Anna Grodzka, de 57 años, ha hecho historia en la católica Polonia al convertirse en el primer transexual que consigue un escaño en su Parlamento, donde simbolizará el cambio que pide su partido, el Movimiento Palikot, abiertamente anticlerical y laico.
"Estoy muy, muy feliz. Es el sueño de mi vida hecho realidad y se abre una nueva etapa", ha declarado a Afp por vía telefónica, donde ha confirmado que "en un 99%" ha conseguido un escñao por un distrito del sur de Cracovia tras hacerse con 18.000 votos.
Nacido en Otwock, cerca de Varsovia, con el nombre masculino de Ryszard, Grodzka ya a la edad de 12 años se daba a sí mismo el nombre femenino de Ania.
Sin embargo, hizo una vida tradicional, contrayendo un matrimonio, donde fue padre de un hijo ya adulto. El cambio llegó hace veinte años, cuando le diagnosticaron que era una mujer y le ofrecieron cambiarse de sexo.
"Ahora vivo sola", decía ya convertida en mujer este transexual graduado en Psicología, que se dedicaba hasta ahora a la producción editorial y al cine.
Cambio a la política
Hace unos meses decidió pasarse a la política "porque quería dar voz a la gente que está excluida y discriminada por el sistema político polaco y que su voz fuese oída", ha escrito en su blog.
"Mi misión es hacer que la gente se familiarice con la transexualidad", ha declarado Grodzka a la televisión Polsat News, donde ha asegurado que al tomar la decisión de entrar en política "sabía qué esperar", en referencia a "varios disgustos" que tuvo antes y durante la campaña por su decisión de presentarse.
Fundado por el magnate del vodka Janusz Palikot -antiguo miembro de la Plataforma Cívica de Donald Tusk, que ha vencido en los comicios-, este partido ha sido la sorpresa de los comicios al convertiese en la tercera fuerza política, con un 10% pese a sus feroces críticas a la poderosa Iglesia Católica.
Además de Grodzka, el movimiento, firme defensor de los derechos de los homosexuales y también de la legalización del cannabis, tiene a un diputado abiertamente homosexual, Robert Biedron.
Una vez en el Parlamento, la prioridad del primer diputado transexual está claro: proponer una ley sobre el cambio de sexo.
"¿Por qué en un país tan católico como España puede haber una ley de este tipo y no en Polonia?" se ha preguntado la diputado que ha confesado que siempre ha sido atea.
Con todo, es improbable que su partido pueda conseguir que se impongan esos cambios. La Plataforma Cívica cuenta con el apoyo del Partido de los Campesinos y no necesitaría el de los 40 diputados del Movimiento Palikot.
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