Bucarest, 23 Nov (PL) El nombre del rumano Juan Sorín apareció en el listado electoral de su localidad de Reteag, pero él murió hace 13 años; fue un error, reconoció hoy la portavoz policial Claudia Creta, tras la reacción de la prensa.
Las consultas generales celebradas el domingo último en Rumania dieron como ganador al actual presidente, el centroderechista Traian Basescu, seguido del socialdemócrata Mircea Geoana, aunque ambos se enfrentarán en una segunda vuelta, el próximo seis de diciembre.
Una larga lista de irregularidades, que el canal rumano de noticias Realidad TV fija en más de mil, incluye compra de votos y movimientos masivos de personas a los colegios especiales, con la aparente intención de votar por segunda ocasión.
Las fuentes periodísticas reseñan también que las autoridades recibieron denuncias de personas portando dos boletas y de excesivas solicitudes de asistencia a enfermos inmóviles, ejemplificada con un médico cirujano que firmó 60 certificados, 50 de ellos con el mismo diagnóstico.
A pesar de los mchos intentos de fraude, los resultados que las encuestadoras recogieron a pie de urna no ofrecieron sorpresas con respecto a la intención de voto previa a la jornada: los pronósticos referían un empate técnico entre Basescu y Geoana, con preferencia en el último.
Pero el domingo la balanza se inclinó ligeramente al actual mandatario, a quien los estudios de opinión conceden una ventaja de entre 1,1 y 3,8 por ciento, lo que especialistas consideran un empate técnico de difícil pronóstico, si tomamos en cuenta que ambos deberán conquistar un alto volumen de nuevos votantes.
El tercer candidato más aceptado, Crin Antonescu, del Partido Liberal Nacional (PNL), superó todas las expectativas con 22 por ciento.
Sus seguidores son ahora el blanco de conquista de los contendientes Besascu y Geoana, pues cualquiera de los dos con sólo 20 por ciento más, se declararía vencedor el 6 de diciembre.
Al conocerse los resultados de Antonescu, el centroderechista Basescu los interpretó como un guiño de los electores a los candidatos de derecha, en alusión a la segunda vuelta. Mientras, Geoana lo felicitó especialmente por "su campaña limpia" y apeló a la unidad política para reimpulsar la economía del país.
Al analizar los escenarios posibles en el organigrama político rumano, politólogos consideran que si Geoana alcanza la presidencia, podría ceder a las exigencias del PNL de nombrar al alcalde independiente de Sibiu, Klaus Johannis, como primer ministro.
Antonescu se erige como el árbitro de la situación, pues resulta clave en la formación de un Gobierno, ya sea con los demócratas-liberales o con los socialdemócratas, aseguran analistas.
Estos, a su vez, ofrecen pocas probabilidades al actual presidente, a quien consideran aislado de los demás partidos por sus diatribas contra la clase política rumana.
Rumania está sin Gobierno desde el 13 de octubre, cuando el gabinete de centro-derecha perdió una moción de censura que agravó la crisis económica y contrajo el Producto Interno Bruto en más de siete por ciento; situación que provocó un rápido aumento de la tasa de desempleo, ascendente a 7,1 por ciento en octubre.
"Los aspirantes no han sido ni razonables ni pragmáticos, sino que han estado ajenos a la realidad del país, centrándose solamente en sus áreas de influencia", opina el politólogo Stelian Nastase.
El periodista y analista político Cristian Pirvulescu se muestra pesimista y advierte que la crisis gubernamental continuará incluso más allá de los resultados de la segunda ronda electoral. "Se trata de una lucha entre los intereses de los candidatos por alcanzar el poder", sentenció.
Veinte años después de un cambio de sistema político, este país de 22 millones de habitantes ha vivido en unas semanas el final de la coalición entre demócratas-liberales y socialdemócratas, la caída del gobierno y el sucesivo fracaso de dos primeros ministros, designados por Basescu y rechazados por el Parlamento.
Estas son consecuencias de la guerra abierta entre el jefe del Estado y la oposición, que tiene mayoría absoluta en el Parlamento.
Satanizado por los medios y por las fuerzas políticas, exceptuando el Partido Demócrata Liberal del que procede, Basescu se dice víctima de un "sistema deshonesto que quiere impedir la modernización del país".
"La mayoría actual no se opone a mí, sino a las reformas que lancé, incluida la eliminación de los privilegios de ciertas categorías", afirmó.
Durante su primer mandato, Basescu tuvo buenas iniciativas, pero careció de estrategia para llevarlas a cabo. Debería interrogarse acerca de las razones por las que se encuentra totalmente aislado, opinó el experto Cristian Ghinea.
No obstante, el debate se centra hoy en que el ganador en la segunda vuelta deberá enderezar el rumbo de un país que sufre los efectos de una intensa crisis económica.
El vencedor necesita designar rápidamente un primer ministro capaz de reunir una mayoría parlamentaria y sacar adelante reformas a partir de recetas sugeridas y esperadas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, instituciones que concedieron a Rumania un préstamo de 20 mil millones de euros.
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