martes, 12 de julio de 2011

Ecologistas piden prohibir importación de aletas de tiburón en Costa Rica


Una organización ecologista pidió este martes a la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, que prohíba la importación de aletas de tiburón, que luego son reexportadas a países de Asia, informó un activista.

Los buques pesqueros que operan en aguas costarricenses no pueden descargar aletas en los puertos del país, pero la ONG Pretoma dice que están ingresando por tierra cargamentos de aletas de tiburones capturados y descargados en Nicaragua, que son reexportadas a naciones de Asia, donde son muy cotizadas para preparar algunos platos.

"La importación de aletas (de tiburón) compromete seriamente otras acciones de conservación marina nacional adoptadas recientemente por este Gobierno", dice una carta enviada a Chinchilla por la ONG conservacionista y firmada por 4.039 ciudadanos costarricenses y otros 324 de 39 países.

Pretoma y otras entidades ecologistas combaten el comercio de las aletas, pues afirman que su alto precio estimula la captura masiva de tiburones, lo que ha diezmado su población en aguas centroamericanas.

Chinchilla dispuso en diciembre pasado que los buques pesqueros extranjeros descarguen sus capturas en puertos públicos, lo que permitió controlar con mayor efectividad la prohibición de introducir aletas, que antes eran descargadas en media docena de muelles privados en la costa del Pacífico.

Sin embargo, "los buques (pesqueros) se van ahora a descargar a Nicaragua, que todavía no legisla en ese sentido, descargan las aletas y los esperan camiones costarricenses, que las meten a Costa Rica y las exportan a Taiwán y a varios países asiáticos", dijo el vicepresidente de Pretoma, Jorge Ballestero, a la AFP.

"Es un portillo que no sabemos si es legal o no que están usando estas flotas extranjeras" para exportar aletas desde Costa Rica, agregó.

"Costa Rica es un país más adecuado (que Nicaragua) para la exportación y el precio que obtienen desde acá es mayor", dijo el activista.

Afirmó que la diferencia de precios entre la carne de tiburón, que se comercializa y consume en países centroamericanos, y la aleta de tiburón "es exorbitante".

"Un platillo de sopa de aleta puede costar hasta 150 dólares en un restaurante de Taiwán", indicó Ballestero.



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