SEMlac
Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y el Caribe
Adital
Por Tamara Vidaurrázaga
femtram@gmail.com
- La violencia sexual ha sido tema este año en Chile, donde se han multiplicado denuncias mediáticas por abusos sexuales en colegios o jardines infantiles, y ahora se añade el descubrimiento de una red de explotación sexual de menores de edad que afecta a conocidos personajes del empresariado, la televisión y la cultura.
Sin embargo, lo que no dicen estas denuncias es que cuatro de cada cinco infantes abusados sexualmente son niñas, evidencia de que la violencia sexual afecta a las mujeres solo por el hecho de nacer mujeres y que comienza desde temprana edad.
Para Pía Bastidas, de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, es importante resaltar esta evidencia puesto que "hacer conciencia acerca de esta situación permite un accionar político desde las feministas y las mujeres para lograr aportar a la transformación de estas estructuras de poder construidas. El llamado es a no naturalizar la violencia y a pensar en otras formas de relaciones de poder, para no reproducir la violencia de género hasta lograr erradicarla".
Lo que tampoco dicen los medios, cuando denuncian abusos, es que en realidad la gran mayoría de las agresiones sexuales son cometidas dentro de los hogares y por personas cercanas al entorno familiar.
La base para los abusos es, precisamente, la confianza, como señala la Red en un documento sobre el tema: "las maneras de proceder de los agresores denotan abuso de confianza y aprovechamiento del vínculo afectivo que los relaciona con sus víctimas y las personas cercanas a ella".
Y añade: "Se trata de individuos que cotidianamente se presentan como "normales" y no provocan sospechas en su entorno. Logran silenciar a sus víctimas mediante manipulaciones, casi imperceptibles para estas y creándoles confusión o perturbándoles".
La ley
La legislación chilena tipifica los delitos sexuales en el Título VII del Código Penal: "Crímenes y Delitos contra el Orden de las Familias, Contra la Moralidad Pública y Contra la Integridad Sexual".
El delito de abuso sexual establece que se penalizará a la persona que abusivamente realizase una acción sexual distinta al acceso carnal o penetración, entendiéndose como acción sexual "cualquier acto de significación sexual y de relevancia realizado mediante contacto corporal con la víctima, o que haya afectado los genitales, el ano o la boca de la víctima, aun cuando no hubiere contacto corporal con ella", según establece el artículo 366.
Este delito está castigado con una pena que varía entre tres años y un día a cinco años de prisión.
Aunque el concepto de abuso sexual se vincula comúnmente contra menores de edad, también es tipificado como tal cuando se comete contra de una persona adulta, aunque con penas y sanciones diferentes.
Si el delito se comete contra una persona menor de 14 años se habla de abuso sexual impropio y, en este caso, la pena va desde los tres a los 10 años de presidio. En este ámbito, el delito puede ser cometido tanto por un hombre como por una mujer. Sin embargo, la gran mayoría de los casos son cometidos por hombres (96%), según cifras del Ministerio Público, lo que tampoco se corresponde con las denuncias de los medios que resaltan cada vez que una mujer es acusada de estos delitos.
Otro aspecto interesante es que para la prescripción, en los casos de abusos y violaciones a menores de edad, los años comienzan a contabilizarse desde que el o la menor cumpla la mayoría de edad. Las prescripciones varían de cinco a 10 años, dependiendo de la gravedad del delito.
Los abusos pueden ser, según el Servicio Nacional de Menores (SENAME), extrafamilares o intrafamiliares, siendo más común estos últimos, casos en que las penas por el delito aumentan. En ellos el abusador aprovecha el vínculo emocional como ejercicio de autoridad abusiva; siendo un abuso gradual, progresivo y que tiende a repetirse.
Según informó en 2011 la Fiscalía Nacional, en el país diariamente se cometen 51 violaciones o abusos sexuales, de los cuales 38 son contra niños y niñas. El rango etario más afectado es el de siete a 13 años de edad.
Ese mismo año, el Sistema de Apoyo a Fiscales informó que 70 por ciento de los delitos sexuales son cometidos en contra de niñas, niños y jóvenes.
Y en los registros de Carabineros de Chile, de un total de 29.470 menores de 18 años abusados, ocho de cada 10 casos corresponden a niñas. En el caso de los abusos sexuales cometidos en contra de menores de 14 años, 76,4 por ciento fue contra ellas.
La campaña de la Red
La Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres agrupa a organizaciones de todo el país y, desde hace seis años realiza la campaña ¡Cuidado! El Machismo Mata.
Este año la campaña está centrada en denunciar los abusos sexuales como un problema derivado de una cultura machista que afecta, principalmente, a las niñas, problema que ha sido invisibilizado en las continuas denuncias mediáticas.
Es precisamente esta direccionalidad la que se ha querido resaltar con un impactante afiche que reza: "81 por ciento de los niños abusados sexualmente son niñas. 96 por ciento de los abusadores sexuales son hombres".
Al respecto, Pía Bastidas indica que "no resulta casual que las mujeres sean las más acosadas, violadas, abusadas sexualmente; tampoco es azaroso que sean las más golpeadas y amenazadas en sus hogares, el hecho de que sean las peores remuneradas, las menos representadas en los espacios de poder público y menos validadas socialmente".
