miércoles, 1 de mayo de 2013

El sur de Europa clama contra el paro

Grecia celebra el Primero de Mayo con una huelga general y Francia escenifica su división sindical

El sur de Europa celebró el Primero de Mayo con diversas movilizaciones contras las políticas de austeridad y en demanda de otras que estimulen la creación de empleo. Además de España, países como Grecia, Francia, Italia, y Portugal convirtieron el día del trabajador en un clamor contra la desigualdad y las elevadas tasas de paro que soportan. Todos superan la media europea (10,9%), y en algunos de ellos se alcanzan cotas dramáticas. 

Es el caso de Grecia, con un índice de paro que, al igual que España, rebasa el 27%. Allí la protesta tomó forma de huelga general, algo que se ha convertido en triste rutina para un país asfixiado por los recortes impuestos por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). Dado que el Gobierno griego había trasladado la festividad del Primero de Mayo al próximo día 7 -por coincidir con la Pascua ortodoxa-, los sindicatos decidieron convocar un paro total. 

Sin embargo, el seguimiento no fue homogéneo. Portavoces sindicales manifestaron que fue «bueno» en la Administración Pública, el transporte marítimo -que quedó interrumpido entre las islas-, la industria o la banca, mientras que en el comercio apenas se dejó notar. Unas 13.000 personas, según la policía, se manifestaron en Atenas y Salónica. 

La fiesta del trabajador llegaba a Grecia días después de que el Parlamento del país aprobara -a instancias del Gobierno de Andonis Samaras y la troika- una nueva batería de recortes ligados a la obtención del siguiente tramo del rescate financiero. Una de esas medidas consiste en el despido de 15.000 empleados públicos hasta finales de 2014. 

Portugal, contra la troika 
 
Portugal, otro de los países más castigados por la crisis, fue escenario de protestas fundamentalmente dirigidas a la troika. En Lisboa, miles de manifestantes portaban pancartas en las que se podía leer '¡Fuera troika!', '¡FMI go home!', o 'La troika no me ayuda, me roba'. 

En Francia, donde aumenta la impaciencia frente al aumento del desempleo un año después de la llegada al poder de un gobierno de izquierdas, las dos principales centrales sindicales, la CGT y la CFDT, que no están de acuerdo sobre la respuesta a dar a la crisis, marcharon de forma separada. «Hay un fuerte descontento que debe expresarse», declaró Thierry Lepaon, líder de la CGT. 

En Italia, decenas de miles de personas se movilizaron para pedir al Gobierno que actúe contra el paro, la política de austeridad y la evasión fiscal. La mayoría de las marchas fueron pacíficas, aunque algunos manifestantes en Turín arrojaron huevos rellenos con pintura negra contra la policía. El presidente de la República, Giorgio Napolitano, alertó a los sindicatos sobre la «urgencia del trabajo» y les emplazó a que actúen «unidos a las empresas». 


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