El político opositor tunecino Mohamed Brahmi murió baleado el jueves
afuera de su casa en Túnez, en el segundo asesinato de ese tipo durante
este año, desencadenando protestas masivas contra el Gobierno liderado
por islamistas en la capital y otras partes del país.
"Fue baleado en frente de su casa cuando estaba con su hija
discapacitada", dijo Mohamed Nabki, miembro del secular y nacionalista
Partido Popular, a Reuters. "Los asesinos huyeron en una motocicleta",
agregó.
El asesinato de otro político secular el 6 de febrero, Chokri Belaid,
desató los peores hechos de violencia en Túnez desde la caída del
presidente autocrático Zine al-Abidine Ben Ali en 2011.
"Esta banda criminal ha matado la voz libre de Brahmi", dijo su viuda
Mbarka Brahmi, sin especificar quién estaba detrás del ataque.
Brahmi era un abierto crítico del Gobierno liderado por el islamista
partido Ennahda y miembro de la Asamblea Constituyente encargada de
redactar la nueva Constitución del país del norte de Africa, que está
dividido entre islamistas y sus opositores.
El presidente de la Asamblea Constitucional declaró que el viernes será un día de luto por Brahmi.
Miles de manifestantes protestaron afuera del Ministerio del Interior en la capital, Túnez, después del asesinato.
"Abajo con el Gobierno de los islamistas", gritaban y demandaban su renuncia.
Manifestaciones similares surgieron en la ciudad sureña de Sidi
Bouzid, lugar de nacimiento de la revolución tunecina, donde
manifestantes prendieron fuego a dos oficinas locales del partido
Ennahda, dijeron testigos.
"Miles han salido a las calles, la gente está bloqueando calles y
encendiendo neumáticos", dijo Mehdi Horchani, vecino de Sidi Bouzid. "La
gente está muy enojada", agregó.
Rached Ghannouchi, líder del Partido Ennahda, dijo que el asesinato
de Brahmi buscaba "detener el proceso democrático de Túnez y eliminar el
único modelo exitoso en la región, especialmente después de la
violencia en Egipto, Siria y Libia".
La transición política en Túnez desde la revuelta que derrocó a Ben
Ali ha sido relativamente pacífica, con el partido islamista moderado
Ennahda compartiendo el poder con grupos seculares más pequeños.
Pero el derrocamiento del presidente islamista egipcio Mohamed Mursi
por parte de las fuerzas armadas el 3 de julio después de
manifestaciones masivas ha energizado a la oposición anti-islamista en
Túnez.
(Reporte de Tarek Amara; Escrito por Mike Collett-White. Editado en español por Lucila Sigal)
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