Los lugares con mayor concentración forestal de monocultivos
de pino y eucaliptus, son coincidentes con los lugares de mayores índices de
pobreza - emigración, crisis hídrica y también, incendios.
Este debacle social causado por empresas forestales, mantiene
en descontrol numerosos incendios
forestales que año tras año devastan miles de hectáreas del centro sur de
Chile, esto, mientras personeros empresariales y ciertos sectores políticos
intentan eludir sus responsabilidades, levantando cortinas informativas sobre “atentados
organizados y planificados”.
Sin embargo, un hecho indesmentible es que las plantaciones
de monocultivos de pino y eucaliptus, por su composición y estructura, propician incendios que causan enormes daños
en los territorios. Más aún, el estado chileno año tras año invierte enorme
cantidades de recursos financieros para subsidiar a las empresas, a través de
instituciones públicas o universidades, ya sea para biotecnología, estudios de mercado, control de plagas, bonificaciones
para expandirse en tierras de sectores campesinos y comunidades Mapuche,
enormes contingentes policiales para resguardar sus predios en el marco de
reclamaciones de tierras y enormes contingentes brigadistas para apaliar los
incendios.
A pesar del desastroso panorama, en Chile, continúa
promoviéndose aumentar la forestación en
monocultivo de especies exóticas a nivel
País por medio de la prórroga del
decreto 701 que fue creado a inicios de la dictadura militar y que pretende
en el presente, solapadamente, duplicar los monocultivos de plantaciones
exóticas de pino y eucaliptus, lo que intensificaría los graves impactos que
viene causando esta industria y que pretenden expandirlo en terrenos de los
sectores más vulnerables, estimándose llegar a 5, incluso 6 millones de
hectáreas forestadas con monocultivos.
Hoy, este cuadro legislativo pone en el tapete la proyección
de la herencia y el modelo de la dictadura militar basado en la depredación, en
el asesinato de la vida rural y la acumulación de riquezas para ciertos grupos
privilegiados (principalmente a empresas
como Mininco y Arauco), frente a las posibilidades de definir nuevas formas
de desarrollo que revitalicen la vida rural y que fortalezcan las economías
locales y de paso, poner en prioridad la seguridad del País, ya que por un
inviable modelo, se sigue poniendo en riesgo la vida de miles de personas, junto
a la destrucción de bienes naturales y materiales.
En enero del 2012,
más de 70 organizaciones de todo Chile, a través de una carta pública
pusieron en alerta a diversos
territorios de los intentos que tienen las empresas forestales e instituciones
públicas del estado para fomentar la introducción de especies exóticas de pino
y eucaliptos que, según señalaron “solo traerá graves consecuencias para la
vida rural, mayor sequía, mayores impactos, y grave exposición a la infección
de plagas (como la avispa taladradora) con pérdidas totales”. Por tales
razones, hicieron un llamado a no aceptar los supuestos beneficios. “Hoy, hay
más de 3 millones de hectáreas en el centro sur de Chile de estas plantaciones
y a corto plazo pretenden duplicar esta cantidad. Su objetivo es la
introducción de estas plantas en terrenos de campesinos chilenos y de
comunidades Mapuche con entrega de supuestos beneficios, como plantas regaladas
e incluso bonificaciones con dinero por costos”, señalaban.
En otro punto señalaban: “Los empresarios forestales tienen
fortunas en miles de millones de dólares a costa de la depredación de
territorios. Los pinos y eucaliptos son
especies exóticas que a gran escala succionan agua de esteros y napas
subterráneas, erosionan las tierras y para su introducción reemplazan tierras
agrícolas y productivas ancestralmente, como también bosques nativos. Así
es, van matando progresivamente la vida rural. Por lo tanto, con la creciente
falta de tierras cultivables más la pérdida de aguas, se va obligando que mucha
población rural deba emigrar a ciudades,
las que a su vez están colapsadas por la falta de empleo, de verdaderas
oportunidades”.
Pinos y eucaliptus
propician incendios
Sergio Donoso, Ingeniero
forestal de la Universidad de Chile y presidente de la Agrupación de
Ingenieros Forestales por el Bosque
Nativo (AIFBN) informó a Radio Universidad de Chile este 18 de febrero 2015, que
uno de los elementos facilitadores para la propagación de incendios es el
exceso de plantación de árboles exóticos, como
pino y eucaliptus: “Ese es un elemento facilitador, cuando uno tiene una
gran cantidad de combustible y es muy homogéneo, por supuesto que una vez que
se inicia el incendio, el control de estos se vuelve mucho más complejo,
costoso, difícil y adicionalmente este tipo de plantaciones de pino y
eucaliptus, de especies de rápido crecimiento conllevan un alto consumo de
agua, dadas las tasas de crecimiento que tienen estás especies. Por lo tanto,
el nivel de sequedad y de falta de agua que se presenta en esos ambientes es
mucho más intenso y por lo que facilita
el proceso de propagación de estos incendios, en ese sentido claramente no son
elementos que permitan mitigar, sino que en muchos casos facilitan la propagación” sentenció.
