La fórmula del centroizquierdista Frente Amplio (FA) de Uruguay, favorita para las elecciones del domingo, exhibió confianza y anunció que aunque obtenga mayoría parlamentaria, buscará acuerdos con los partidos de oposición en una suerte de pacto nacional.
El candidato José “Pepe” Mujica, secundado por su compañero a vice Danilo Astori, dijo en conferencia de prensa en la sede del Legislativo que esa búsqueda de acuerdo será en torno de cuatro puntos fundamentales: la educación, la preservación del medio ambiente, las políticas energéticas y la seguridad pública.
Sin decirlo, fue una clara diferenciación con su rival del Partido Nacional (Blanco), Luis Alberto Lacalle, que ha dicho que de ganar, y sin mayoría parlamentaria, gobernará por decreto. Tanto Lacalle como Bordaberry cuestionaron el momento en que Mujica dio el mensaje, es decir, a días de los comicios.
El candidato del oficialismo ha señalado en forma reiterada que él mismo será el encargado de negociar con la oposición en caso de llegar al gobierno. Dijo Mujica: “Si se miran los programas y se analizan las palabras con ánimo constructivo, ya se puede ver que no nos separan grandes cosas” y esas coincidencias pueden ser la base de un “compromiso común”. El presidenciable dio a entender que tanto él como Lacalle convergen hacia el centro político, sobre todo, en el intento de mantener los equilibrios macroeconómicos.
“Ofrecemos compartir cosas que el Frente Amplio podría manejar solo, es una prueba de sinceridad”, subrayó el ex guerrillero tupamaro y propuso que los acuerdos sean “sistemáticos” y tengan un “componente técnico” y otro “político” para que los asuntos fundamentales en la vida del país queden por fuera de la competencia político-partidaria.
El derechista Partido Nacional, principal de oposición, que postula al ex presidente Lacalle (1990-1995), se dijo dispuesto a alcanzar un pacto nacional, pero criticó esta propuesta del FA a pocos días de las elecciones. El candidato a vicepresidente del PN, Jorge Larrañaga, dijo que la iniciativa es “muy poco creíble, muy hecha para la tribuna, muy cercana a la instancia electoral”, pero subrayó que el PN “está dispuesto a un pacto nacional”. Pedro Bordaberry, del Partido Colorado, tercero en las encuestas, dijo que los acuerdos y negociaciones se deben realizar una vez conocidos los resultados.
“Cuando se hace esto en esta época tiene un olor enorme a ‘quiero agarrar los votos’”, dijo Bordaberry.
Casi como presintiendo el comentario de sus rivales, Mujica dijo que la fórmula hace el planteo ahora antes de que estén los resultados del 25 de octubre porque “queremos demostrar que es una propuesta por completo independiente de lo que pase el domingo”, incluso si el Frente obtiene mayoría parlamentaria.
A cuatro días de los comicios, la ratificación de una mayoría parlamentaria para el oficialismo, que debe lograr al menos 48 por ciento, se hace más plausible según varios sondeos difundidos ayer. Para la encuestadora Cifra, incluyendo la proyección sobre indecisos, el FA cuenta con un 49 por ciento de intención de votos, el Partido Nacional un 32 por ciento y los colorados un 14 por ciento. Según Equipos Mori, el FA obtendría 48 por ciento, el PN 30 y el Partido Colorado 15 por ciento. César Aguiar, de Equipos Mori, dijo que lo “más probable” es que la alianza logre la mayoría parlamentaria.
Coincidente con Aguiar, el politólogo Daniel Chasquetti afirmó que el escenario “más probable” es que el Frente obtenga el 48,5 por ciento de los votos. Con estos porcentajes habría segunda vuelta, dado que se necesitan 50 más uno de los votos.
Un escenario difícil resultaría una mayoría parlamentaria del centroizquierda con un triunfo de Lacalle en segunda vuelta. Presidente entre 1990 y 1995, Lacalle anunció recientemente que en caso de volver al gobierno sin un adecuado respaldo parlamentario recurriría a decretos, mecanismo visto como poco democrático pero que habilita la Constitución.
Precisamente, el oficialismo subraya que habiendo tenido la mayoría en el Congreso no se manejó como una aplanadora. “Este período legislativo ha sido el más removedor y el más revolucionario de por lo menos los últimos 60 años en el país”, dijo Diego Cánepa, ex coordinador de la bancada de diputados de la alianza.
Según Cánepa, en este período se votó un abanico de leyes que profundizaron la democracia y reivindicaron los derechos de minorías discriminadas tanto sexual como racialmente. Entre las leyes aprobadas figuran la Unión Concubinaria y el cambio en el régimen de adopciones, que facilita la adopción a parejas homosexuales, la ley de fueros sindicales y la de ocho horas para trabajadores rurales. También destaca una ley de convenios colectivos, que obliga a negociaciones tripartitas patrones-trabajadores y Estado.
La bancada frenteamplista concretó además una modificación del sistema tributario y una reforma del sistema de salud que incorporó a la atención médica a 500 mil niños y adolescentes.
También se aprobó una ley de salud sexual que despenalizaba el aborto, pero fue vetada por Vázquez. El mensaje de Mujica fue en sentido de continuar esa línea de conducta.
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