Decenas de miles de filipinos se congregaron hoy en el corazón de
Manila y en otras ciudades del país para condenar la corrupción en el
Parlamento y exigir al Gobierno que actúe con firmeza contra quienes
malversan fondos públicos.
"La marcha de un millón de personas", como ha sido bautizada en
internet a esta movilización nacional, pretende canalizar la indignación
general tras el último escándalo de uso indebido de dinero público.
El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, prometió hoy que la
Policía identificará para que sean procesados a todos aquellos que han
malversado de los fondos para el desarrollo que recibe cada legislador.
"No vamos a permitir que nadie se alimente de la avaricia de unos
pocos. Lucharemos para impedir que se repitan los errores del pasado y
para garantizar el desembolso adecuado del dinero público", dijo el jefe
del Estado en un acto oficial en Taguig con ocasión del Día de los
héroes, según el diario "Inquirer".
Aquino solicitó la cooperación de la ciudadanía en la vigilancia de los proyectos públicos.
Cada senador recibe el Estado 200 millones de pesos (4,5 millones de
dólares) para invertir en proyectos de desarrollo prioritarios, y los
congresistas, 70 millones de pesos (1,6 millones de dólares).
Según la Oficina Nacional de Investigación, cinco senadores y 23
diputados destinaron parte de sus fondos especiales a falsas
organizaciones no gubernamentales para proyectos inexistentes por un
valor de 10.000 millones de pesos (226,3 millones de dólares) durante la
década pasada.
La empresa JLN Corporation, que preside Janet Lim-Napoles,
reintegraba a los legisladores entre el 40 y el 45 por ciento del
capital recibido y que justificaba con recibos de organizaciones no
gubernamentales fantasma.
Los organizadores de la movilización nacional en Filipinas denuncian
que estos fondos especiales, conocidos en el país asiático como "pork
barrel", son utilizados por los parlamentarios para ganar votos y son
una fuente de corrupción política.
El arzobispo de Manila, el cardenal Luis Antonio Tagle, se unió a las
miles de personas que se congregaron en el parque de Rizal, en el
corazón de la capital filipina.
Tagle conminó a los presentes a demostrar al mundo que Filipinas es
un país de héroes y personas con integridad, una integridad que, según
precisó, debe prevalecer en todos los sectores de la sociedad, en las
familias, colegios, oficinas, penitenciarías, tribunales, iglesias y
mezquitas, el Senado y el Congreso de los Diputados.
Al parque de Rizal acudieron estudiantes, monjas y sacerdotes,
musulmanes, comerciantes, taxistas y todo tipo de profesionales que
aprovecharon la jornada festiva en el país.
En un ambiente festivo, algunos de los manifestantes se paseaban con
pancartas con lemas como "Se honesto" o "Diputados moderad vuestra
avaricia", otros se habían llevado la comida para una jornada campestre
con la familia.
Un grupo había instalado una mesa plegable y recabab
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