Por: Carlos De La Torre
cdelatorre@hoy.com.ec
El Movimiento Ciudadano Montecristi Vive ha pedido que escribamos cartas al presidente de la República y otros altos funcionarios del Gobierno de la revolución ciudadana. Cómo el presidente debe estar muy ocupado pensando en qué ministros sacar de su Régimen, más bien escribo a Javier Ponce Cevallos, que, durante su larga trayectoria como intelectual público, escribió libros y artículos de opinión a favor de los movimientos sociales, en particular acerca del movimiento indígena.
Montecristi Vive protesta ante la arremetida de la represión a campesinos e indígenas que usan el derecho a la resistencia para cuestionar las políticas extractivistas del Régimen. Su comunicado dice que se pare la represión "a la protesta social en Quimsacocha (Azuay), Río Grande (Manabí), Intag (Imbabura), Pangui (Zamora Chinchipe) y en otras zonas del país en donde se pretende extraer recursos naturales no renovables".
Que se paren los juicios "por sabotaje y terrorismo de decenas de dirigentes indígenas, campesinos, ecologistas y de movimientos sociales que ejercen su legítimo derecho de resistencia". Y protesta por las "detenciones arbitrarias de Marco Guatemal, presidente de la Federación Indígena y Campesina de Imbabura (FICI), y de Leonardo López, dirigente campesino en el Azuay".
Me solidarizo con estos planteamientos y le pido al ministro Ponce que use el derecho a la resistencia y a la poesía y no mande a los soldados que él tan bien dirige a reprimir a los mismos sujetos sobre los que escribió loas cuando era parte de la sociedad civil, ahora descalificada por el Régimen como corporativista, y de la prensa que, desde que él la dejó, se ha vuelto, en palabras del Líder, mediocre y corrupta. Urjo al poeta siente a los uniformados junto a los campesinos para que lean sus poemas, tiren piedritas a los ríos, se mojen los pies juntos y se reconcilien para, de esa manera, empezar a construir el "buen vivir".
La mayor parte de los intelectuales del grupo boliviano Comuna dejaron de colaborar con el Gobierno de Morales y García Linera pues no estaban de acuerdo con las políticas extractivistas y poco democráticas del MAS. Salieron a tiempo y no se ensuciaron en la represión a los indígenas amazónicos del Tipnis. En el Ecuador, muchos intelectuales siguen prestando sus servicios a la revolución que desmoviliza y reprime a los movimientos sociales.
Luego de cuatro años de Gobierno en los que se dieron los eventos represivos de Dayuma, la muerte del maestro shuar Bosco Wisuma, la arremetida en contra de la Conair, uno se pregunta "¿hasta cuándo padre Ponce?".
¿Con qué criterios se puede justificar ser parte de un Régimen que, diciendo representar el interés de toda la sociedad y de la voluntad colectiva, reprime y encarcela a sectores populares e indígenas que tienen visiones diferentes de qué significa el desarrollo? ¿Por qué mancharse las canas estando al servicio de un Régimen que busca destrozar a la Conair y utiliza las herramientas del gutierrismo para dividir a los líderes de las bases y crear organizaciones paralelas desde el estado?
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Montecristi Vive protesta ante la arremetida de la represión a campesinos e indígenas que usan el derecho a la resistencia para cuestionar las políticas extractivistas del Régimen. Su comunicado dice que se pare la represión "a la protesta social en Quimsacocha (Azuay), Río Grande (Manabí), Intag (Imbabura), Pangui (Zamora Chinchipe) y en otras zonas del país en donde se pretende extraer recursos naturales no renovables".
Que se paren los juicios "por sabotaje y terrorismo de decenas de dirigentes indígenas, campesinos, ecologistas y de movimientos sociales que ejercen su legítimo derecho de resistencia". Y protesta por las "detenciones arbitrarias de Marco Guatemal, presidente de la Federación Indígena y Campesina de Imbabura (FICI), y de Leonardo López, dirigente campesino en el Azuay".
Me solidarizo con estos planteamientos y le pido al ministro Ponce que use el derecho a la resistencia y a la poesía y no mande a los soldados que él tan bien dirige a reprimir a los mismos sujetos sobre los que escribió loas cuando era parte de la sociedad civil, ahora descalificada por el Régimen como corporativista, y de la prensa que, desde que él la dejó, se ha vuelto, en palabras del Líder, mediocre y corrupta. Urjo al poeta siente a los uniformados junto a los campesinos para que lean sus poemas, tiren piedritas a los ríos, se mojen los pies juntos y se reconcilien para, de esa manera, empezar a construir el "buen vivir".
La mayor parte de los intelectuales del grupo boliviano Comuna dejaron de colaborar con el Gobierno de Morales y García Linera pues no estaban de acuerdo con las políticas extractivistas y poco democráticas del MAS. Salieron a tiempo y no se ensuciaron en la represión a los indígenas amazónicos del Tipnis. En el Ecuador, muchos intelectuales siguen prestando sus servicios a la revolución que desmoviliza y reprime a los movimientos sociales.
Luego de cuatro años de Gobierno en los que se dieron los eventos represivos de Dayuma, la muerte del maestro shuar Bosco Wisuma, la arremetida en contra de la Conair, uno se pregunta "¿hasta cuándo padre Ponce?".
¿Con qué criterios se puede justificar ser parte de un Régimen que, diciendo representar el interés de toda la sociedad y de la voluntad colectiva, reprime y encarcela a sectores populares e indígenas que tienen visiones diferentes de qué significa el desarrollo? ¿Por qué mancharse las canas estando al servicio de un Régimen que busca destrozar a la Conair y utiliza las herramientas del gutierrismo para dividir a los líderes de las bases y crear organizaciones paralelas desde el estado?
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