Héctor R. Jara Paz
Profesor Ecoturismo. Universidad de las Américas
Adital
Nada está ganado en la carrera presidencial. La popularidad de Michelle Bachelet, no obstante una abultada cuenta corriente de intención de voto, difícilmente aumentará si no decide asumir las banderas de los movimientos sociales. No hacerlo, significará entregar ese nicho electoral, principalmente juvenil, a las candidaturas alternativas y eso asegura tener que llegar a una segunda vuelta.
El ideal electoral es la unidad de la oposición, esta es la condicionante de negociación del PC y MEO, sin embargo, para ello es menester que la clase política que estuvo en el poder, esté dispuesta a modificar y o reemplazar las bases del modelo económico, cuestión que hasta ahora no está en sus pretensiones.
Lo de MEO es simple, "negociación para insertar a su Partido en el futuro gobierno”, y para ello su mejor escenario es llegar a la papeleta final y no participar de las primarias. Lo del PC resulta más complejo, toda vez que lo suyo va más de la mano de un proyecto que repotencie una nueva alianza de izquierda, para ser alternativa real de poder en una próxima campaña presidencial. Para ello le sirve tanto negociar cupos parlamentarios o en su defecto, apoyar a Gómez como el candidato de la izquierda en las primarias. En este escenario, la candidatura de Gómez se transforma en una candidatura sin techo electoral, sobre todo si se le empiezan a sumar los movimientos sociales durante su campaña.
Orrego y Velasco son candidaturas testimoniales, pero que sirven para que "no se escapen” los votos que atrajo MEO en el proceso anterior. No hay proyectos, solo estrategia electoral que podría afectar negativamente a la DC, que claramente aparece dividida en este escenario.
En la derecha el escenario no es mejor. Candidaturas que representan a la derecha política tradicional por un lado y a la derecha financiera por el otro, analizan la opción que dio a conocer Longueira, de ofrecer un escenario con Allamand y Golborne en la papeleta final. El objetivo de esta estrategia busca impedir que Bachelet gane en primera vuelta y ofrecer un escenario que estimule las diferencias de la oposición, pudiendo expresarse en más de una candidatura.
¿Cómo podrá la oposición salir de esta trama de intereses?
Pareciera ser que la candidatura de Michelle Bachelet, imponiendo su apoyo popular por simple liderazgo ya no ocurrió. PS, PPD y DC no lograron crear las condiciones ni el ambiente previo para ello, por lo que las opciones son una "negociación parlamentaria que deje contentos a todos”. Esta alternativa implica mayores cupos al PC y una atractiva oferta a MEO, cuestión que parece intragable para la soberbia que han manifestado los jerarcas de la DC, PS y PPD.
En tales circunstancias, hay que ver con cuidado la candidatura de Gómez, personaje de indiscutible atractivo electoral que venció en su oportunidad a la ex Senadora Carmen Frei y que obtuvo un alto porcentaje de apoyo en primarias cuestionadas en la sexta y séptima región.
Su discurso, hoy respaldado solo por el PRSD, apunta a un reemplazo del modelo económico y se identifica con la tradición laica y republicana que produjo los mayores cambios estructurales de la sociedad chilena. Gobernar es Educar, un lema de campaña que fuera histórico, representa la mayor amenaza al actual sistema, si logra instalarse como el candidato de la izquierda chilena, la real, esa que hoy solo se ha podido manifestar en las calles, otro Gallo cantará en la actual carrera presidencial.
Santiago, 24 de abril de 2013.
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