su interior crecerá en el futuro aunque el 85% siguen "en su zona de confort" trabajando con donativos.
Se calcula que en México, hay alrededor de 35,500 organizaciones de la sociedad civil, pero sólo una minoría considera generar sus propios ingresos.
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