Gitanas feministas por la diversidad

La violencia de género es un delito que tiiene que ser erradicado

 

Ricardo Lenoir / Sandra Martín 

 

Todavía quedan muchos derechos y libertades por conseguir para vivir en una sociedad igualitaria y alejada de los estereotipos. Dentro de la etnia gitana también. Se sienten afectados, sobre todo, por la imagen que se ofrece de ellos en algunos medios de comunicación. Coincidiendo con el Día Internacional del Pueblo Gitano, un grupo de mujeres, hartas de su situación han decidido salir a la calle a luchar y pedir que se les reconozca 

 

 

Mjeres gitanas, jóvenes, artistas, psicólogas, abogadas que para luchar por la diversidad y para no ser diferentes de las mujeres de otras etnias han creado la Asociación Gitanas Feministas por la Diversidad. Hablan de lucha y de revolución y saben que lo tienen más difícil que otras mujeres agrupadas en diferentes colectivos que reivindican lo mismo pero que no tienen que vencer una doble resistencia, la interna y la externa. Acaban de presentarse en sociedad, en la sede de la Fundación Casa Patas que alberga en Madrid una de las escuelas de flamenco más prestigiosas del mundo.

“Nuestro movimiento es de justicia social, somos mujeres inquietas y queremos la igualdad de las mujeres gitanas con el resto de mujeres. Nos identificamos con la mujer gitana, pero somos feministas y queremos destruir la imagen que se vende y que se explota de nosotras”. Es María José Jiménez Cortiñas, presidenta de la asociación, profesional del Derecho y persona que desborda fuerza interior. Con ella están Patricia Caro Maya, Aurora Fernández Losada y Noelia Heredia Iglesias, que son el equipo promotor de esta iniciativa. Todos expresan una gran convicción y, como María José, irradian gran fuerza.

“A nosotras no nos tiene que llevar de la mano la mujer paya. Nos hemos quitado los complejos de encima. Queremos una gitaneidad consecuente con las vidas que llevamos. Y tampoco necesitamos que los hombres gitanos nos digan como tenemos que hacer las cosas. Somos gitanas que sabemos muy bien lo que queremos”.

María José aborda la violencia de género, desgraciadamente muy presente en esta comunidad, “que se entienda que la violencia de género es un delito y que no está ligada a la mujer gitana. Es problema está en que la mujer gitana no denuncia”.
Defiende y reivindica el hecho de que en el mundo gitano también existe la diversidad y que quieren reforzar, precisamente, su identidad gitana. Habla, también, de los medios de comunicación, “nos están haciendo mucho daño a los gitanos en toda España” y termina su presentación reclamando el papel del hombre gitano en esta lucha, “un pájaro no vuela con una sola ala”. Saben que su tarea es dura y difícil, que están criticadas por los gitanos, pero también por las gitanas.

Junto con las promotoras están otras personas que se han significado por su compromiso con el pueblo gitano y, especialmente con sus mujeres. Como, por ejemplo, Mercedes Jiménez Grangel, que siguió muy de cerca el fin del poblado de Puerta de Hierro, tras más de sesenta años de asentamiento, defendiendo y peleando esta causa en el Ayuntamiento de Madrid y en la Asamblea.  En este poblado ocurrió un triste y trágico suceso que fue la muerte de una niña de siete años, Shakira, a la que, según denuncian no se le prestó la asistencia sanitaria debida. “En el pueblo gitano las que llevan la lucha son las mujeres”, dice Mercedes.

Belén Municio, de Amnistía Internacional, dice que su organización ha comenzado a ocuparse de estos problemas hace poco y lo hacen por la gravedad de los mismos. “El principal problema –señala-, entre payos y gitanos es el del desconocimiento. Hay que abrir puentes entre unos y otros”, tras destacar la valentía, como lo hicieron la mayoría de los que intervinieron, de las mujeres de la asociación.

Las mujeres de la asociación no dejarán de luchar por sus derechos / SMD

Feminismo no es hembrismo
Mientras, Paloma Aznar, directora de cine y periodista, que siguió muy de cerca el caso de Puerta de Hierro trasladó a las mujeres gitanas de asociación algunas preguntas, cuyas respuesta resumimos aquí: “Feminismo no es hembrismo;  queremos tranquilizar a nuestra comunidad, a nuestra mujeres; los gitanos no existimos en la ley, como si lo hacen los inmigrantes y gente de otras etnias; la discriminación y la crisis han fomentado los matrimonios acordados entre personas muy jóvenes, pero esa no es hoy en día una costumbre gitana”.

A su vez, Sandra Martín, redactora de este medio ha asistido sustituyendo a Cristina del Valle, cantante y activista, quien reivindica constantemente las injusticias que viven las mujeres en todo tipo de culturas y países. Así, ha querido poner de manifiesto las graves políticas y recortes llevados a cabo por el Gobierno -un 30% menos en los presupuestos-, que han provocado que la mujer esté menos protegida, ya sea en materia de ayudas sociales, educación y apoyo jurídico. “Es necesario luchar todas juntas, porque nos queda un largo camino por recorrer”.

Rosas rojas y blancas en el río Manzanares

Finalmente, ha intervenido un pastor de la iglesia evangélica Vino Nuevo Movimiento Rey Jesús, Jesús Losa, gitano. “Dios no hace diferencias entre sexos, tenemos que devolver a la mujer lo que es suyo, sus derechos. Hemos estado luchando con medio ejército, cuando teníamos un ejército entero”, señala el pastor. Y añade, “se puede ser universitaria, pastora, ama de casa, o lo que sea, pero lo tengo que decidir yo. Los límites están en la mente”.

Al finalizar la presentación, se ha llevado a cabo un ritual en honor al pueblo gitano, con el que recuerdan a sus antepasados y a los casi 600.000 que fueron asesinados durante el Holocausto.

A orillas del río Manzanares las mujeres y hombres participantes en la asociación, han lanzado rosas rojas y blancas a la vez que han leído un manifiesto en clave feminista. “Nuestro valor fundamental es la familia, la mujer gitana desde su rol de transmisora de valores, representa una figura importante por la lucha de los derechos de su pueblo”.

“Una mujer cada vez más independiente, reivindicadora de un espacio propio y lucha cada día por hacer visible la capacidad y valía que poseemos. Queremos dejar de ser las grandes desconocidas”, así las mujeres han querido reivindicar su hueco en la sociedad. “Tenemos derecho a conquistar igualdad y ocupar aquellos puestos que se nos han negado históricamente, sin que ello conlleve a tener que renunciar a nuestra entidad como mujeres y como gitanas”. El acto ha sido cerrado con una entonación del himno de la mujer gitana. 
 

Las integrantes de la Asociación de Mujeres Gitanas Feministas en Casa Patas / SMD