viernes, 9 de septiembre de 2011

Escéptica respuesta de los mercados al megaplán de Obama


El escepticismo y el boicot de algunos republicanos al megaplan anunciado anoche por Barack Obama para revivir la economía de Estados Unidos se refleja desde esta mañana en los principales mercados del mundo, que operan con retrocesos.

En los Estados Unidos, Wall Street abrió en negativo. El Dow Jones cede 1,52%, el S&P, 1,29% y el tecnológico Nasdaq cae 0,84%.

En Europa, el índice DAX de Fráncfort cae fuerte 3,26%; el FTSE100 de Londres, 1,84%; el CAC40, de París, 3,44%, y el Ibex35, de Madrid, 3,03%.

La caída generalizada llega en el cierre de una semana complicada, dominada por la volatilidad y la incertidumbre de los inversores, ambas reflejadas en los principales índices.

Por otra parte, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, pidió hoy a los países que adopten medidas "con convicción y urgencia" para apoyar la recuperación ante la "crisis de confianza" que vive la economía mundial.

Ayer, antes del anuncio, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, había pedido a la dirigencia política del país no sacrificar la recuperación de esa economía con recortes fiscales inconsistentes.

En una audaz jugada, Obama propuso, en esencia, un plan de 450.000 millones de dólares en recortes fiscales e inversiones en infraestructura y en capacitación de trabajadores. Semejante cifra asombró en un escenario de déficit y de rebaja de la calificación de deuda de la potencia.

"Terminen con el circo político. El país está en crisis. Es hora de que quienes están en política asuman sus responsabilidades de la misma manera en que lo hacen los ciudadanos comunes", dijo, al pedir que el Congreso no piense tanto en las elecciones como en la acuciante dificultad económica.

El punto es que el paquete -que evoca al fallido "estímulo", que costó casi el doble- debe ser aprobado por el Capitolio. Allí, los republicanos controlan la Cámara baja y no dejan pasar nada que comprometa "dinero de los contribuyentes".

De hecho, el programa tiene puntos seductores para ellos, como recortes impositivos para empleadores. "Ustedes lo propusieron en el pasado, de modo que apruébenlo ya mismo", los desafió Obama.

Al respecto, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, dijo que el nuevo plan tendrá un impacto sustancialmente positivo en la economía del país si es aprobado por el Congreso. "Si el Congreso actúa sobre este proyecto, éste tendrá un efecto sustancialmente poderoso en el fortalecimiento de una economía que se ha desacelerado un poco y se traduciría en empleos para cientos de miles de trabajadores estadounidenses en momentos en que necesitamos eso", dijo Geithner en una entrevista telefónica de National Public Radio.

Lagarde pide valentía. Antes de viajar a Francia para asistir a la reunión de ministros del G7 que analizará la crisis de deuda soberana europea y la desaceleración económica, Lagarde dijo en Londres que los gobiernos deben utilizar incluso "medidas poco convencionales" ante la actual crisis y consideró que existe una forma de reconducir la economía mundial. Y urgió a los países industrializados a actuar ahora "de manera valiente".

Existe una crisis de confianza ante la "perspectiva económica en deterioro y las crecientes preocupaciones sobre la salud de la deuda soberana y de los bancos", indicó Lagarde en su primera visita a Londres como responsable del Fondo.

Según sus palabras, las economías desarrolladas deben restaurar la sostenibilidad fiscal mediante planes de consolidación creíbles pero no olvidar que llevar a cabo esas medidas "demasiado deprisa" puede "dañar la recuperación y empeorar las perspectivas laborales".



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