miércoles, 31 de julio de 2013

Cumbre de Movimientos Sociales del ALBA para una agenda común

ALAI

Este lunes 29 de julio inició, en Guayaquil, Ecuador, la Cumbre de Movimientos Sociales del ALBA, evento conexo a la Cumbre de Presidentes que se realiza el día 30.

Con la presencia de unos 200 representantes de organizaciones sociales, de Ecuador, Venezuela, Bolivia, Cuba además de algunos otros países que no forman parte del ALBA, en las intervenciones del acto inaugural se destacó como eje importante de esta Cumbre la construcción de una agenda conjunta que se planteará a los gobiernos en vista de lograr cambios estructurales.

“El ALBA de los movimientos sociales no es solamente de una organización sino de toda la población de ese sector urbano, de ese sector rural, de ese sector indígena, y tiene que construirse esa diversidad de criterios para que sean acogidos por nuestros compañeros gobernantes”, señaló el dirigente campesino ecuatoriano Romelio Gualán.  Y en el mismo sentido, la ecuatoriana Irene León acotó: “Se decía que pensar era para los intelectuales, que los pueblos no teníamos que pensar.  Ese es otro instrumento de control que queremos deshacer”.

Las intervenciones subrayaron también la afirmación de soberanías y la solidaridad, particularmente con Venezuela y Bolivia ante las agresiones que han sufrido.   La Cumbre apunta, asimismo, a visibilizar más el ALBA nivel regional.  Otros temas de la agenda incluyen un llamado a desmantelar todas las cadenas del espionaje, las propuestas desde los movimientos para un cambio en la matriz productiva y la acción frente a las empresas transnacionales, entre otros por los juicios planteados en el marco de los tratados de protección de las inversiones.

Horizonte del Siglo XXI

Los conceptos de soberanías y solidaridad como esencia de la integración, las políticas en materias primas en el marco del ALBA y los proyectos del Pentágono para establecer un control total del mundo estuvieron en debate en la primera jornada de la Cumbre de Movimientos Sociales del ALBA, que se inauguró este lunes 29 de julio en Guayaquil, Ecuador, bajo el tema: “ALBA: El Horizonte latinoamericano del Siglo XXI”.

Ana Esther Ceceña, integrante de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, opinó que “somos muy auto-referenciados, partidarios de la cultura del ombligo” y creemos que está todo bien.  Pero – reiteró– el mundo es muy complicado y el ALBA es un desafío, “un desafío a los poderes establecidos en el mundo”.

La académica mexicana alertó en torno al ideario del Pentágono, que sostiene que “para poder controlar el mundo, para mantener una posición hegemónica, es necesario dominar el espectro completo. Abarcar todo el espectro”.  La noción de dominación total del espectro incluye controlar el espectro social, precisó.  Esto es, no basta con controlar un gobierno, pues “hay que controlar la educación, crear un mundo que sea un mundo a imagen y semejanza de aquello que es el ‘American way of life’... implica que nosotros mismos estemos convencidos de que es la mejor forma de vida y estemos convencidos de practicarla”.

En esta línea alertó que la USAID es una agencia del Pentágono para manejar la penetración suave, que parece ayuda humanitaria, que parece protección de grupos étnicos, y muchas otras cosas similares.  Citó a Michel Foucault quien afirmaba que “no hay mejor manera de derrotar a alguien que la soledad completa”.  Para Ceceña, aquel que está en soledad no existe, no es sujeto, y por eso se intenta aislar a los países del ALBA.  Según la analista mexicana, el Pentágono hizo un cálculo en las últimas elecciones venezolanas: “se cae Chávez, se cae el proceso”, y no fue así, por lo cual se ha buscado desconocer al presidente Maduro.

El proceso emancipatorio del ALBA, acotó, se debe construir en dos direcciones: enfrentando al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y a todas las iniciativas que buscan profundizar el capitalismo neoliberal, y mediante la descolonización, rompiendo lo que considera las “inercias colonizadoras” que se manifiestan en nuestra forma de ver el mundo.

Durante su intervención, el líder minero boliviano David Ramos resaltó que el ALBA-TCP permite repensar el comercio a partir de nuestras experiencias vividas, como punto de partida para contrarrestar los TLCs.  En este sentido, sostiene que no fue casualidad el hecho del 2 de julio, en el cual varios países europeos negaron el sobrevuelo del avión presidencial de Bolivia; “el secuestro del avión presidencial no es un hecho aislado... es precisamente para contrarrestar el proyecto ALBA-TCP”.

“Hoy por hoy, Evo Morales es la esencia, es la representación, es la voz anti-imperialista en América Latina y el Caribe”. El dirigente destacó que el presidente ha recibido apoyo de países que no comparten el proyecto político boliviano.

Como parte de las transformaciones profundas que debe impulsar el ALBA, Ramos subrayó la importancia de las materias primas, cuya producción y comercialización deberían regirse por políticas y propuestas de carácter estructural.  Como ejemplo destaca el caso de la quinua, de la cual Bolivia es el primer país productor.  El dirigente minero señaló que hay que “industrializar la quinua y no exportarla solamente como materia prima”.

Por su parte Irene León de FEDAEPS, Ecuador, recordó que el panel está dedicado a la memoria de Hugo Chávez Frías.  En torno a recientes afirmaciones hechas en diversos medios de comunicación comerciales, advirtió sobre la tentación de comparar cualquier cosa que se llame integración, en relación a la comparación que se ha hecho entre el ALBA y la Alianza del Pacifico.  “No se puede comparar cosas distintas, tan distintas que no tienen ningún punto de comparación... ¿cómo comparar un intercambio mercantil con una propuesta de intercambio solidario?”.

Para romper con las lógicas impuestas por el capitalismo global, León propuso declarar territorio endógeno a los países pertenecientes al ALBA, contrario a la lógica de producir para los mercados internacionales.  Para ello el concepto de soberanía es central; “soberanías ante todo y frente a todo, y sin esas soberanías no hay territorio endógeno”.  La mejor prueba de la importancia del ALBA, recalcó, es preguntarse cómo se vive la crisis del capitalismo en países que han desechado la posibilidad de crear otro intercambio más solidario, más justo.

La Cumbre terminará el día 30 con una gran marcha y un mitin con los presidentes de los países del ALBA, donde se entregará un pronunciamiento que sintetice las principales recomendaciones emanantes de la Cumbre de Movimientos.

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