El economista, actual embajador de Argentina en Francia y miembro del Grupo Fénix, Dr. Aldo Ferrer, visitó Córdoba invitado por la Universidad Nacional de Córdoba, el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos y el Banco Credicoop, para participar del ciclo “Debate público. Construir un país para todos”. Antes de su disertación, fue declarado Visitante Distinguido de la UNC.
Al analizar la evolución de la economía mundial, Ferrer subrayó la irrupción de países de la cuenca Asia-Pacífico, con China a la cabeza, “que en los últimos 30 años han tenido un crecimiento económico y tecnológico formidable”, consideró, y agregó que por primera vez -desde el comienzo de la globalización- emergió un espacio de gran dinamismo y capacidad de tranformación industrial-tecnológica, que rompió la hegemonía de los países avanzados del Atlántico Norte, considerado hasta ese momento el nodo principal del poder en el mundo, para configurar un orden multipolar.
El diplomático mencionó que las viejas naciones industriales del Atlántico Norte quedaron atrapadas en una globalización financiera, que postula la desregulación, la eliminación de las fronteras nacionales para que los capitales vayan y vengan sin trabas. “Este sistema financiero se ha ido desvinculando de la actividad económica real y esto se ha convertido en un gigantesco casino de operaciones”, puntualizó.
Como dato, señaló que para 1980 el valor de los activos financieros en el mundo (acciones, préstamos, deudas) era igual al producto bruto mundial, mientras que hoy representan cuatro veces PIB del mundo, y agregó que los mercados de cambio crecieron 30 veces más que la actividad económica real, en las últimas tres décadas.
“En la actualidad, esa globalización financiera, esa financiarización en el Atlántico Norte, está en crisis. Y la crisis se hizo global”, puntualizó.
En este contexto, puso en valor las medidas adoptadas por países asiáticos, que mantuvieron sus políticas nacionales y protagonizaron un proceso de transformación industrial que les permitió ganar el lugar destacado que ocupan hoy.
Ferrer también se refirió a las condiciones que requiere el desarrollo nacional. A su criterio, los países que pudieron implementar políticas nacionales, superaron el atraso, la subordinación y se integraron al orden mundial cumplen con cuatro requisitos: cohesión social (participación de la sociedad en el proceso de transformación), líderes nacionales (en política, ciencia y cultura), estabilidad institucional de largo plazo, y pensamiento crítico (para ver la realidad en función de los propios intereses).
Remarcó que en esta globalización real, sólo les va bien a los países que son los capaces de organizar su propia realidad, reformar el Estado, educar a la gente, promover la ciencia y la tecnología, generar espacios de rentabilidad tanto para la iniciativa privada, como para las pequeñas y medianas empresas.
En su exposición, el economista explicó que la ideología y el Estado neoliberal “fracasaron estrepitosamente”. Recordó que en el año 2000 el grupo Fénix advirtió sobre la inminencia de una crisis y que en el transcurso de la debacle surgió en Argentina un pensamiento crítico, en gran parte en las universidades. Señaló que a partir del cambio de políticas, el Estado nacional fue recobrando sus atribuciones y ello produjo los acontecimientos que permitieron recuperación económica consolidada.
Aldo Ferrer afirmó que para nuestro país es muy importante el crecimiento de estas nuevas economías, especialmente China, por la apertura de nuevos mercados. Pero advirtió que el mayor problema sería suponer que un país pueda desarrollarse como productor de materias primas.
“El riesgo es que creamos que podemos ser prósperos como el granero o la góndola del mundo. El sector primario es fundamental y una de las piezas del sistema, pero no alcanza. Si no tenemos simultáneamente una gran base industrial, un tejido productivo completo de grandes y pequeñas y medianas empresas, el desarrollo se frustra”, enfatizó.
Ante el desorden de los mercados financieros en el plan internacional, recomendó lograr finanzas sólidas, descansar en el ahorro interno y no endeudarse más allá de lo que pueda pagarse con recursos propios. “Tenemos ver el mundo desde una perspectiva nacional, para ver cómo desplegamos el potencial del país”, enfatizó.
Evaluó que Argentina fue uno de los alumnos más aplicados y radicales del neoliberalismo y que construyó un Estado neoliberal con una profundidad que quizás no se dio en ningún otro lugar del mundo. Pero señaló que tras la crisis de 2001, el país tomó un rumbo distinto: comenzó a recuperar su gobernabilidad, propuso un canje de deuda que fue aceptado por el 90 por ciento de los tenedores de papeles y nacionalizó el sistema jubilatorio, lo que “permitió recuperar para las políticas públicas la administración de un segmento fundamental del ahorro interno”, aseguró Ferrer.
Sobre los minutos finales de su presentación, Ferrer concluyó que en el mundo global, sólo prosperan los países que están al mando de su realidad, que son capaces de desplegar su potencial y políticas que movilicen la riqueza, promuevan la inclusión social y el avanzce del conocimiento, de la ciencia y la tecnología.
“La recuperación de YPF es el ejercicio del derecho de un país soberano”
De esta manera, abordó el tema YPF el Dr. Aldo Ferrer, y agregó que “la recuperación de la empresa debe entenderse tras el fracaso de su privatización y el ejercicio del derecho de un país soberano a administrar sus recursos y hacer cumplir normas que defiendan su interés nacional”.
Con esa frase, Aldo Ferrer analizó la reciente expropiación del 51% de la petrolera, en el marco de una disertación que, durante más de 50 minutos y capturó la atención de un público que rebasó la capacidad del auditorio.
El Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), coorganizador de la presencia de Ferrer en Córdoba, es una federación de cooperativas fundada en 1958 con el objetivo de regular la actividad y crear cajas de crédito cooperativas.
Con más de 50 años, es el ala izquierda del movimiento cooperativo, con una visión humanitaria dirige sus esfuerzos a representar gremialmente a las cooperativas asociadas y brindarles asistencia técnica y asesoramiento, así como contribuir al desarrollo de la economía solidaria en su conjunto. Actualmente su principal asociado es el Banco Credicoop Cooperativo Limitado.
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