Tatiana Félix
Adital
Indignados con la desidia del gobierno frente
a tantos conflictos por la tierra que involucran a pueblos indígenas y
quilombolas, y cansados de la ausencia de políticas de reforma agraria en Mato
Grosso do Sul, los movimientos sociales resolvieron levantar sus banderas de
lucha y llevar esas reivindicaciones a los caminos y carreteras con la realización
de la Marcha de los Pueblos de la Tierra,
iniciada este lunes (3).
La actividad, que da comienzo a las Jornadas
Unitarias de lucha, comenzó en la mañana de hoy en el municipio de Anhanduí, y ya
reúne a cerca de 400 participantes. La expectativa es que por lo menos mil personas
se sumen a la marcha que llegará a la capital del estado, Campo Grande, entre el
miércoles y el jueves.
El Movimiento de Trabajadores Rurales Sin-Tierra
(MST), organizaciones indígenas, sindicales, de estudiantes, entidades en defensa
de los derechos humanos y otros movimientos del campo participan en la jornada.
Ellos piden la demarcación de las tierras indígenas y la titulación y demarcación
de los territorios quilombolas.
De acuerdo con Atiliana Brunetto, integrante del
MST, "el gran objetivo es llamar la atención sobre los conflictos por la tierra,
sobre la paralización de la reforma agraria desde hace tres años en el estado y
sobre las estructuras precarias de los asentamientos”, que no tienen condiciones
mínimas para el trabajo e ingresos. La idea es construir a lo largo de estos días
la agenda de acciones para la gran reivindicación de Campo Grande.
Dentro de la programación de actividades,
los/las participantes también tendrán momentos de estudio y formación política.
Según Atiliana, durante el trayecto se realizarán las "Barrancas de Formación”,
momentos en que los movimientos organizan debates con grupos temáticos sobre cuestiones
indígenas, reforma agraria, mujeres y otros.
La movilización ocurre
en un momento estratégico para los pueblos del campo, ya que los conflictos por
la tierra entre empresas, hacendados e indígenas victimó la semana pasada al
líder terena Oziel Gabriel y dejó a otros cuatro heridos. El líder indígena fue
muerto a tiros durante un proceso de reintegro de posesión de la Hacienda
Buriti, en Sidrolandia, a 70 kilómetros de Campo Grande. El lugar está dentro
del área de 17,2 mil hectáreas reivindicadas por los indígenas. En esta región
viven cerca de 4,5 mil indios en nueve aldeas.
Los movimientos del campo consideran esta
jornada una importante ocasión para luchar contra el agronegocio, el latifundio
y la desterritorialización que ha impactado sobre los pueblos de la tierra.
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