Comunero Achuar inicia huelga de hambre en penal de Huayabamba exigiendo su libertad
En protesta por su injusto encarcelamiento y la demora en la atención de su situación judicial, el comunero Achuar Segundo García Sandi, inicio esta mañana una huelga de hambre al interior del penal de Huayabamba en Iquitos.
García Sandi se encuentra recluido en dicho penal desde el 5 de diciembre último, luego que se ordenara su captura y detención tras ser señalado por la empresa Pluspetrol como uno de los responsables de los actos vandálicos contra las tuberías que transportan el crudo.
El internamiento del comunero Achuar en el centro penitenciario se produjo a pesar de que no existen medios probatorios que lo sindiquen como el autor de esos hechos, por el contrario tanto él como sus familiares consideran este hecho como un intento de la empresa Pluspetrol Norte por silenciar los justos reclamos de los pobladores de las comunidades nativas de la cuenca del Corrientes que se han visto afectados por las operaciones petroleras en la zona.
Hay que señalar que Segundo García Sandi venía organizando a los afectados con metales pesados en sangre para la defensa de sus derechos, además él es uno de los comuneros que en el año 2006 fueron sometidos a diversos análisis médicos, los mismos que determinaron la presencia de las sustancias tóxicas en su sangre.
Por su parte, Jovita Hualinga Vílchez, esposa de Segundo García, señaló que la orden de detención contra su esposo obedece a la presión que viene ejerciendo Pluspetrol ante las autoridades judiciales.
Además, responsabilizó a las juezas Alicia García del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Maynas y Amparo Magallanes de Primer Juzgado Liquidador de Nauta, por lo que pueda suceder con la salud de su esposo.
Cabe indicar que la Federación de Comunidades Nativas del Río Corrientes - Feconaco, a través de su presidente Carlos Sandi, denunció el injusto encarcelamiento de los comuneros acusados sin pruebas de los supuestos atentados contra los ductos petroleros.
El dirigente indígena informó que el pasado 19 de diciembre presentaron un Habeas Corpus ante el juzgado de investigación preparatoria para que se disponga la liberación de los comuneros en vista que no existe medios probatorios que los señalen como los autores del corte de las tuberías.
Agregó que con la detención de García y Rengifo buscan silenciar a los comuneros que han elevado su voz de protesta frente a los abusos cometidos por las petroleras durante los 40 años de explotación petrolera en la zona.
Por ello, se pidió la intervención del Presidente de la Corte Superior de Justicia de Loreto, Wilwer Mercado, para que se disponga la liberación de los comuneros.
También, insistió en solicitar a ODECMA, que se investigue el accionar de Gladys Magallanes, quien ordenó el internamiento de los pobladores.
Asia Oriental es una poderosa región económica, pero
su avance en este campo no parece reflejarse en el de las relaciones
entre los países, sobre todo debido al asunto de la soberanía sobre las
islas en disputa entre Japón, China y Corea del Sur.
Las islas Senkaku/Diaoyu, la 'manzana de la discordia'
La actual antipatía china hacia Japón tiene sus raíces en la brutal ocupación japonesa de gran parte de China en la Segunda Guerra Mundial. Al final de esa guerra un grupo de islas, llamadas Senkaku en japonés y Diaoyu en chino, controlado por Japón desde 1895, fue puesto bajo administración de EE.UU., país que controló las Senkaku hasta 1972, cuando entregó el control de estas islas y de Okinawa a Japón. En los últimos años los islotes eran de propiedad privada, pero en 2012 el Gobierno nipón los compró y anunció su nacionalización, lo que dio inicio a una nueva escalada de tensión entre Tokio y Pekín.
Nueva zona china de defensa aérea
China consideró la adquisición de las islas por el Gobierno nipón como una provocación. El 23 de noviembre de 2013, Pekín estableció una zona de identificación de defensa aérea sobre el mar de China Oriental que comprende las islas Senkaku/Diaoyu y también el islote Roca Socotra, que se encuentra en la esfera de los intereses surcoreanos.
Por su parte, Japón expresó ante China su protesta en relación al anuncio de la creación de la nueva zona. Su mejor aliado, EE.UU., reaccionó enviando a la región sus aviones de combate B-52, que incursionaron sin previo aviso en la nueva zona de defensa aérea decretada por China sin cumplir con los requisitos del país asiático. Washington también advirtió que actuará en cumplimiento de los acuerdos militares con Japón en caso de cualquier agresión contra su aliado.
