Escrito por Francisco Trejo
A propósito de la visita de Benedicto XVI, máximo jerarca católico que no suele guardarse sus duros juicios en contra de la comunidad homosexual, La Jornada Aguascalientes recuperó parte del testimonio de Wendy, mujer transgénero miembro del colectivo Fangoria Nice, durante una conferencia en la Universidad Autónoma de Aguascalientes en mayo del pasado año 2011 durante el marco del evento “La diversidad en la Universidad” en contra de la discriminación por parte del grupo Gallos LBGTTTIH.
Wendy Soto Mendoza, coordinadora del colectivo Fangoria Nice, es una luchadora social, quien desconocía sus derechos y veía normal las típicas vejaciones de la sociedad hacía las mujeres transgénero, pero se documentó y preparó para ahora dirigir una organización que imparte capacitaciones a sexoservidoras transgénero.
“Por falta de conocimientos de nuestros derechos humanos formamos un grupo de chicas transgénero, un grupo de base comunitaria, estamos en talleres con chavas que se dedican al trabajo sexual y damos capacitaciones sobre prevención del VIH, derechos humanos y discriminación”, comentó Wendy durante su ponencia en la UAA, quien agradeció la gestión del Colectivo SerGay en pro de una cultura de la no discriminación.
Así como Fangoria Nice trabaja en la prevención tanto de enfermedades de transmisión sexual como de afectaciones a los derechos humanos, Wendy se ha encontrado con demasiados obstáculos desde las instancias oficiales. “Nos han cerrado las puertas, nos dicen que no somos mujeres sino hombres ante la ley, ¿conocen algún transgénero trabajando en un banco o gobierno? ¡Para nada!, en estados como Villahermosa estamos aceptadas por el gobierno, no se nos niega el empleo y hay menos chicas en el trabajo sexual por eso”, comentó.
Denunció también lo terrible que es ridiculizar a las transgénero por medio de tabloides y semanarios sensacionalistas de publicación masiva que usan el término gay como insulto, y que exhiben a los transexuales y homosexuales cual fenómenos de circo en sus portadas e interiores, fomentando una cultura de poco respeto, odio y discriminación. Incluso, dijo, oficiales de policía que la han detenido le han dicho “o te agarro o sales en el periódico”, y con tal de evitar “18, 24, 36 horas de detención, pues salimos en el semanario para no entrar a la cárcel”.
La activista social lanzó una consigna durante su conferencia, “no somos un grupo vulnerable, la misma sociedad nos vuelve”, indicó en espera de romper esquemas en el estado ante sociedad y gobierno mismo ya que –dijo- en el Congreso del Estado le fueron negados recursos para una marcha que posteriormente sucedió bajo el precepto de que “según el diputado de la Comisión de la Salud, las Asociaciones Civiles sólo iban a hacer su agosto y la diputada de la Comisión de Equidad nomás nos dio atole con el dedo”.
Asimismo, Wendy Soto externó que, si bien, no esperan que la sociedad las abracé y apoye de inmediato, sí buscan al menos la tolerancia. Desde algo tan sencillo como que no se abuse de alguien sólo por modificar su cuerpo para adquirir un sexo diferente con el que nació; o el que homosexuales y lesbianas puedan confirmar legalmente su matrimonio.
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