lunes, 10 de junio de 2013

Los movimientos feministas turcos reivindican su lugar en la revuelta

Marcha reivindicativa que miles de mujeres han protagonizado hasta la plaza Taksim, en Estambul,
Marcha reivindicativa que miles de mujeres protagonizaron el sábado hasta la plaza Taksim, en Estambul. (EFE)

"Taksim es una oportunidad para que los diferentes sectores de la sociedad turca alcen la voz y para trabajar en la construcción de un sistema más justo".
 Neslihan Çakili, miembro del movimiento feminista Tesekkür (Cambio), explica sus sensaciones ante "el nuevo marco político y social" emergido de las protestas El papel de las mujeres en la Turquía actual centra el mitin improvisado que se celebra en el parque Gezi. Un grupo de mujeres, mientras tanto, baila al ritmo del Halay, danza tradicional turca que se ha convertido en uno de los emblemas del ambiente festivo que se vive en Taksim. Con las manos tomadas, decenas de turcas de todas las edades forman un círculo al que se unen más personas. En la mitad del corro, una manifestante sujeta una pancarta en la que se puede leer: "Tayyip (Erdogan), escucha a las mujeres".

"Solo luchamos por nuestra libertad. Si eso se considera una revolución, bienvenido sea", asegura Neslihan, que no se ha movido de la acampada desde que estalló la protesta. "Las mujeres turcas nos unimos a esta reivindicación humanista contra un primer ministro autoritario", sentencia. A través de un megáfono, otra mujer convoca una nueva asamblea. Las discusión se centran en el aborto y en la petición de Erdogan de fomentar la natalidad.

En Turquía la irrupción voluntaria del embarazo es legal hasta las 10 semanas de gestación. "Tradicionalmente, mujeres de diferentes países de Oriente Próximo han venido aquí a abortar. Ahora nos dicen que tenemos que tener al menos tres hijos", asegura Julien. Respecto a este tema la división entre las dos Turquías es más que evidente. "El responsable de esta fragmentación es el gobierno del AKP (el partido Justicia y Desarrollo de Erdogan)", piensa Tuba, una joven estudiante de derecho.

Sin embargo, en el mitin organizado por la plataforma de las mujeres de Gezi se escucha una sola voz. "Los manifestantes de Taksim luchamos contra la intromisión en nuestra vida privada". Ali Bayraktaroglu es médico y activista por los derechos de la mujer. "No queremos vivir en una sociedad hipócrita donde las mujeres de todas las creencias se vean obligadas a viajar a otro país para interrumpir su embarazo. Ninguna sociedad libre aceptaría eso", explica indignado.

¿Pero quienes son la Mujeres de Taksim? La mayoría de las ocupantes forman parte de la clase media educada. Casi todas se declaran laicas. "Somos una generación crecida bajo la batuta de Erdogan y no hemos aceptado su adoctrinamiento", apunta Emel, minifalda, leotardos rotos y camiseta rayas.

La plataforma feminista de Gezi pretende unir a todas las mujeres turcas. Pero, conscientes de que reivindican un discurso urbano, muchas jóvenes indignadas han comenzado a reproducir las asambleas en otros barrios y ciudades, fuera del epicentro de las protestas. Buscan el diálogo con aquellas mujeres reacias a acercarse a Taksim. Gülbahar, ama de casa y madre de cinco hijos, era una de ellas. "Esto no es una lucha entre islamistas y laicos. Yo soy musulmana y llevo con orgullo mi velo, pero estoy en contra de promover una política de prohibiciones en el nombre del Islam. Erdogan ha utilizado la discusión sobre uso del velo para polarizar a la sociedad turca", afirma.

La revuelta ciudadana ha roto el muro del miedo y las mujeres turcas aseguran sentirse fortalecidas. Sin embargo, muchas consideran que las reivindicaciones deben transformarse en propuestas políticas. "Crear un ministerios de la Mujer o un Ministerio de la Igualdad puede ayudar a fortalecer nuestro papel en la sociedad", gritan algunas. "El gobierno de Erdogan es una forma de patriarcado. Hay acabar con el machismo desde casa" dicen otras. Todas coinciden que el cambio ha comenzado.

duro discurso de erdogan Mientras, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, retomó ayer su discurso más duro al asegurar que no se dejará intimidar por "unos cuantos saqueadores" y emplazó a sus seguidores a darles una lección a los manifestantes en los comicios locales, en marzo del próximo año.

"No haremos lo que hacen los saqueadores: ellos queman y destruyen propiedades públicas; saqueadores es la definición exacta", gritó el primer ministro, que advirtió: "Seguimos pacientes, como somos todos los días pacientes, pero nuestra paciencia tiene límites", dijo ante los miles de partidarios que esperaban su llegada en el aeropuerto de Ankara.

"¿Podríamos haber abandonado las plazas a los anarquistas y terroristas?", preguntó, al defender las intervenciones policiales. "Han matado a uno de nuestros comisarios, un policía turco, un policía de la nación", dijo. "Atacan a mi policía, odian a mi policía", clamó.
Recep Tayyip Erdogan también puso en duda que a los manifestantes los motivara la defensa del parque Gezi de Estambul, amenazado por una reforma urbanística, y aseguró que "el 9% de los manifestantes no sabe siquiera dónde está el parque Gezi".


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