viernes, 13 de septiembre de 2013

Ecuador/ ALBERTO ACOSTA/ YASUNI: Una aclaración necesaria sobre los convenios con Venezuela


Compañeras y compañeros:

Me parece oportuna una aclaración de mi parte en relación a la reiterada insistencia del gobierno en tratar de hacer creer que yo firmé, cuando era ministro de Energía y Minas, la autorización para explotar el ITT. Algo totalmente alejado de la verdad.

 Sabemos cómo actúa este gobierno. Su principal órgano de represión y amedrentamiento es su aparato de propaganda. Y una de sus herramientas más utilizadas es la sabatina presidencial, en donde el presidente asume el papel de “Jupiter tonante”.

 No hay duda que existe mala fe cuando el propio presidente Rafael Correa afirma que Alberto Acosta, cuando era ministro Energía y Minas, firmó un convenio con PDVSA para explotar el ITT.
 Hay que saber que Correa conocía los convenios que se suscribieron en materia energética con Venezuela. Estos acuerdos de cooperación se firmaron por parte de los ministros del ramo durante la reunión bilateral que sostuvieron los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Hugo Chávez Frías, luego de haber culminado la sesión de debate de la I Cumbre Energética Suramericana, el martes 17 de abril del 2007. En la ceremonia de firma de los documentos entre los países, en la que participaron Correa y Chávez, como se lee en la nota del gobierno venezolano [1], los mandatarios manifestaron su firme intención y disposición de ampliar cada vez más las relaciones y el intercambio en materia energética, y trabajar mancomunadamente para el desarrollo de la región.

 El acuerdo para la Instrumentación de la Cooperación en el Sector Energético tenía el propósito de desarrollar varios proyectos conjuntos en el área de hidrocarburos, gas y electricidad.  En dicho acuerdo, las partes, a través de sus respectivos entes ejecutores, se comprometieron a realizar conjuntamente los ESTUDIOS que sean requeridos para la ejecución de una lista de proyectos enumerados en dicho documento,[2] previo el cumplimiento de los requerimientos pre-contractuales requeridos en la legislación de cada país.

 En el marco de este acuerdo amplio se suscribió otro convenio específico para la realización de un estudio de cuantificación y certificación de las reservas de los yacimientos existentes en el campo Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT), de Ecuador,[3] nada más. De esta manera se dejó sentado el real objetivo de esta cooperación en este punto. Cabría anotar que la firma de este convenio desarmó la intención del presidente de Petroecuador de la época, quien estaba empeñado, incluso en contra de lo que disponía la ley, a entregar lo antes posible la explotación del ITT a un consorcio de empresas china, brasilera y chilena.

 La determinación de las reservas existentes era una tarea necesaria tanto para poder cristalizar la opción A: dejar el crudo en el subsuelo a cambio de una contribución internacional, o la opción B: extraer el crudo. Era indispensable contar con cifras confiables para poder proceder en el ámbito internacional con la promoción de la iniciativa Yasuní-ITT.

Igualmente es bueno recordar que el gobierno venezolano había propuesto a varios países de la región la posibilidad de explotar conjuntamente los campos petroleros del Orinoco. Así, en dicha ocasión, en lo que respecta al proyecto conjunto de la Faja Petrolífera del Orinoco, se acordó también la realización del estudio de cuantificación y certificación de las reservas de los yacimientos existentes en el bloque 5 del área Ayacucho de la Faja Petrolífera del Orinoco, en el estado Anzoátegui.

 Sobre mi posición frente a la Iniciativa Yasuní-ITT creo que no necesito aclarar nada en particular, pero estoy dispuesto a hacerlo si alguien lo requiere. Mi proceso de concienciación en relación a la importancia de la Amazonía es conocido. 

 Mi posicionamiento a favor de la Iniciativa Yasuní-ITT, concebida inicialmente como moratoria petrolera, surgida desde la sociedad civil -dentro y fuera del Ecuador-, antes de que Rafael Correa llegue a la Presidencia, es el producto de múltiples aproximaciones al tema del desarrollo y a la Amazonía misma. A más de varias visitas turísticas en mis primeros años de vida, recuerdo la posición que tuve sobre la Amazonía como fuente de recursos naturales, en tanto funcionario de nivel directivo de la Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana (subgerente de comercialización y antes asistente ejecutivo de la subgerencia de planificación, a inicios de los años ochenta).

 En este tránsito, que incluye una posición que defendía prácticas extractivistas, fui asumiendo definiciones y acciones ecologistas, que son las que me permitieron defender desde dentro del gobierno la Amazonía, posición que ya la había asumido años atrás.

 Con un cordial saludo,

 Alberto Acosta



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