Buenos Aires, 4 de Marzo de 2012. Fuente: Página 12
El presidente de EE.UU., Barack Obama, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se reunirán el lunes en medio de la tensión generada por sus diferencias sobre cómo lograr que el régimen iraní abandone su programa nuclear. En lo que se prevé que sea un anticipo de la reunión, el presidente estadounidense expondrá mañana sus posiciones ante el Comité de Acción Política Americano-Israelí (Aipac), el principal grupo de presión pro israelí en Estados Unidos. El cara a cara tendrá lugar el lunes en la Casa Blanca, antes de que el primer ministro participe en el Aipac, plataforma que utilizó el año pasado para reafirmar sus posturas sobre el proceso de paz en Oriente Medio en un momento en el que Estados Unidos buscaba un acercamiento entre ambas partes.
En una reunión que se prevé tensa, se espera que Obama pida paciencia y contención a Netanyahu, ante la posibilidad de que Israel lance un ataque preventivo sobre Irán para persuadir a Teherán a que abandone su programa nuclear, mientras que el político israelí demandará una posición más firme a Estados Unidos. Obama insistirá en que su país comparte con Israel la preocupación de que Irán pueda desarrollar un arma nuclear en una de las regiones más volátiles del mundo, pero le pedirá tiempo hasta ver el efecto de las sanciones internacionales –que se reforzaron el pasado enero para prohibir la compra de petróleo iraní a partir de julio–, antes de apoyar una intervención militar.
Israel considera que la vía diplomática no está funcionando y Netanyahu también tratará de presionar a Obama para que defina claramente cuándo y cómo decidirá Estados Unidos si las sanciones están dando resultado y cuán comprometido está en el uso de la fuerza.
En una entrevista publicada el viernes en The Atlantic, Obama advirtió sobre los grandes costos y las consecuencias no deseadas que puede causar un ataque a Irán, que además puede quedar como víctima ante la comunidad internacional. Irán defiende que su programa nuclear es sólo para fines civiles, pero los inspectores internacionales descubrieron evidencias que sugieren que podría ocultar intenciones militares.
“En un momento en que no hay una gran simpatía por Irán y su único aliado real (Siria) está contra las cuerdas, queremos una distracción por lo que Irán puede presentarse como una víctima”, dijo Obama. El presidente reiteró que todas las opciones están sobre la mesa, incluida la acción militar –siempre como última opción–, una posición que no parece convencer al gobierno israelí.
Anticipándose al encuentro, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barack, realizó una visita relámpago a Washington esta semana para entrevistarse con altos funcionarios estadounidenses en un intento, según los analistas, de resolver las diferencias y tratar de presentar un frente unido cuando los dos líderes se reúnan. Ilan Berman, vicepresidente del American Foreign Policy Council en Washington, dijo que la relación entre Estados Unidos e Israel ha tenido altos y bajos, pero la discrepancia sobre el asunto iraní es probablemente la más profunda entre los dos países hasta ahora. Si bien funcionarios de ambos lados reconocen que las relaciones en materia de cooperación militar e Inteligencia son fuertes, la gestión del gobierno de Obama sobre el conflicto en Oriente Medio ha sido otro obstáculo en entre ambos mandatarios.
En su primer discurso como presidente ante el Aipac el pasado año, Obama defendió su propuesta de que Israel reabriera la negociación con los palestinos con base en las fronteras de 1967, que fue rechazado de plano por Netanyahu. En el mismo foro Netanyahu se mantuvo de-safiante, después de que Israel anunciara la construcción de 1600 nuevas viviendas en Jerusalén Este, en plena visita del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y afirmó que el pueblo judío construía Jerusalén hace 3000 años y el pueblo judío construye Jerusalén hoy.
El anuncio se hizo un día después de que el enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio, George Mitchell, asegurara que israelíes y palestinos habían aceptado mantener un diálogo indirecto de paz y el desaire enfrentó a Netanyahu y a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien consideró menoscabado el papel de Estados Unidos como mediador.
Obama retomará sus esfuerzos diplomáticos hoy ante el Aipac donde acudirá el presidente de Israel, Simon Peres, con quien está previsto que se entreviste. El diario Haaretz adelantó esta semana que Peres manifestará a Obama su oposición a una operación militar en un futuro próximo en Irán, después de sugerir que su país habla en serio cuando asegura que todas las opciones están sobre la mesa.
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