"Todo es parte de una estructura cultural patriarcal que construye a las mujeres como seres dominados, invisibles y, por ende, violentados ante la construcción de los hombres como seres dominadores, públicos y violentos".
femtram@gmail.com
- La violencia sexual ha sido tema este año en Chile, donde se han multiplicado denuncias mediáticas por abusos sexuales en colegios o jardines infantiles, y ahora se añade el descubrimiento de una red de explotación sexual de menores de edad que afecta a conocidos personajes del empresariado, la televisión y la cultura.
Sin embargo, lo que no dicen estas denuncias es que cuatro de cada cinco infantes abusados sexualmente son niñas, evidencia de que la violencia sexual afecta a las mujeres solo por el hecho de nacer mujeres y que comienza desde temprana edad.
Para Pía Bastidas, de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, es importante resaltar esta evidencia puesto que "hacer conciencia acerca de esta situación permite un accionar político desde las feministas y las mujeres para lograr aportar a la transformación de estas estructuras de poder construidas. El llamado es a no naturalizar la violencia y a pensar en otras formas de relaciones de poder, para no reproducir la violencia de género hasta lograr erradicarla".
Lo que tampoco dicen los medios, cuando denuncian abusos, es que en realidad la gran mayoría de las agresiones sexuales son cometidas dentro de los hogares y por personas cercanas al entorno familiar.
La base para los abusos es, precisamente, la confianza, como señala la Red en un documento sobre el tema: "las maneras de proceder de los agresores denotan abuso de confianza y aprovechamiento del vínculo afectivo que los relaciona con sus víctimas y las personas cercanas a ella".
Y añade: "Se trata de individuos que cotidianamente se presentan como "normales" y no provocan sospechas en su entorno. Logran silenciar a sus víctimas mediante manipulaciones, casi imperceptibles para estas y creándoles confusión o perturbándoles".
La ley
La legislación chilena tipifica los delitos sexuales en el Título VII del Código Penal: "Crímenes y Delitos contra el Orden de las Familias, Contra la Moralidad Pública y Contra la Integridad Sexual".
El delito de abuso sexual establece que se penalizará a la persona que abusivamente realizase una acción sexual distinta al acceso carnal o penetración, entendiéndose como acción sexual "cualquier acto de significación sexual y de relevancia realizado mediante contacto corporal con la víctima, o que haya afectado los genitales, el ano o la boca de la víctima, aun cuando no hubiere contacto corporal con ella", según establece el artículo 366.
Este delito está castigado con una pena que varía entre tres años y un día a cinco años de prisión.
Aunque el concepto de abuso sexual se vincula comúnmente contra menores de edad, también es tipificado como tal cuando se comete contra de una persona adulta, aunque con penas y sanciones diferentes.
Si el delito se comete contra una persona menor de 14 años se habla de abuso sexual impropio y, en este caso, la pena va desde los tres a los 10 años de presidio. En este ámbito, el delito puede ser cometido tanto por un hombre como por una mujer. Sin embargo, la gran mayoría de los casos son cometidos por hombres (96%), según cifras del Ministerio Público, lo que tampoco se corresponde con las denuncias de los medios que resaltan cada vez que una mujer es acusada de estos delitos.
Otro aspecto interesante es que para la prescripción, en los casos de abusos y violaciones a menores de edad, los años comienzan a contabilizarse desde que el o la menor cumpla la mayoría de edad. Las prescripciones varían de cinco a 10 años, dependiendo de la gravedad del delito.
Los abusos pueden ser, según el Servicio Nacional de Menores (SENAME), extrafamilares o intrafamiliares, siendo más común estos últimos, casos en que las penas por el delito aumentan. En ellos el abusador aprovecha el vínculo emocional como ejercicio de autoridad abusiva; siendo un abuso gradual, progresivo y que tiende a repetirse.
Según informó en 2011 la Fiscalía Nacional, en el país diariamente se cometen 51 violaciones o abusos sexuales, de los cuales 38 son contra niños y niñas. El rango etario más afectado es el de siete a 13 años de edad.
Ese mismo año, el Sistema de Apoyo a Fiscales informó que 70 por ciento de los delitos sexuales son cometidos en contra de niñas, niños y jóvenes.
Y en los registros de Carabineros de Chile, de un total de 29.470 menores de 18 años abusados, ocho de cada 10 casos corresponden a niñas. En el caso de los abusos sexuales cometidos en contra de menores de 14 años, 76,4 por ciento fue contra ellas.
La campaña de la Red
La Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres agrupa a organizaciones de todo el país y, desde hace seis años realiza la campaña ¡Cuidado! El Machismo Mata.
Este año la campaña está centrada en denunciar los abusos sexuales como un problema derivado de una cultura machista que afecta, principalmente, a las niñas, problema que ha sido invisibilizado en las continuas denuncias mediáticas.
Es precisamente esta direccionalidad la que se ha querido resaltar con un impactante afiche que reza: "81 por ciento de los niños abusados sexualmente son niñas. 96 por ciento de los abusadores sexuales son hombres".
Al respecto, Pía Bastidas indica que "no resulta casual que las mujeres sean las más acosadas, violadas, abusadas sexualmente; tampoco es azaroso que sean las más golpeadas y amenazadas en sus hogares, el hecho de que sean las peores remuneradas, las menos representadas en los espacios de poder público y menos validadas socialmente".
"Todo es parte de una estructura cultural patriarcal que construye a las mujeres como seres dominados, invisibles y, por ende, violentados ante la construcción de los hombres como seres dominadores, públicos y violentos".
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