Como ya se ha destacado en otras publicaciones, Mary T. Kalin Arroyo, premio nacional de
Ciencias 2010 y directora del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) de la
Universidad de Chile, publicó en abril del 2014 en el diario La Tercera una
nota de opinión con respecto al incendio que afectó a los cerros de Valparaíso
y la relación con las plantaciones forestales, señalando: “Un aspecto poco
mencionado (con respecto al incendio en el puerto) es la composición de la
vegetación natural de las colinas de Valparaíso, que es el típico matorral
chileno, si bien inflamable, no tanto como especies exóticas (eucaliptos, pino y acacia) que han sido
sembradas en la zona. El Eucalyptus
globulus es considerado una de las plantas más pirofíticas del mundo. Las
hojas contienen compuestos volátiles que localmente producen incendios
explosivos. Una vez encendida, la corteza se desprende, produciendo focos
adicionales. Los pinos tienen un alto
contenido de resina en las hojas. La Acacia delata, que es común en Chile
central, está incluida en la lista de plantas más inflamables de Tasmania, de
donde es nativa”.
Crisis hídrica
La mayoría de las comunas del Maule, Bio Bio y la Araucanía
que presentan concentraciones forestales, se ven afectadas por el déficit
hídrico que azota a esta parte del país. Gran parte del problema según han
denunciado comuneros, se debe a la presencia de plantaciones
forestales de empresas privadas, que consumen gran parte de las aguas
subterráneas, lo que es sufrido en carne propia por familias esforzadas, a
quienes no se les ofrece una solución integral.
Mientras diversos sectores políticos y empresariales
disfrutan de sus vacaciones, miles de familias no tienen agua básica y la
agricultura de menor escala literalmente ha desaparecido en estas zonas.
Un estudio del 2010 sobre el “Efecto de plantaciones de
Pinus radiata y Eucalyptus globulus sobre el recurso agua en la Cordillera de
la Costa de la región del Biobío, Chile”, determina ciertos niveles de impacto
que las plantaciones tienen sobre los recursos hídricos en el centro sur de
Chile. Los autores e investigadores de la Universidad Austral de Valdivia,
Anton Huber, Andrés Iroumé, Christian Mohr, Cristian Frêne, han
determinado niveles de impactos, cuyo análisis de basó en las siguientes
hipótesis: las distintas características que tiene el dosel de las plantaciones
forestales afectan las pérdidas de agua por intercepción y, por consiguiente,
la cantidad total de agua que alcanza el suelo en cada cuenca; que los
desiguales montos de agua involucrados en la evapotranspiración repercuten
sobre el caudal de los efluentes; y, que las disimilitudes entre los valores de
los diferentes componentes del balance hídrico y las particularidades de las
cuencas definen la cantidad de sedimentos transportados.
La situación que viven numerosos territorios hace ver que no
es posible continuar con la expansión de plantaciones de pino y eucaliptus y,
por una cuestión de seguridad y bienestar colectivo, se
hace urgente cambiar los modelos de desarrollo para que tiendan a la
revitalización de la vida rural y no a
su eliminación, como se viene haciendo hasta ahora. Por ello, resulta
indispensable que los legisladores y sectores políticos que han promovido el
negocio de las forestales, cambien sus actuaciones bajo principios y valores
que atiendan los derechos humanos.
Alfredo Seguel
INFORMACIÓN
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Polémica desatada en
la Araucanía por responsabilidades en incendios forestales / http://issuu.com/tiempo21_ ediciondigital/docs/321# sthash.06lB0svt.l8OZabh2.dpuf
Efecto de
plantaciones de Pinus radiata y Eucalyptus globulus sobre el recurso agua en la
Cordillera de la Costa / http://mingaonline.uach.cl/ scielo.php?pid=S0717- 92002010000300006&script=sci_ arttext
Los incendios del
negocio forestal - Ver Video / https://www.youtube.com/watch? v=X0qIfit2WTg
Crisis hídrica en la
región Araucanía, Chile / https://www.youtube.com/watch? v=DIHrTV4AnGg
Los Mega Incendios
Forestales son crímenes de Lesa Humanidad / http://www.mapuexpress.net/ content/news/print.php?id=8042
Organizaciones de
todo Chile hacen un llamado a Sectores Campesinos y Comunidades Mapuche a No
introducir más Pinos y Eucaliptus en los territorios / http://www.mapuexpress.net/ content/news/print.php?id=8073
Las plagas que desde
2001 arrasan con las forestales del sur de Chile / https://www.veoverde.com/2012/ 01/las-plagas-que-desde-2001- arrasan-con-las-forestales- del-sur-de-chile/
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