OCTAVIO VÉLEZ ASCENCIO/Foto: MARIO JIMÉNEZ LEYVA
México ha eliminado
el aporte de la población negra de Oaxaca, Guerrero y Veracruz, "para
construir una historia blanca", afirmó el coordinador de la Alianza para
el Fortalecimiento de las Regiones Indígenas y Comunidades
Afromexicanas (AFRICA), Israel Reyes Larrea.
El activista por el reconocimiento constitucional del pueblo negro afromexicano, originario de Santa María Huazolotitlán, sostuvo que mientras esa historia de los aportes del pueblo negro en la construcción de la identidad mexicana siga secuestrada y sea liberada solamente en los círculos académicos y científico nacionales e internacionales, "jamás podrá ser accesible para los herederos de aquellos africanos traídos de manera forzada a estas tierras".
Por eso hoy ---anotó---, los negros de la costa chica de Oaxaca y Guerrero, así como de Veracruz, Chiapas, Michoacán y de otros estados, "tienen que inventar historias y leyendas, acerca de sus orígenes e identidad, pues no hay en los libros de textos de educación básica, en esos libros gratuitos, una historia que les permita conocer la grandeza de sus antepasados".
Expuso que si bien habrá seguramente buenos y excelentes trabajos académicos, el pueblo negro requiere conocer su historia en los archivos y los esfuerzos actuales por su reconocimiento constitucional y cultural.
Es tiempo ya, anotó, que quienes han dedicado una buena parte de su vida a conocer la historia del pueblo negro de México, "se comprometan a devolver dicha historia, a través de sensibilizar y exigir con fundamentos a las autoridades educativas su incorporación en los libros de texto oficiales".
"No podemos seguir con la queja permanente, es necesario actuar y actuar ya. Nuestra historia y nuestro reconocimiento no deben ser producto de recomendaciones de organismos internaciones sino de saldar una deuda histórica del Estado con nuestro pueblo", asentó.
Reyes Larrea también dijo que la falta de reconocimiento estadístico del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) al pueblo negro, esencialmente sobre su ubicación territorial y su situación económica, tiene una gran repercusión en las políticas públicas locales y federales porque no es tomado en cuenta para nada.
El activista por el reconocimiento constitucional del pueblo negro afromexicano, originario de Santa María Huazolotitlán, sostuvo que mientras esa historia de los aportes del pueblo negro en la construcción de la identidad mexicana siga secuestrada y sea liberada solamente en los círculos académicos y científico nacionales e internacionales, "jamás podrá ser accesible para los herederos de aquellos africanos traídos de manera forzada a estas tierras".
Por eso hoy ---anotó---, los negros de la costa chica de Oaxaca y Guerrero, así como de Veracruz, Chiapas, Michoacán y de otros estados, "tienen que inventar historias y leyendas, acerca de sus orígenes e identidad, pues no hay en los libros de textos de educación básica, en esos libros gratuitos, una historia que les permita conocer la grandeza de sus antepasados".
Expuso que si bien habrá seguramente buenos y excelentes trabajos académicos, el pueblo negro requiere conocer su historia en los archivos y los esfuerzos actuales por su reconocimiento constitucional y cultural.
Es tiempo ya, anotó, que quienes han dedicado una buena parte de su vida a conocer la historia del pueblo negro de México, "se comprometan a devolver dicha historia, a través de sensibilizar y exigir con fundamentos a las autoridades educativas su incorporación en los libros de texto oficiales".
"No podemos seguir con la queja permanente, es necesario actuar y actuar ya. Nuestra historia y nuestro reconocimiento no deben ser producto de recomendaciones de organismos internaciones sino de saldar una deuda histórica del Estado con nuestro pueblo", asentó.
Reyes Larrea también dijo que la falta de reconocimiento estadístico del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) al pueblo negro, esencialmente sobre su ubicación territorial y su situación económica, tiene una gran repercusión en las políticas públicas locales y federales porque no es tomado en cuenta para nada.