Isidro Rodríguez Silva | Opinión
“Los desafíos a la gobernabilidad democrática en América Latina” es el fundamental ensayo del Dr. Carlos Tünnermann Bernheim publicado en el volumen II de “Perspectivas del Pensamiento Social Latinoamericano”, (Bogotá, 2010), órgano de difusión de la Cátedra Latinoamericana “Orlando Falsa Borda”, que tiene su sede en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia de Colombia (UNAD).
Este artículo del Dr. Carlos Tünnermann contiene una reflexión sobre gobernabilidad y democracia en América Latina en cuanto plantea que: “Los gobiernos democráticos no han logrado ofrecer un nivel de bienestar aceptable a todos los sectores de la población ni resolver los problemas del desarrollo, lo que genera frustración y crisis de credibilidad en el sistema democrático”.
El autor señala que la pobreza produce una desigualdad, es por eso que: “América Latina es la región del mundo, donde prevalece la mayor desigualdad social”. Pero la pobreza no es solamente económica, es también: “una pobreza de futuro, una pobreza de expectativas”. Para la gobernabilidad democrática, afirma el autor, es necesario que en la sociedad prevalezca “una sensación de equidad social”. De esta manera, la gobernabilidad no estará sometida al riesgo constante de la polarización y el estallido social.
Para el Dr. Carlos Tünnermann la gobernabilidad democrática es un concepto complejo, que alude no solo a la estabilidad sino al ejercicio democrático y no autoritario del poder, a la administración de un país de modo que se propicie su desarrollo humano y sostenible.
La gobernabilidad democrática permite no sólo una estabilidad política, sino también calidad en las prácticas de las políticas, que se manifiestan en el buen uso del poder de parte del gobierno, respeto al estado de derecho, alto grado de participación ciudadana y cohesión social. Pero sobre todo: “La gobernabilidad implica el ejercicio pleno de la democracia –acentúa el Dr. Carlos Tünnermann- de modo que haga realidad los valores de justicia, libertad, solidaridad y transparencia”.
En el caso específico de América Latina, el Dr. Carlos Tünnermann plantea el reto de: “que nuestros países enfrenten, de cara al siglo XXI, el fortalecimiento de las instituciones democráticas como soporte indispensable para su ingreso en la modernidad. Nuestra historia reciente registra la paradoja de un cierto avance en el camino democrático y un estancamiento, cuando no un franco retroceso en la economía y en los niveles de vida de las grandes mayorías de la población”.
La Cátedra Latinoamericana “Orlando Fals Borda” fue creada con el propósito de estimular los estudios sociales en América Latina, en homenaje al eminente sociólogo colombiano, Dr. Orlando Fals Borda, principal promotor de la concepción de la investigación-Acción en el campo de las ciencias sociales. Fals Borda es considerado como el “Padre de la sociología colombiana”. Integran la Cátedra, por invitación de la UNAD, el Dr. Aníbal Quijano, del Perú; Antonio Elizalde Hevia, de Chile; Dr. Carlos Tünnermann Bernheim, de Nicaragua; Dr. Normando José Suárez Fernández, de Colombia; Dr. Alejandro Acosta, de Colombia y Dr. Hugo Zemelman, de Chile-México.
En la gobernabilidad democrática también juegan un rol importante los partidos políticos, quienes desde sus tribunas promueven o no el ejercicio político de la democracia, lo mismo que una vigorosa sociedad civil integrada por la población en todos sus niveles y sectores. Porque, como reafirma el Dr. Carlos Tünnermann: “Un estado moderno, reformado y descentralizado en su estructura y redimensionado en sus funciones, implica varias cuestiones, entre ellas, la estructuración de un sistema de partidos políticos fuertes, inclusivos y representativos”.
El Dr. Carlos Tünnermann también se refiere al arraigado fenómeno de la corrupción que: “carcome las raíces mismas de las instituciones democráticas”. Es por eso que, según él, la política debe de ir de la mano con la ética, porque: “no es posible concebir una verdadera gobernabilidad democrática cuando la impunidad es la recompensa de la corrupción pública o privada”. El autor asegura que no debemos caer en la trampa ideológica de que la política es una actividad ajena a la moral.
Finalmente, el Dr. Carlos Tünnermann señala que “En América Latina y el Caribe se hace necesario promover una nueva cultura política, basada en la interdependencia entre lo ético y lo político, entendiendo la ética no sólo como un conjunto de principios y valores, sino como un elemento dinámico, movilizador del comportamiento político de nuestros pueblos”.
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