María Chauca Castillo.
Semanas previas a la audiencia final del proyecto Tía María, el
municipio de Deán Valdivia organizó talleres informativos para los
pobladores de la zona. El ingeniero geólogo Otto Hito Urquizo,
agricultor del valle, analizó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de
la minera y acá le hace cuestionamientos.
¿Cómo califica el nuevo EIA de Tía María?
Existen contradicciones y falsedad de datos. En la metodología hay un sesgo para minimizar la contaminación en diferentes formas.
¿Cómo se minimiza?
En el caso de la pluviometría, el EIA considera la estación del Senamhi de La Joya, a 45 Km del campamento, teniendo la estación de Pampa Blanca a 10 Km. En La Joya precipita 2.18 milímetros y en Pampa Blanca por encima de los 7 milímetros. La minera dice que en esta zona no llueve y no hay humedad. Por eso dejarán el ripio (material de desperdicio de la extracción) a la intemperie, sin geomembranas que lo cubran solo arcilla compactada en la base de las quebradas.
¿Qué pasa con el ripio a la intemperie?
Según el EIA, cuando la roca pasa por el proceso de lixiviación, el ácido sulfúrico mezclado con el agua separa el cobre y deja la roca inerte. Esto no es así. La eficiencia del ácido llega al 67%. Más de 30% de contenido de cobre metálico se queda en la piedra. Ahora, todo el proyecto está encima de un acuífero que no es grande como para extraer agua o generar una irrigación, pero es importante. Cuando hay precipitaciones, el ácido y metal que quedan en la roca se drenarán por el acuífero, contaminando y llegando a su vez al río Tambo y el mar. Va a afectar los suelos, las plantas y el camarón.
¿Cuántas toneladas de ripio se van a acumular?
Hablamos de más de 400 millones de toneladas en los 18 años que durará la explotación. Va a quedar un pasivo ambiental que no podrá neutralizarse en miles de años. El problema es la calidad del agua. Con el funcionamiento del proyecto la agricultura se vendrá abajo.
¿En qué va a afectar el agua contaminada?
Se va a percibir en el bajo rendimiento de la producción. En vez de producir, por ejemplo entre 7 mil u 8 mil kilos de arroz por hectárea, bajará a 5 mil o 4 mil. Y otra consecuencia será el inicio de enfermedades, como el cáncer. La gente del valle consume esta agua y no solo hablamos de que esté contaminada con cobre, sino también, en menor proporción, con arsénico, cromo, cadmio y otros metales pesados que se generarán en el proceso de extracción.
Southern asegura que el ácido sulfúrico no se evaporará. ¿Es cierto?
El ácido diluido con agua en el proceso de lixiviación se evapora con mayor facilidad que un ácido puro. Dentro de sus características el ácido es un líquido higroscópico, es decir que atrapa la humedad. En consecuencia se evapora. La minera colocará un sistema de irrigación para limpiar el aire durante el proceso, pero eso no va a impedir que se evapore.
La minera asegura que esta zona es desértica, sin humedad.
No es cierto. La calidad de los suelos en ese lugar es óptima a consecuencia del clima, con las garúas, lluvias, a través de los años. Hay buenos suelos inclusive para la agricultura. La prueba fehaciente es que al costado está la irrigación de San Camilo.
¿Y los vientos? La minera asegura que solo se volará cuando corran de sur a norte…
En el capítulo 4 del EIA que explica la línea base, se concluye que la rosa de vientos está en todas direcciones. Hay un predominio durante el día hacia una dirección, pero cambia en momentos. Se puede concluir que el material particulado que quedará después de las explosiones y los gases del mismo serán llevados de forma indistinta.
¿Cómo califica el nuevo EIA de Tía María?
Existen contradicciones y falsedad de datos. En la metodología hay un sesgo para minimizar la contaminación en diferentes formas.
¿Cómo se minimiza?
En el caso de la pluviometría, el EIA considera la estación del Senamhi de La Joya, a 45 Km del campamento, teniendo la estación de Pampa Blanca a 10 Km. En La Joya precipita 2.18 milímetros y en Pampa Blanca por encima de los 7 milímetros. La minera dice que en esta zona no llueve y no hay humedad. Por eso dejarán el ripio (material de desperdicio de la extracción) a la intemperie, sin geomembranas que lo cubran solo arcilla compactada en la base de las quebradas.
¿Qué pasa con el ripio a la intemperie?
Según el EIA, cuando la roca pasa por el proceso de lixiviación, el ácido sulfúrico mezclado con el agua separa el cobre y deja la roca inerte. Esto no es así. La eficiencia del ácido llega al 67%. Más de 30% de contenido de cobre metálico se queda en la piedra. Ahora, todo el proyecto está encima de un acuífero que no es grande como para extraer agua o generar una irrigación, pero es importante. Cuando hay precipitaciones, el ácido y metal que quedan en la roca se drenarán por el acuífero, contaminando y llegando a su vez al río Tambo y el mar. Va a afectar los suelos, las plantas y el camarón.
¿Cuántas toneladas de ripio se van a acumular?
Hablamos de más de 400 millones de toneladas en los 18 años que durará la explotación. Va a quedar un pasivo ambiental que no podrá neutralizarse en miles de años. El problema es la calidad del agua. Con el funcionamiento del proyecto la agricultura se vendrá abajo.
¿En qué va a afectar el agua contaminada?
Se va a percibir en el bajo rendimiento de la producción. En vez de producir, por ejemplo entre 7 mil u 8 mil kilos de arroz por hectárea, bajará a 5 mil o 4 mil. Y otra consecuencia será el inicio de enfermedades, como el cáncer. La gente del valle consume esta agua y no solo hablamos de que esté contaminada con cobre, sino también, en menor proporción, con arsénico, cromo, cadmio y otros metales pesados que se generarán en el proceso de extracción.
Southern asegura que el ácido sulfúrico no se evaporará. ¿Es cierto?
El ácido diluido con agua en el proceso de lixiviación se evapora con mayor facilidad que un ácido puro. Dentro de sus características el ácido es un líquido higroscópico, es decir que atrapa la humedad. En consecuencia se evapora. La minera colocará un sistema de irrigación para limpiar el aire durante el proceso, pero eso no va a impedir que se evapore.
La minera asegura que esta zona es desértica, sin humedad.
No es cierto. La calidad de los suelos en ese lugar es óptima a consecuencia del clima, con las garúas, lluvias, a través de los años. Hay buenos suelos inclusive para la agricultura. La prueba fehaciente es que al costado está la irrigación de San Camilo.
¿Y los vientos? La minera asegura que solo se volará cuando corran de sur a norte…
En el capítulo 4 del EIA que explica la línea base, se concluye que la rosa de vientos está en todas direcciones. Hay un predominio durante el día hacia una dirección, pero cambia en momentos. Se puede concluir que el material particulado que quedará después de las explosiones y los gases del mismo serán llevados de forma indistinta.
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