Del requerimiento a los paradigmas
Eufemismos de ayer y hoy
1era. parte
Manuel Moncada Fonseca
Eufemismos coloniales: encomienda y requerimiento
¿Cuántas veces se descubrió América?
Hace muchos años, leímos un libro que, con solo su título, lo decía todo: “¿Cuántas veces descubrieron América?”[i].
Lo cierto es que la España colonial, tras la llegada de Cristóbal Colón
a América (el doce octubre de 1492), se jactó y, en gran medida, se
sigue jactando, de haberla “descubierto”.
Pero
como bien dice el libro señalado, hacia el año mil de nuestra era,
llegaron los vikingos a nuestro hemisferio, sin que se ufanaran por
ello. Y miles de años antes que españoles y vikingos o normandos
llegaron a ella culturas humanas plenamente formadas, procedentes de
Asia y de otras partes del orbe, sin jactarse ni ufanarse y sin plantar
bandera alguna, constituyéndose en los primeros seres humanos que la
descubrieron (sin decirlo) y la poblaron a lo largo de muchos siglos
(por todos sus costados); sin que predominara entre ellos sentimiento de
superioridad.
Los
europeos, en cambio, nomás llegando a nuestro hemisferio, plantaron sus
banderas y declararon que como “descubridores”, les correspondía ser
los dueños absolutos de lo que ahora se llama América, nombre a todas
luces de cuño colonial.
Resultó,
así, que Europa no sólo “descubrió” América, sino que se apoderó de sus
tierras, riquezas y su gente, amparándose en la fuerza bruta, el
genocidio, el engaño, la perfidia y la cruz que, sin reparo alguno,
apañó todas sus brutalidades. No en vano, la bula inter caetera de 1493
del Papa Alejandro VI (bula que dividió imaginariamente el mundo desde
los polos) donó hacia el oeste, el continente entero a los católicos,
apostólicos y romanos reyes de España; y todo lo que estuviera hacia el
este, a Portugal. El pretexto para ellos fue la condición idólatra de
los pobladores de Nuestra América.[ii]
Un documento protervo
Los
pretextos del lobo para repartirse el mundo se vieron jurídicamente
fortalecidos a partir del Requerimiento de 1513 del jurista Juan López
Palacios Rubio (1450-1524), documento que sirvió para justificar una
esclavitud abierta (a la par de una encubierta, la encomienda) a los
pueblos originarios de América que desobedecieran los dictados del
Monarca español, aunque en general, por obedientes o desobedientes, se
les esclavizaba.
Conozcamos la parte esencial de ese adefesio jurídico, para luego aterrizar en el presente neoliberal:
“… como
mejor puedo os ruego y requiero que entendáis bien lo que he dicho, y
toméis para entenderlo y deliberar sobre ello el tiempo que fuere justo y
reconozcáis a la Iglesia por Señora y Superiora del universo mundo y al
sumo pontífice llamado Papa en su nombre y al Rey y la Reina nuestros
señores en su lugar como Superiores y Señores y Reyes de esta isla y
tierra firme por virtud de la dicha donación y consintáis en ese lugar a
que estos padres religiosos o declaren los susodichos.
“Si
así lo hicieres te ha de ir bien y aquello a que estas obligado, y sus
altezas en su nombre los recibirán con todo amor y caridad, los dejarán
vuestras mujeres hijos y haciendas libres, sin servidumbre, para que de
ellas y nosotros hagáis libremente lo que quisieres y por bien tuvieres
y no os compelerán a que tornéis cristianos, salvo si vosotros
informados de la verdad quisieres convertir a la religión católica como
lo han hecho casi todos los vecinos de estas islas y además de esto su
Alteza dará muchos privilegios y exenciones que gozarán muchas veces.
“Si
no lo hicieres o en ello dilación maliciosamente pusieres, os certifico
que con la ayuda de Dios entraré poderosamente contra vosotros y os
haré guerra por todas las partes y maneras que tuviere y sujetaré al
yugo y obediencias de la iglesia y de sus Altezas y tomaré vuestras
personas y las de vuestras mujeres e hijos y los haré esclavos y como
tales los venderé y dispondré de ellos como su Alteza mandare, y os
tomaré vuestros bienes, y os haré todos los males y daños que pudiere
como a vasallos que no obedecen y que no quieren recibir a sus señor y
le resisten y contradicen y protesto de los muertes y daños que de ellos
se registraren serán a culpa vuestra y no de sus Altezas ni mía, ni de
estos caballeros que conmigo vinieron y de cómo lo digo, requiero, pido
al presente Escribano que me lo de como testimonio firmado y a los
presentes ruego que de ello sean testigo”.[iii]
Paradigmas de saqueo y sumisión
¿No
eran acaso paradigmas sangrientos de saqueo y sumisión total de los
nativos de América a la Corona española lo que de fondo encerraba el
Requerimiento, mismo que, por cierto, ha sido presentado como diálogo
por connotados intelectuales conservadores, como lo hace Pablo Antonio
Cuadra en su obra El Nicaragüense? [iv]
¿No significa todo esto obligar a los pueblos originarios de Nuestra
América a que renunciaran a sus propios paradigmas de vida,
idiosincrasia, costumbres, formas de gobierno, religiosidad; relación
con la naturaleza, etc.?
¿No fue por lo mismo que Fray Antonio de Montesinos fustigó a los conquistadores con palabras como éstas?:
“Decid,
¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible
servidumbres aquellos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan
detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y
pacíficas, donde tan infinitas de ellas, con muerte y estragos nunca
oídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin
darles de comer ni curarlos en sus enfermedades, que de los excesivos
trabajos que les dais incurren y se os mueren, y por mejor decir, los
matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de
quien los adoctrine y conozcan a su Dios y criador, sean bautizados,
oigan misa, guarden las fiestas y domingos?” [v]
El
o los requerimientos no sólo se presentaban como imposición brutal,
sino también como modelo de ser, pensar, conducta y acción. Los seres
“inferiores·, los “homúnculos”, si querían llegar a ser hombres de
verdad, debían seguirle los pasos a los colonizadores, los “superiores”.
[vi]
Hoy
no hay requerimientos coloniales, propiamente dichos, pero existen
sustitutos muy encubiertos de los mismos: los llamados paradigmas. En
otras palabras, éstos poseen, entre sus muy diversas versiones, una
acepción bastarda que nadie menciona: justamente los requerimientos
(mandatos), solo que bajo los ropajes propios de la modernidad y la
postmodernidad o, sencillamente del sistema capitalista.
[ii]Bula menor Inter caetera de 1493 http://es.wikipedia.org/wiki/Bula_menor_Inter_caetera_de_1493 .b Véase también: de Roux, Rodolfo R. Santas y justas lides. La guerra y el Dios cristiano en suelo americano. Santas_y_justas_lides_HAL_.doc
[iii] Requerimiento http://www.historiadelnuevomundo.com/index.php/2011/01/el-requerimiento/
Nota: en el afán de facilitar su lectura, hemos actualizado los signos
de puntuación de los extractos que hemos tomado del requerimiento
[v] De las casas, Bartolomé. “El sermón de Montesinos”. Historia de Indias, Lib. III, Cap. 4 V 5. http://www.franciscanos.net/500anos/El%20sermon%20de%20Montesinos.htm. Nota, las palabras del español antiguo han sido convertidas en palabras del español contemporáneo.
(Tomado de página Revista Libre Pensamiento)
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