Según John Everard, no está claro si China esperaba esta reacción, pero es poco probable que recibiera con entusiasmo la cooperación más estrecha entre EE.UU. y Japón provocada por su acción. No obstante, ahora para Pekín sería muy difícil dar marcha atrás y perder la cara hasta ante su propio pueblo, ya que la antipatía a Japón está muy extendida en China, y mostrar debilidad en este asunto podría conllevar una reacción muy hostil por parte de los propios chinos.
Japón, a su vez, tampoco puede dar marcha atrás. La soberanía sobre las islas en disputa se considera una cuestión de orgullo patrio y los nacionalistas japoneses, que tienen un peso considerable en la arena política del país, forzarían el fin de cualquier Gobierno que cediera ante la presión china.
El controvertido 'homenaje' japonés a los criminales de guerra
En medio de toda esta tensión, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, decidió visitar el pasado mes de diciembre el santuario Yasukuni, donde se rinde homenaje a los guerreros japoneses, algunos de los cuales son considerados crueles criminales de guerra durante la invasión japonesa de China y de otros países de Asia Oriental. El gesto de Abe no hace sino añadir tensión a la ya muy deteriorada relación entre Pekín y Tokio.
Corea del Sur también expresó su decepción por la visita del primer ministro japonés al santuario, algo que, según las autoridades de Seúl, tendrá enormes repercusiones diplomáticas.
Dos aliados fundamentales de EE.UU. en Asia, en desacuerdo
Todo esto muestra que no es sólo con China con la que Japón tiene una disputa territorial. Un pequeño archipiélago llamado Dokdo en coreano y Takeshima en japonés, actualmente está bajo el control de Seúl, pero es reclamado por Tokio. Por otra parte, los tribunales surcoreanos comenzaron a reconsiderar el acuerdo de 1965 entre Japón y Corea del Sur sobre las reclamaciones de indemnización a los coreanos que fueron forzados a trabajar como esclavos durante la ocupación japonesa.
Pese a la exasperación que esta situación provoca en EE.UU., las relaciones entre Seúl y Tokio, sus dos principales aliados en la región, se hacen cada vez más tensas sobre esas cuestiones en la medida en que además casi no se mantienen relaciones diplomáticas entre la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, y el primer ministro nipón, Shinzo Abe.
Otros países, también involucrados
China también tiene disputas territoriales con Filipinas, Vietnam e Indonesia sobre islas en el mar de China Meridional. Everard señala que Pekín se está volviendo cada vez más agresivo en la promoción de sus reclamaciones y además construye estructuras permanentes en algunas de esas islas en disputa.
En diciembre, se retiró del proceso de arbitraje de la ONU sobre su disputa territorial con las Filipinas y envió su primer portaviones, el Liaoning, a la zona. Se trata de la primera vez que un Estado, y además un miembro permanente del Consejo de Seguridad, recurre a esta medida.
Por lo tanto, publica Everard, es fácil de entender el 'nerviosismo' de sus vecinos, así como el aumento de sus presupuestos militares y los intentos de incrementar la cooperación militar ante la amenaza china.
El aumento del poder militar de China también preocupa a EE.UU., que tiene tratados de defensa con varios países de la región. Una disputa armada entre China y uno de ellos podría amenazar con desencadenar un conflicto militar directo entre Washington y Pekín.
Ausencia de ayuda institucional
Si tensiones parecidas se produjeran en Europa, habría varias instituciones regionales que instarían a las partes a negociar una solución (en particular, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa). Incluso en África, continente que rara vez destaca por un desarrollo pacífico de sus conflictos, la Unión Africana está teniendo una trayectoria eficaz en la mediación de conflictos.
Pero nada parecido existe en el este de Asia, subraya el exembajador británico en Corea del Norte. Los países se ven obligados a resolver sus desacuerdos de forma bilateral, sin ningún apoyo institucional. Esto permite a los países más fuertes presionar a los más débiles individualmente.
John Everard concluye que la posibilidad de que cualquier desavenencia en Asia Oriental se convierta en una confrontación militar, de momento no es grande, pero tampoco lo es la posibilidad de que cualquiera de las disputas se resuelva pacíficamente en un futuro próximo.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/116351-china-japon-conflicto-guerra-islas-asia
No hay comentarios:
Publicar un comentario