La crisis humanitaria se extiende en la ciudad de Sa'ada, en el norte de de Yemen, donde la situación se deteriora cada día. La asociación ACNUR se ha declarado profundamente preocupada por el destino y el bienestar de la población civil que ha quedado atrapada en la ciudad debido a los encarnizados combates entre las fuerzas de Al Houthi y las tropas del gobierno, que entran en su tercera semana.
Hasta la fecha, más de 35.000 personas se han desplazado tanto en la ciudad de Sa'ada como en sus alrededores. En total, se calcula que unos 150.000 desplazados internos se han visto afectados por los combates desde el año 2004.
Según los testimonios tanto de las personas que han conseguido huir de la ciudad asediada, como de los trabajadores de ACNUR en el terreno, los combates se concentrarían en la zona antigua de la ciudad de Sa'ada. De acuerdo con sus relatos, en la ciudad también se registran frecuentes ataques aéreos. Como resultado, más personas están huyendo hacia otras zonas de Sa'ada en busca de refugio y asistencia, generando una carga adicional para los vecinos, amigos y parientes, que ven como se van agotando sus escasos recursos.
Aún se mantiene el toque de queda obligatorio de 12 horas, que restringe los movimientos de la población local y de los desplazados internos, especialmente durante la noche. En la mayoría de los distritos afectados por los enfrentamientos se están agotando las reservas de alimentos y los precios en el mercado negro están aumentando de manera dramática.
Sin acceso
Aquellos que pueden permitirse hacer frente al precio, están recurriendo a traficantes para salir de la ciudad de Sa'ada a través de la montañas y llegar al gobernorado vecino de Al Jawaf. Aún no tenemos acceso a esta región de Yemen, donde estimamos que han encontrado refugio unos 4.000 desplazados internos.
A pesar de los combates, hasta el momento los socios locales de ACNUR han registrado a 2.200 familias desplazadas internas en la ciudad de Sa?ada y en las localidades cercanas. Sin embargo, la situación de la seguridad continúa impidiendo la distribución del material humanitario destinado a 370 familias desplazadas internas vulnerables.
Con el empeoramiento de la situación en el norte, ACNUR otorga la máxima prioridad al establecimiento de corredores humanitarios en el norte de Yemen, que permitirían a los civiles huir de la zona de conflicto y a los trabajadores humanitarios distribuir la ayuda humanitaria a miles de desplazados internos en esta remota zona del país.
Los distritos de Razeh y Shadaa, situados en la provincial de Sa'ada, también están bloqueados por los combates, estando restringido el movimiento de personas, así como de bienes y servicios. Baqem acoge a más de 3.000 familias desplazadas internas que encontraron refugio allí antes de que se intensificaran los combates.
Operación transfronteriza
En Baquim, cerca de la frontera con Arabia Saudi, calculamos que han encontrado cobijo otras 3.000 familias de Sa'ada. ACNUR se mantiene en contacto con las autoridades yemeníes y saudíes conforme prepara el inicio de una operación transfronteriza para ayudar a estas personas.
Entretanto, en el distrito de Herad, situado en el gobernorado de Hajjah, las autoridades locales y ACNUR han tomado la iniciativa en la organización de la asistencia. Se ha establecido un comité de gestión del campo que se reúne a diario.
El Gobierno está utilizando 12 camiones para distribuir agua diariamente, ha organizado un servicio de recogida de basuras en el campamento y ha destinado a 38 solados para vigilar el lugar. Las autoridades también han puesto a disposición de los desplazados de manera diaria una clínica móvil y han suministrado dos generadores.
Se necesitan de manera urgente 5 millones de dólares para responder a la emergencia en el norte de Yemen. Estos fondos nos permitirían dar protección y asistencia a unos 70.000 desplazados durante los próximos cuatro meses en Sa'ada y otros gobernorados que se han visto afectados, como Malaheet, Hajjah y Amran.
La asociación también apela a la generosidad de la comunidad internacional, y del mundo musulmán en particular, para aliviar el sufrimiento de los yemeníes desplazados por los recientes combates, especialmente durante este mes sagrado de Ramadán, un periodo para compartir y ser solidarios.
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