Los países del sur de Europa y los
anglosajones, que no disponen de buenos servicios públicos para el
cuidado de familiares, tienen una población con una salud peor que los
países nórdicos y del este de Europa, debido a las altas cargas
familiares y laborales, según pone de manifiesto un estudio del proyecto
europeo Sophie.
En cambio, en los países nórdicos y del este de Europa, "con mejores servicios públicos para externalizar el cuidado de hijos y personas dependientes", no existe dicha relación.
El proyecto europeo Sophie, que evalúa el impacto de las políticas estructurales en la desigualdades en salud, está financiado por el Séptimo Programa Marco de la UE, y está coordinado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), en colaboración con el Ciber de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp), dependiente del instituto de Salud Carlos III.
De este modo, los investigadores constatan que la relación de las largas jornadas de trabajo y cargas familiares con la salud de las personas "depende del modelo de política familiar que se siga".
En países con el modelo de familia tradicional, por tanto, la situación es peor que en aquellos que promueven un modelo de pareja con ambas personas empleadas y buenos servicios públicos que permiten la externalización del cuidado de hijos y dependientes, ha explicado la coordinadora del trabajo Lucía Artazcoz.
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